Traducido para Rebelión por Daniel Escribano
La votación en torno a la «constitución» europea fue el momento que he vivido más próximo a un referéndum. No vi a vigilantes procedentes de Venezuela, no llamaron dictador al presidente español por mentir a favor del sí durante la campaña, sobre todo ocultando la verdad, ni por insultar a las voces del no cuando se oían un poco, llamándolos pueblerinos y lindezas semejantes.
En España, no en la presidencia del gobierno central, pero sí en la de las periferias, hay Pujoles y Chaveses, que se presentan una y otra vez y que se quedan. Y qué decir del rey. Pero España es la metrópoli y tiene potestad para entrometerse en cualquier asunto interno venezolano. Y es una dictadura si no le dejan hacerlo.
Como dijo el corresponsal de Cuatro al ganar el sí, Chávez tendría mano libre para llevar a cabo sus proyectos económicos, contra intereses europeos y, por tanto, también contra intereses españoles. España puede pedir cuentas por cualquier cosa que se haga en Venezuela; el interés y control mediático en torno al referéndum ha sido caricaturesco.
Ha sido iluminador lo dicho por el corresponsal de Cuatro, pues ésa es la relación entre Venezuela y España; el derecho contra el interés.
Uxue Apaolaza es autora del conjunto de relatos Umeek gezurra esaten dutenetik [Desde que los niños mienten] (2005).
http://www.berria.info/paperekoa/iritzia/2009-02-18/004/004/Galdeketa.htm