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¿Queremos y podemos soportar la desigualdad existente?

Fuentes: Rebelión

  Es sabido que la economía de mercado necesita de una cierta desigualdad para funcionar. Esto quiere decir que el propio sistema capitalista es el que genera esta desigualdad. La cuestión es ¿Cuánta desigualdad es tolerable por el sistema sin ponerlo en peligro? Cuando el presidente George Bush junior propuso aprobar un paquete fiscal de […]


 

Es sabido que la economía de mercado necesita de una cierta desigualdad para funcionar. Esto quiere decir que el propio sistema capitalista es el que genera esta desigualdad. La cuestión es ¿Cuánta desigualdad es tolerable por el sistema sin ponerlo en peligro?

Cuando el presidente George Bush junior propuso aprobar un paquete fiscal de rebaja de impuestos para los ricos, valorada en 800.000 millones de dólares, los principales fortunas del país con Warren Buffet a la cabeza, escribieron una carta al presidente mostrando su rechazo a tal rebaja fiscal, con gran sorpresa de la gran mayoría ¿Qué argumentación le daban a Bush?

Le explicaban, que ellos estaban suficientemente bien con la situación que tenían, donde pagaban muchos menos impuestos que sus trabajadores. Le explicaban que el capitalismo es como una balanza, en un platillo están los ricos, y en el otro los pobres. Para que funcione el sistema debe haber un cierto equilibrio y con la propuesta de Bush la balanza se desequilibraría peligrosamente en el ámbito social.

Para los que estudiamos y explicamos la historia desde un punto de vista social, nos damos cuenta que cuando se producen situaciones de gran desigualdad, están en el origen de las grandes revueltas y revoluciones sociales, que son imparables, y que se han sucedido a lo largo de la historia. De ahí el rechazo de los ricos norteamericanos a tal situación, porque saben que si se producen revueltas, ellos son los primeros en sufrirlos.

El presidente Bush no les hizo caso y Estados Unidos se ha convertido en un país terriblemente desigual, como señala la escala Gini, el 20% de la población vive bien, mientras que el 80% sufren grandes carencias económicas y sociales, que están lastrando su economía.

Bush al igual que el pensamiento neoliberal imperante en Europa y que en España tiene a su mejor representante en el Partido Popular, parten del siguiente principio «para que la economía crezca, ésta debe favorecer a las capas sociales más altas, por ello hay que bajarles los impuestos al mismo tiempo que recortar las ayudas a los pobres, con la idea de que estas no son eficientes».

¿Es este principio neoliberal verdadero?

NO , ya el nada el sospechoso Fondo Monetario Internacional ha afirmado «que la gran desigualdad constituye un lastre para el crecimiento y de que la redistribución puede ser buena para la economía»

Las últimas crisis económicas sufridas bajo el dominio neoliberal, como las de 1991, 2001 y 2008, han terminado con una recuperación sin empleo, que es lo que estamos viendo actualmente en España con la actual crisis. Además otra consecuencia de las políticas neoliberales es que en Estados Unidos en los últimos quince años, el nivel de los norteamericanos ha caído un 8%.

¿Qué modelo social nos proponen los neoliberales para el futuro?

Nos proponen por un lado, una clase media menos importante que la actual, con una buena educación, con salarios altos respecto a la media, pero inferiores a los actuales, y por el otro, el resto de la población con una educación de baja calidad, con salarios deprimidos y con inestabilidad laboral y de derechos sociales a la baja, es decir nos quieren retrotraer a inicios del siglo XX, dentro de una economía con poco crecimiento que en consecuencia será insuficiente para mejorar la calidad de vida.

Es decir, nos llevan al modelo norteamericano, con un 20% de la población en una situación satisfactoria de calidad y el resto80% de las personas a vivir cada día de forma más precaria, donde ni siquiera tener trabajo nos asegure una vida digna.

Lo que nos proponen para España es que la mayoría va a ganar menos. Con un nivel menor del que teníamos hace solamente cinco años. Con precariedad laboral y salarios de miseria, menores servicios públicos. Sanidad , educación, dependencia, pensiones…..

Esto ya está sucediendo. Nos venden que la recuperación ya ha llegado y está para quedarse. Esta recuperación si se confirma, de la cual dudamos muchos economistas, sólo la notarán el 20% de la población, el resto seguiremos de mal en peor. Éste es el diseño que hacen los detentadores del poder neoliberal y lo que nos ofrecen los partidos del poder PP, PSOE, CIU, UPN, como la única política posible y basando la misma, en el miedo a perder lo poco que tenemos. Eso sí, todas sus propuestas las envolverán en papel de oro para hacerla aceptables.

¿Es posible cambiar esto?

. Son posibles otras políticas económicas y sociales que las que se están llevando a cabo. En un primer paso, habrá que aplicar políticas de corte keynesiano, para la salida de la crisis. Políticas que por cierto, nos dieron el mayor período de desarrollo del mundo actual durante cuarenta años. Estas medidas deben ir acompañadas y complementadas por otras, como las propuestas por el economista austriaco Christian Felber y «su economía del bien común». Todas ellas enmarcadas en la sostenibilidad ecológica de la Tierra, como cuestión ya urgente para nuestra propia supervivencia. Posteriormente, a un plazo más largo de tiempo, serían posibles otras políticas económicas, que desincentiven la desigualdad en la búsqueda de un mundo más justo y solidario.

¿Cómo lograr este cambio?

Debemos romper las cadenas del miedo que nos atenazan y hacer como decía Rosa Luxemburgo «Quien no se mueve, no siente sus cadenas». Tomar conciencia individual de que otro mundo es posible, donde podamos asegurar a las próximas generaciones un futuro asegurado y no las negras perspectivas de estos neoliberales solo obsesionados por el materialismo del dinero. Todo esto debemos unirlo en un movimiento social como fuente de transformación donde se recojan todas als aportaciones individuales.

Juntos podemos, por eso el cambio debe venir desde abajo. No apoyemos a los cantos de sirenas que nos van a proponer los partidos del poder, que no es otra cosa, que adornos para volver a mentir y engañarnos. Nuestra fuerza pasa por nuestro compromiso social colectivo e individual.

Nuestro voto debe ser el reflejo del cambio, así que ni un solo voto para estos partidos que sólo defienden a las elites financieras y nos diseñan un mundo de hambre y miseria.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.