El titán Saturno, una vez vencido Urano, se unió a su hermana Cibeles y en ella engendró múltiples hijos. Pero como la Tierra había afirmado que uno de los hijos de Saturno lo sojuzgaría y se apoderaría de su trono, así como él mismo lo hiciera con su padre, el dios devoraba a sus criaturas […]
El titán Saturno, una vez vencido Urano, se unió a su hermana Cibeles y en ella engendró múltiples hijos. Pero como la Tierra había afirmado que uno de los hijos de Saturno lo sojuzgaría y se apoderaría de su trono, así como él mismo lo hiciera con su padre, el dios devoraba a sus criaturas apenas nacían.
Corre en los medios políticos y tiene mucha aceptación, la especulación de que las revoluciones, al igual que Saturno, devoran a sus hijos. Es una falsedad puesta a correr por la reacción para cubrir sus operaciones. Veamos.
Si aceptamos, tal como lo sentenciara el Che, que las revoluciones ocurren en medio de una profunda lucha de clases, podemos entender que no es la revolución la que devora a sus hijos, sino por el contrario, es la contrarrevolución interna la que aniquila a los revolucionarios.
Bolívar fue devorado por la oligarquía, la nueva y la vieja, que había penetrado a la revolución de la independencia. Se sospecha de la participación directa del naciente imperio yankee en la conjura.
Allende es devorado por el fascismo enquistado en la revolución chilena, aunque algunos ingenuos, a pesar de los documentos desclasificados de la CIA, todavía proclaman que la culpa la tuvo el MIR Chileno.
Rosa Luxemburgo cae asesinada con la complicidad de la fracción reformista del movimiento revolucionario alemán.
Los ejemplos sostienen que los revolucionarios son devorados por la contrarrevolución interna, no por la revolución.
Entonces, se impone la necesidad de proteger a los cuadros revolucionarios de los embates del enemigo contrarrevolucionario donde quiera que esté , principalmente de los embates de los contrarrevolucionarios internos, que son aquellos que desde dentro del proceso actúan más viendo sus intereses personales, que los intereses de la revolución, su alma es de oligarca, pero su cuerpo sigue en las filas revolucionarias haciendo labor de zapa, evitando el avance. Siendo así, ataca solapadamente a la revolución, a sus cuadros más importantes, a sus instituciones fundamentales.
En los últimos días ha arreciado una campaña contra PDVSA, decimos arreciado porque nunca ha cesado desde que el Comandante Chávez tomó control de la petrolera, es decir, después del triunfo sobre el sabotaje petrolero los ataques no han cesado. Recordemos a Soberanía, al Frente «Revolucionario» de Trabajadores Petroleros, atacaban y atacan con saña, infiltrados en la Revolución.
Pero después de las recuperaciones de la faja, de las migraciones de los contratos de servicios, de la ayuda a los países hermanos, de la fundación de las Petro: América, Caribe, etc., la campaña ha arreciado. Ahora se incorpora al coro del imperio el director de un periódico, francamente financiado por intereses económicos capitalistas poderosos, que anda por allí con una carretilla haciendo espectáculo para desacreditar uno de los fundamentales pilares del proceso: PDVSA.
Y en los últimos días aparece una tal maleta con dinero que quieren ligar a la petrolera para seguir con la campaña de descrédito.
Los revolucionarios no podemos dejar que la contrarrevolución devore a los hijos de la revolución , es un deber nuestro defenderlos. Y en eso estamos, contra todo riesgo, estamos con los revolucionarios que hoy son atacados con ruindad.