El presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, José Genoino, renunció al cargo el sábado, en medio de acusaciones de corrupción contra la agrupación que han sacudido al gobierno del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. «En este momento entrego el cargo de presidente del PT al Directorio Nacional,» dijo Genoino […]
El presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, José Genoino, renunció al cargo el sábado, en medio de acusaciones de corrupción contra la agrupación que han sacudido al gobierno del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
«En este momento entrego el cargo de presidente del PT al Directorio Nacional,» dijo Genoino a la prensa en momentos en que el cuerpo se reunía para analizar la crisis, desatada por denuncias de que el partido de gobierno sobornó a legisladores.
Agregó que tomaba una «licencia» de su cargo para permitir que el PT afronte la crisis y se reorganice, aunque su separación de la jefatura del partido parecía definitiva.
Genoíno fue involucrado en el denunciado esquema de pago de «mensualidades» a legisladores de partidos integrantes de la alianza de Lula, por parte del PT, para que votaran en favor de proyectos gubernamentales.
Las denuncias, que son investigadas por la Policía Federal y comisiones del Congreso, obligaron a que el presidente Lula realizara cambios en su gabinete para fortalecer su base de apoyo político.
También se apartaron antes de sus cargos el tesorero y el secretario general del PT, mientras el líder petista José Dirceu, considerado mano derecha de Lula, renunció a la jefatura del Gabinete.
Genoíno llegó a la presidencia del PT en el 2003 en sustitución de Dirceu, cuando éste ingresó al gobierno luego que Lula asumiera la presidencia en enero de ese año.
En medio de la crisis, que estalló a principios de junio a raíz de denuncias de un legislador aliado del gobierno, Genoíno debió reconocer que firmó como garante créditos bancarios tomados por el PT, junto a un empresario involucrado en los cargos de corrupción.
El viernes su posición se agravó cuando la policía arrestó en el aeropuerto de Sao Paulo al asesor de José Guimaraes, alto funcionario del PT en el estado de Ceara y hermano de Genoino, cuando transportaba en una maleta y hasta dentro de sus ropas interiores 200.000 reales (unos 84.000 dólares) y 100,000 dólares.
La legislación brasileña determina que quienes porten más de 10.000 reales al embarcarse en una terminal deben declararlo a las autoridades.
Lula impuso ese mismo día en sus cargos a nuevos ministros en las carteras de Salud, Minas y Energía y de Comunicaciones pertenecientes al aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), con lo que el PT perdió dos cargos en el gabinete.
La crisis, que se ahonda casi diariamente con la difusión de detalles de investigaciones del Congreso y la policía, estalló el 6 de junio, cuando se publicó una entrevista al diputado Roberto Jefferson, en la que acusó al PT de pagar «mensualidades» a legisladores de partidos aliados.
Jefferson, quien renunció a la presidencia del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), efectuó las denuncias tras sentirse traicionado por el PT, que no lo defendió de previas imputaciones que lo involucraron en supuesta corrupción en la estatal empresa de correos.
Según analistas y la prensa local la crisis arroja sombras sobre la esperada búsqueda de la reelección por Lula en los comicios de octubre del 2006, en los que era considerado favorito a ganar un segundo mandato.