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Restrospectiva 2004: Brasil entre la esperanza y el descrédito

Fuentes:

El 2004 fue considerado para el Brasil, el año de la mujer, y estuvo marcado por programas y actividades destinados a establecer condiciones de igualdad y de su inserción en la sociedad. Pero para 200 brasileros que deseaban realizar el «sueño americano», el año comenzó con una pesadilla:fueron detenidos en Estados Unidos por problemas migratorios. Una […]

El 2004 fue considerado para el Brasil, el año de la mujer, y estuvo marcado por programas y actividades destinados a establecer condiciones de igualdad y de su inserción en la sociedad. Pero para 200 brasileros que deseaban realizar el «sueño americano», el año comenzó con una pesadilla:fueron detenidos en Estados Unidos por problemas migratorios. Una misión parlamentaria del Congreso Nacional consiguió negociar la liberación de los mismos que terminaron volviendo a Brasil.

Derechos Humanos

El Informe Derechos Humanos en Brasil 2004, publicado por la Red Social de Justicia y Derechos Humanos, señaló que los excluidos sociales son, todavía, las principales víctimas de la violación de esos derechos. Un informe de la ONU mostró la expansión de las ejecuciones extrajudiciales en Brasil. El documento detalla el problema generalizado de las muertes cometidas por policías, de los escuadrones de la muerte, de los asesinatos de activistas de la cuestión agraria, y de las muertes bajo custodia en Brasil.
Un hecho positivo en ese ámbito en el país fue el lanzamiento del plan para combatir el trabajo esclavo, lanzado primeramente por Maranhão. El documento prevé acciones, medidas, servicios y emprendimientos que serán ejecutados.

Cuestión Indígena

Algunos pueblos indígenas tuvieron sus tierras homologadas como la reserva Munduruku, en el interior del Estado de Pará, que consiguió concretizar una victoria en una lucha que ya duraba más de 60 años: la homologación de 2.381 millones de hectáreas de tierras ancestrales, pasan a quedar bajo el dominio de aproximadamente 7 mil indios. Pero el Brasil fue denunciado en la OEA por la morosidad en la homologación de tierras indígenas

Los pueblos indígenas de Raposa Serra do Sol, en Roraima (Norte de Brasil), , terminan 2004 con un saldo positivo, a pesar de haber sido un año de muchos tumultos. A principios de diciembre, las preliminares que determinaban la homologación del área indígena en forma no continua fueron suspendidas por el Supremo Tribunal Federal (STF) y la decisión de la firma vuelve nuevamente a las manos del presidente Luis Inácio Lula da Silva.

 

Aunque todavía no haya una fecha definida, los líderes indígenas del lugar celebran la decisión del Supremo Tribunal, pero no descartaron la posibilidad de que haya más rechazos por parte de los terratenientes e indígenas contrarios a la homologación.

 

El clima ya era muy tenso en el área, pero la tensión aumentó después que el ministro de Justiça, Thomaz Bastos, anunció a fines de diciembre del 2003 que las tierras, finalmente, serían homologadas.

 

Desde entonces, los conflictos fueron constantes, con bloqueos de carreteras, secuestros de religiosos ligados al Consejo Indigenista Misionero, además de persecuciones y amenazas a los pueblos que viven en la región.

 

Dos comisiones oficiales se crearon para averiguar la situación y señalar alguna solución, pues en el área que tradicionalmente pertenece a los indígenas, existen varias haciendas de arroz, muchos caminos y hasta una ciudad. Los informes fueron enviados a la Comisión Especial de la Cámara de Diputados y sugirieron la homologación en área no continua – sugerencia rechazada vehementemente por los líderes indígenas.

Medio ambiente

En términos de energía limpia, el Brasil dio un paso acertado lanzando el Polo Nacional de Biocombustibles. Este tipo de combustible proviene de fuentes naturales y renovables, como los vegetales. El objetivo del Polo es reunir las investigaciones sobre energías renovables y ampliar la capacidad competitiva de Brasil en el sector.

Después de varias manifestaciones realizadas por entidades ambientalistas, a Japón le fue anulado el registro del nombre de la fruta cupuaçu, que iba a ser utilizado como marca comercial con exclusividad por la Asahi Foods y Cupuaçu International, multinacionales japonesas. Esta victoria histórica fue el resultado de una intensa campaña denominada «El Cupuaçu es Nuestro», llevada adelante por entidades que trabajan contra la biopiratería.

Movimientos sociales

Los damnificados por represas hicieron manifestaciones durante buena parte del año y en marzo consiguieron unificar la lucha en, al menos, 17 estados brasileros que se movilizaron haciendo bloqueos de caminos en varios lugares del país.

