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Repudiable actuación de la GNB contra los trabajadores de Sidor

Fuentes: Rebelión

Los recientes hechos ocurridos en SIDOR, evidencian una mala actuación de nuestra Guardia Nacional Bolivariana, tal cual actuaba en la cuarta república, peinilla, perdigones y bombas lacrimógenas por delante. Se contradice esa actuación, con la realizada durante los intensos días de agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez, en que las güarimbas estaban en […]

Los recientes hechos ocurridos en SIDOR, evidencian una mala actuación de nuestra Guardia Nacional Bolivariana, tal cual actuaba en la cuarta república, peinilla, perdigones y bombas lacrimógenas por delante. Se contradice esa actuación, con la realizada durante los intensos días de agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez, en que las güarimbas estaban en su máximo apogeo y caían camaradas militares en combate contra los enemigos de la Patria. Durante esos fatídicos sucesos, nuestra GNB se mantuvo con la frente en alto y apegada estrictamente al respeto de los DDHH de los enemigos de la Patria, y lo repetimos nuevamente, valga la redundancia. Si contra los enemigos de la Patria se actuó con mano de seda, por qué entonces, contra los trabajadores de SIDOR que mantienen una lucha por su contratación colectiva, un derecho constitucional, se actúa con mano de hierro, con máxima represión. Inexplicable esa actuación, a menos que se esté actuando con una segunda intención, ¿cuál? Lo desconocemos, pero si es así, es hora que los venezolanos y venezolanas nos enteremos qué se busca propiciando la ira de la clase trabajadora sidorista.

El solo reporte de la mediática burguesa deja ver la alegría de los enemigos de la Patria: «Un herido por perdigón y otro por arma de fuego es el saldo que deja hasta los momentos la protesta de los trabajadores de Sidor desarrollada este lunes. William Castillo, lesionado por disparo de perdigón y Johan Pérez por arma de fuego están siendo atendidos en centros clínicos de Guayana. Por otra parte, el General de Brigada Ricardo Pérez Lugo, Jefe del Comando Zona Bolívar, informó que 14 trabajadores fueron detenidos en la manifestación luego que intentaran «atacar un puesto de la GNB». Aseguró que en ese grupo se encuentra un grupo de empleados que, presuntamente incendiaron un camión de cemento en un distribuidor cercano a la Avenida Guayana. La GNB se mantiene desplegada en la Avenida Guayana, luego de que se restableciera el acceso vehicular, mientras que los sidoristas acompañan a los heridos y otro grupo se mantiene en asamblea permanente en el portón 3 de la estatal» (globovisión.com, 11-08-2014). Tal pareciera, por la forma de actuar que, en las protestas de SIDOR, estuviesen actuando agentes externos al movimiento de los trabajadores. Trancas de vías (güarimbas), quema de vehículos y hasta el extremista intento de tomar un puesto de la GNB, dejan ver las costuras de la existencia de otra agenda, muy distinta a la de los trabajadores sidoristas. Si ello es así, ¿por qué pisar el peine y hacerle el juego?

El trato a la problemática de SIDOR requiere de mucho diálogo, del ejercicio del legado más preciado que nos dejó el Comandante Chávez: la política. Por las redes, hemos conversado con camaradas trabajadores de nuestra empresa pública y debo confesar, que decepciona escuchar un trabajador de nuestra empresa decir que ese problema no es de nuestra competencia, que es solo de ellos y del Gobierno; decepciona sentir el desapego que tiene nuestra clase trabajadora sidorista con una empresa que es propiedad no de ellos, sino de todas y todos los venezolanos. Quizás, esa sea la mayor muestra del deterioro de la empresa, el no sentido de pertenencia de sus trabajadores. Quien no ama su fuente de ingresos, poco hará por mantenerla.

En SIDOR se muestra con suma claridad lo nefasto que ha sido el capitalismo rentista. No se producen dividendos, pero se exprime la empresa exigiéndoles mayores beneficios socio-económicos. Algún camarada proponía entregar la empresa a los trabajadores, como si estos fueran sus únicos propietarios, sería un experimento interesante pero sus costos, en términos de pérdidas, serían grandísimos para el país. Sí ahora buscan expoliar el máximo beneficio sin producir, qué harían si los venezolanos y venezolanas les entregáramos nuestra empresa. Estimamos que el Presidente Maduro, así como nos ha convocado a debatir el ajuste del precio de la gasolina, debería convocarnos a debatir qué vamos hacer con SIDOR, que seamos entre todos y todas quienes busquemos la mejor solución para una empresa en estado casi de quiebra, y con una clase trabajadora inconsciente, que solo busca su propio beneficio, obtener su mejor tajada.

