Las 27 muertes en el campo brasilero, sólo el año pasado, registradas por el relevamiento «Conflictos en el Campo Brasil 2007», de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), retratan una realidad en la que la ilegalidad reina. Invasiones de tierras por «hacendados», deforestación ilegal, expansión del agronegocio, constituyen el escenario en el que las […]
Las 27 muertes en el campo brasilero, sólo el año pasado, registradas por el relevamiento «Conflictos en el Campo Brasil 2007», de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), retratan una realidad en la que la ilegalidad reina. Invasiones de tierras por «hacendados», deforestación ilegal, expansión del agronegocio, constituyen el escenario en el que las leyes no se respetan y el poder público es ignorado.
En ese sentido, el ejemplo más emblemático es el del territorio indígena Raposa Serra do Sol (Roraima). El presidente Lula determinó, desde abril de 2005, la homologación en área continua de la reserva indígena. Pero, tres años después, cuando la Policía Federal fue al lugar a hacer cumplir la ley, los arroceros iniciaron una serie de agresiones contra los cuatro pueblos indígenas que viven en el área.
El sacerdote Herminio Canovo, coordinador de la CPT Nacional, estuvo en la reserva indígena y hoy (26), en entrevista para Adital, dijo que la situación en el lugar es de extremo conflicto. «Por lo menos ocho jóvenes indígenas fueron baleados, uno tenía 12 balas en el cuerpo». Además, los caminos continúan bloqueados; la policía y el ejército están supervisando la seguridad del lugar y sólo entra en Surumú quien está llevando productos alimenticios y remedios.
Los pequeños agricultores que ocupaban el área se retiraron con la homologación del presidente Lula. Ahora, sólo quedan en el lugar seis grandes empresarios productores de arroz, que intentan a toda costa desmovilizar a los indios, captando a los miembros de las comunidades. Según el líder indígena Jacinaldo Barbosa, ellos van a reaccionar hasta alcanzar al último indio.
Para Canovo, lo que está ocurriendo en Raposa Serra do Sol es «la resurrección del movimiento indígena de Roraima, que no va a ceder». Los indios están firmes y solidarios entre ellos. Sin embargo, él también afirma que esta lucha de los indios tiene el apoyo sólo de la Iglesia, porque toda la sociedad de Roraima tiene la visión de los hacendados sobre este tema.
La situación en el área indígena está en las manos del Supremo Tribunal de Justicia. El Ministro del Supremo, Gilmar Mendes, quiere ir al lugar personalmente para analizar el caso. Pero, si la decisión del Supremo fuera a favor de los no-indios -con la revocación del decreto presidencial-, estará en riesgo no sólo Raposa Serra do Sol, sino todas las reservas indígenas del país, que pasarán a ser todavía más ambicionadas por los latifundistas.
Para proteger las reservas indígenas y, antes que nada, democratizar la tierra en Brasil, con una reforma agraria real, desde abril, organizaciones de la sociedad civil que integran el Forum Nacional por la Reforma Agraria y por la Justicia en el Campo debaten sobre el límite de la propiedad de la tierra en Brasil. El objetivo es fortalecer la organización de la Campaña por el Límite de la Propiedad de la Tierra.
Según Canovo, están preparándose videos, cartillas y carteles, para presentar a la sociedad brasilera los motivos físicos, sociales, económicos, ambientales, geográficos y éticos de ese límite. La idea inicial es formar a la sociedad sobre el tema. Mientras tanto, un equipo de especialistas que incluye abogados, geógrafos, agrónomos, está elaborando un proyecto para ser presentado al país, pero la discusión sobre el límite de la propiedad de la tierra demandará más tiempo.
Fotos: CIR
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]
Vea el video: