Las familias, remanentes de quilombo, vivían en la comunidad Grotão desde 1860 Un conjunto de diez familias, que fueron desalojadas violentamente de sus tierras, cuyas casas les fueron quemadas el último día 8 de octubre, permanecen albergadas en un local amplio de deportes del municipio de Filadélfia, ubicado en la región nordeste del Estado de […]
Las familias, remanentes de quilombo, vivían en la comunidad Grotão desde 1860
Un conjunto de diez familias, que fueron desalojadas violentamente de sus tierras, cuyas casas les fueron quemadas el último día 8 de octubre, permanecen albergadas en un local amplio de deportes del municipio de Filadélfia, ubicado en la región nordeste del Estado de Tocantins. Las familias, remanentes de quilombo, vivían en la comunidad Grotão desde 1860.
Al ordenar el desalojo de los habitantes del área, el juez determinó que permanecieran en el inmueble los señores Raimundo José de Brito y Cirilo Araújo de Brito, con la esposa y la nieta, cada uno con derecho a 50 hectáreas. Estos dos señores, cuyo derecho de posesión fue de esta manera reconocido por el juez, son respectivamente padres, abuelo y bisabuelo de los demás habitantes de la tierra y habrían adquirido ese derecho por usucapión (uso continuado).
Según la Hermana Helena Mendes, de la Comisión Pastoral de la Tierra Araguaia – Tocatins, otro despacho preliminar fue interpuesto para que las familias vuelvan a la comunidad, sin embargo, no fue aceptado por el juez. Un proceso de reconocimiento ya fue enviado a la Fundación Palmares con el objeto de lograr la homologación. Lo que los habitantes y la Pastoral desean es que el caso salga de la Comarca de Filadélfia y continúe en la instancia federal.
De acuerdo con la Hermana, los dos patriarcas que quedaron en la tierra son ancianos y necesitan ser cuidados. Ellos llegaron a enviar a uno de los nietos hacia las tierras, pero la policía lo detuvo alegando que estaba en posesión de una escopeta artesanal. La Hermana Helena afirmó que están trabajando para que liberen al nieto. Además, resalta que uno de los ancianos, que es dependiente de la hija, está prácticamente abandonado.
Ahora, la Pastoral de la Tierra está articulando una audiencia con la presencia de las familias y de los abogados en la Comarca de Filadélfia a fin de solucionar el conflicto. Según la CPT, esos habitantes tienen vínculos familiares, esto debería garantizarles el mismo derecho de permanencia en la tierra y debería evitar mayores daños materiales, morales y culturales principalmente el vínculo con la tierra.
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=35690
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]