José Dirceu, jefe de gabinete del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, presentó su renuncia y anunció que ocupará su puesto de diputado para defender al gobierno y al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de las denuncias de corrupción que sacuden a Brasil. «Hoy comuniqué al presidente que quiero regresar a la Cámara […]
José Dirceu, jefe de gabinete del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, presentó su renuncia y anunció que ocupará su puesto de diputado para defender al gobierno y al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de las denuncias de corrupción que sacuden a Brasil.
«Hoy comuniqué al presidente que quiero regresar a la Cámara de Diputados (…) y él aceptó mi pedido de apartarme del gobierno», dijo Dirceu, de 59 años, en un discurso televisivo.
Explicó que abandona el gobierno «para combatir a quienes pretenden interrumpir el proceso político democrático y desestabilizar el gobierno del presidente Lula».
Dirceu defendió sus casi 30 meses de gestión. «No me avergüenzo de nada de lo que hice en el gobierno del presidente Lula. Tengo las manos limpias, el corazón sin amargura y la mente siempre puesta en aquello por lo que luché en Brasil. Salgo con la cabeza erguida del ministerio», proclamó.
En la carta en la que acepta la renuncia, Lula elogia «el desprendimiento personal» de Dirceu y le dice que «sólo las personas de su grandeza son capaces de gestos semejantes». Dirceu fue arrastrado por una serie de denuncias de corrupción que alcanzaron su ápice cuando Roberto Jefferson, presidente del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), aliado de Lula, aseguró que el PT había comprado la lealtad de varios diputados pagándoles 30 mil reales (12 mil 500 dólares) por mes.
Jefferson sostuvo que Dirceu estaba al tanto de esos manejos, y en un interrogatorio al que fue sometido el martes ante una Comisión de Etica de la Cámara, en la que trató al todavía jefe de gabinete de «Rasputín» le espetó: «José Dirceu, salga del gobierno, para no transformar a Lula en reo».
Jefferson también acusó a Dirceu y a los servicios de inteligencia (ABIN) de haber montado las filmaciones en las que se ve a un director de Correos aceptando sobornos de empresarios, a quienes les asegura que la operación contaba con el aval del presidente del PTB.
Un ex agente de la ABIN detenido por esas filmaciones prestó este jueves una declaración que confirma esa implicación, informó el el sitio de Globo Online.
Las denuncias precipitaron una reforma ministerial que Lula estudiaba para consolidar su base de apoyo en el Congreso, donde el PT sufrió varias derrotas, empezando por la pérdida de la presidencia de la Cámara de Diputados en febrero.
En principio, no se esperan más cambios hasta fin del mes, dado que Lula estará la semana que viene en la cumbre del Mercosur en Asunción, y luego irá a Bogotá y Caracas, antes de regresar el 29 a Brasilia, indicó el diputado petista Joao Paulo Cunha, un aliado de Dirceu.
Al respecto, el propio Lula evadió preguntas sobre el tema, al limitarse señalar que «esperará» a ver los cambios en la selección de futbol para plantear los remplazos en el gobierno, mientras su ministro de Educación, Tarso Genro, sostuvo que Lula iniciará lo más pronto posible una reforma de su gabinete de 35 ministros. Según analistas y legisladores, esto es un paso imprescindible para el mandatario para recuperar la iniciativa política después de las denuncias.
El PT, que en sus 25 años de historia hizo de la lucha contra la corrupción una de sus principales banderas, convocó para la noche del viernes en Sao Paulo a una manifestación de apoyo.