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¿Que por qué España no es Alemania?

Fuentes: Rebelión

En Alemania, en donde cerraron el primer trimestre con un superávit presupuestario del 0,6% del PIB, los evasores fiscales, en su mayor parte millonarios que aprovechan la proximidad de Suiza y Lichtenstein y su secreto bancario para evadir impuestos, andan de los nervios desde que las autoridades fiscales se han dedicado a comprar CDs de […]


En Alemania, en donde cerraron el primer trimestre con un superávit presupuestario del 0,6% del PIB, los evasores fiscales, en su mayor parte millonarios que aprovechan la proximidad de Suiza y Lichtenstein y su secreto bancario para evadir impuestos, andan de los nervios desde que las autoridades fiscales se han dedicado a comprar CDs de información bancaria confidencial robada y vendida por funcionarios de los mismos bancos en los que aquéllos hacen sus opacos negocios. El temor ante la sanción es tal que están acudiendo masivamente ante las autoridades para confesar y negociar una sanción más baja. Así, por ejemplo, «en las dos primeras semanas de agosto se autodenunciaron 117 evasores fiscales en el Estado de Baden-Würtemberg; otros 61 hicieron lo mismo en Berlín; y entre los días 5 de julio y 2 de agosto, 93 millonarios pidieron el perdón oficial en Renania del Norte Westfalia«. Todo ello se traduce en que, «según el ministro de Finanzas de Renania del Norte Westfalia, solo en su Estado se han recaudado, gracias el interesado mea culpa de los evasores fiscales, unos 2.000 millones de euros«.

En España, en donde se ha subido el IRPF y el IVA, se ha suprimido una paga extra a los funcionarios y se les ha rebajado el sueldo, se ha introducido el copago farmacéutico, se ha recortado en Sanidad y Educación, se ha sido cicatero hasta el extremo con la ayuda a los desempleados sin prestación y decenas de medidas más que atentan a la capacidad adquisitiva y las condiciones de vida de la mayor parte de la población, el gobierno declaró una amnistía fiscal para que todo aquel evasor que buenamente quisiera blanqueara su dinero al módico precio del 10% de lo blanqueado y la promesa de que no se investigaría nada de lo que declarara. Paguen una pequeña comisión por lo defraudado y aquí paz y mañana gloria, venía a decir Montoro.

Con esa medida, que de tan injusta es obscena y que ha sido criticada hasta por la Comisión Europea, se pretendía recaudar la friolera de unos 2500 millones de euros, lo que a nuestro ministro le debe parecer una cantidad lo suficientemente relevante como para cargarse los principios más básicos de la justicia fiscal y la equidad. Debe ignorar que, según el último informe del instituto británico Tax Research denominado «Closing the European Tax Gap», nuestra Hacienda deja de recaudar al año casi 73.000 millones de euros por culpa la falta de voluntad política en la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal (el resumen ejecutivo en inglés puede leerse pinchando aquí).

Como los evasores fiscales no suelen ser tontos y si lo son contratan a asesores fiscales inteligentes para que les gestionen estas cuestiones, la resultante final ha sido que la amnistía fiscal se encontró con que en sus primeros quince días tan sólo se habían presentado 115 declaraciones y ninguna de alguna gran fortuna o empresa; desde entonces las cosas no creo que hayan mejorado mucho porque no había ningún incentivo para que, más allá de esas 115 almas caritativas y con mala conciencia, las grandes fortunas se lanzaran a declarar sus culpas y arreglar a precio de saldo sus deudas con el fisco. Unas grandes fortunas y empresas a las que destaco porque, como afirma Gestha, la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda, son ellas las responsables de casi el 72% del total de la evasión fiscal total del país.

Así que ahora, si queremos, podemos seguir divagando acerca de por qué los alemanes están hasta las narices de los gobiernos de los países de la periferia de la Eurozona o de por qué hay algún millonario alemán pensando en nacionalizarse español en tanto vuelven las futuras pesetas.

Alberto Montero Soler ([email protected] ) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y presidente de la Fundación CEPS. Puedes leer otros textos suyos en su blog La Otra Economía.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.