El tema es duro, pero no tenemos otra opción, inventamos o erramos. El Contrato Colectivo de los sidoristas debe hacerse público, que cada venezolano/venezolana como accionista que es de la empresa, debe estar al tanto de lo que se aprueba o no para el beneficio del trabajador sidorista. Como principio, debe rechazarse toda propuesta que lleve implícita el pago de las corruptas costas sindicales cetevistas, que enriquecieron a la burocracia sindical adeca-copeyana en la cuarta república. Asimismo, toda propuesta de cláusula imposible de sufragar por lo estrambótico de sus costos. O SIDOR produce o no hay mejoras, los beneficios contractuales deben estar condicionados a ese principio elemental de toda empresa llámese capitalista o de capital social. Bien decía V. I. Lenin, que «en toda revolución socialista, después de haber resuelto el problema de la conquista del poder por el proletariado y a medida que, en lo fundamental, se vaya resolviendo la tarea de la expropiación de los expropiadores y de aplastar la resistencia de los mismos, se destaca necesariamente en primer plano la tarea fundamental para la creación de un régimen superior al capitalismo, a saber: el aumento de la productividad del trabajo y en relación con esto (y para esto) una organización más alta del mismo» (V.I. Lenin, OC en ruso Tomo XXVII). En la misma línea de pensamiento, el Comandante Fidel, señalaba en 1964: «el único camino mediante el cual se puede ir elevando el estándar de vida es por el camino de ir elevando la producción. Y el camino de ir elevando la producción es elevar la productividad. Y la productividad se eleva con la técnica y la organización» (La Habana, 2 de noviembre de 1964, Periódico Revolución Pag.5). O como nos decían los viejos en la familia: ¿así que no vas a estudiar? Bueno, yo vagos no mantengo, así que vas a trabajar o te vas pal cuartel…

La crítica situación de SIDOR debe motivar al Gobierno del Presidente Maduro a tomar conciencia de los problemas que presentan, todo el conjunto de las empresas nacionalizadas y que pasaron a ser de capital social nacional, la carencia de una Ley que las regule, de un Plan que las ordene. En la extinta URSS, la empresa socialista era regida por una estricta Ley que, incluso, contemplaba la disolución de la empresa cuando ésta no producía lo suficiente para su sostenimiento, el Estado soviético no estaba para esos lujos; el propio Estado, ayudaba al obrero/obrera en su reubicación en otra empresa acorde a sus habilidades y conocimientos.

En los Consejos Obreros, el Estado Socialista deja la dirección de las empresas públicas. La autogestión de la empresa socialista implica una mayor responsabilidad para la clase trabajadora y un elevado espíritu de conciencia y amor por la empresa en la cual presta sus servicios. Importante traer a colación la composición directiva de las empresas autogestionadas:

1. Un presídium o comité ejecutivo, dirigido por un presidente, un secretario y el número de vocales que acuerde la asamblea, mediante elección personal y directa;

2. Los comités de taller, presididos por el representante del Consejo Sindical y constan de cinco u once miembros, según la magnitud de la empresa;

3. Los consejos obreros del taller, en los que participa un representante sindical y otro del partido. Estos tres cuerpos se distribuyen las tareas y atribuciones de hacer producir la empresa y constituyen lo que entonces se denominó como la Conferencia. El director general de la empresa no es miembro de la Conferencia y lo designa las autoridades del trabajo y solo tiene participación en dicha Conferencia al presidir, de oficio, las reuniones. Está obligado a proporcionar la información requerida por los interesados y a presentar toda clase de documentos exigidos por los trabajadores y trabajadoras, quienes inclusive pueden vetar y oponerse a su manejo administrativo. La Conferencia es el órgano supremo de la empresa y tiene competencia exclusiva en todas las materias relacionadas con la empresa.

El modelo gerencial de SIDOR, y es importante que lo señalemos, está desfasado con la realidad actual que vive la empresa, es el mismo correlacionado con la empresa capitalista transnacional. El Che se cansó de decirlo: no se puede construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo. El choque de los dos modelos solo ha traído conflictividad a la empresa, colocándola al borde del colapso; lo nuevo, debe permitírsele nacer, camarada Presidente Maduro, ese fue el deseo de nuestro Comandante Chávez al nacionalizar esa empresa: «Trabajadores de Sidor: vamos a transformar la siderúrgica en una empresa socialista, del Estado socialista, de los trabajadores socialistas, para impulsar la revolución bolivariana» (elmundo.es, 01-05-2008). SIDOR, reclama con urgencia un nuevo modelo gerencial, más Democrático, Participativo e Inclusivo. En la medida en que los trabajadores y trabajadoras de SIDOR se involucren en la gestión de la empresa, su sentido de pertenencia se incrementará, así como su conciencia de clase. Importante recordar, un documento del Partido Socialista Húngaro de los Trabajadores, en aquellos tiempos de existencia del Bloque Socialista al Este de Europa: «La democracia al nivel de la oficina y del taller, constituye parte integrante de la democracia socialista húngara, pues ofrece a los trabajadores la oportunidad de tener participación activa en los asuntos locales y públicos y en las decisiones relacionadas con los mismos; es un importante instrumento para la creación de relaciones sociales aceptables entre directores y subordinados; y desarrolla ante todo, el sentido de responsabilidad como motor para la actividad de los empleados» (Informe sobre la participación de los trabajadores en la toma de decisiones en las fábricas húngaras», Revista Internacional del Trabajo (OIT), vol. 96, núm. 1, julio-agosto 1977, pp. 9-19).

La actual crisis de SIDOR abre todo un abanico de posibilidades, por fortuna todas para bien. Solo falta que, el alto Gobierno se empodere de una de las máximas del Che, «seamos realistas, hagamos lo imposible». Es cuestión de atreverse camarada Presidente Maduro, es ahora o nunca!!!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.