El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) consolidó su 20º aniversario cumpliendo el calendario de ocupaciones el Día Internacional de Lucha por la Tierra, celebrado el 17 de abril, lo que expresó el avance del movimiento en estas últimas dos décadas: 15.127 familias movilizadas en varios estados brasileros hasta el momento. (11687)

 

El sindicalismo brasilero vivió días agitados, asambleas, piquetes, marchas y huelgas. De los aproximadamente 405 mil bancarios en el país, más de 200 mil adhirieron a la huelga en 24 capitales y 107 ciudades del interior para exigir un 25% de aumento – desde 1995, el reajuste es inferior a la inflación. Casi 40 mil metalúrgicos del ABC paulista y otros 70 mil del interior de San Pablo también realizaron un movimiento similar para pelear por el mismo acuerdo de las montadoras – que garantizó un 4% de aumento real.

 

Salud

 

El informe de 2003 de la Onu Sida, programa que evalúa la cifra de los portadores del virus HIV y de las víctimas del Sida en todo el mundo, indicó que en América Latina y en el Caribe hay más de 2 millones de personas que viven con el virus. Brasil concentra la mayoría de los casos. Conforme el Programa Nacional de DST/Sida, fueron registrados 5.762 casos en el 2003.

 

Género

 

Fue lanzado el Programa «Brasil sin Homofobia«, una iniciativa inédita que propone políticas públicas específicas en las áreas de educación, salud, justicia, cultura y una Secretaría Especial de Derechos Humanos (SEDH), para los grupos homosexuales, bisexuales y transexuales.

 

Violencia

 

Este año también descubrimos que la expectativa de vida del joven brasilero es cada vez menor debido a la violencia. Mientras entre las dos últimas décadas (1980-2000), la tasa global de mortalidad de la población brasilera cayo de 633 por cada 100 mil habitantes a 573, la misma cifra relativa al sector joven creció, en el mismo período, de 128 a 133 individuos. El «Perfil del Joven Brasilero», desarrollado por el Instituto Ciudadanía, señaló la violencia, con un 55%, y el empleo con un 52%, como las cuestiones que más preocupan a los entrevistados. Las drogas y la educación vienen en seguida con el 24% y el 17%, respectivamente. El 20% de los entrevistados señalaron como mayor dificultad en ser joven la cuestión del acceso al empleo y a la renta.

 

El desarme fue una de las preocupaciones no sólo del gobierno federal, sino de toda la sociedad civil. El estatuto del desarme fue el puntapié inicial de la campaña que está siendo actualmente reproducida por la Argentina, donde cualquier portador de armas de fuego que desee deshacerse de la misma, puede entregarla al estado y recibe un determinado valor por el arma, sin necesidad de presentar ningún recibo.

 

El viernes de la Pasión estuvo marcada con sangre en las laderas y callejones de la mayor villa miseria de América Latina – la Rocinha– con casi 150 mil habitantes. Por lo menos 10 personas perdieron la vida. El conflicto fue desencadenado, después que integrantes de una banda, fuertemente armados, intentaron invadir los puntos de venta ilegales de otra.

 

Política

 

Después de una intensa crisis dentro del Partido de los Trabajadores (PT), donde algunos miembros fueron expulsados, parlamentarios e intelectuales, aprobaron por unanimidad, la formación de un nuevo partido político, a través de un documento titulado: «Por una Izquierda Socialista y Democrática». 

 

Hambre cero

 

A pesar de innumerables críticas y denuncias en relación con el funcionamiento del programa Bolsa Familia, el Programa Hambre Cero consiguió alcanzar las expectativas en algunos estados. El número de iniciativas desarrolladas por la sociedad civil para enfrentar la exclusión social en todos los niveles ha aumentado cada día, mostrando que la población, cuando está organizada, tiene un potencial desmedido para contribuir a la resolución de este tipo de problemas. El programa ha recibido innumerables contribuciones a través de proyectos desarrollados en pequeñas comunidades. Proyectos éstos que muchas veces ni tienen una relación directa con el gobierno federal, y sin embargo, terminan siendo colaboradores de peso, pues suman fuerzas.

 

Por medio de un primer análisis cualitativo del Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (Peti), uno de los principales programas del Hambre Cero, fue constatado que, a pesar de algunas adecuaciones importantes a ser realizadas, el programa se mostró positivo en el 98% de los municipios, que con el Peti, consiguieron reducir significativamente el trabajo infantil.

 

El gobierno según la sociedad

 

Después de un año de elecciones municipales y muchas expectativas frustradas, creció el último mes la sensación de malestar político en amplios sectores de la sociedad. El nuevo cuadro político-social muestra contradicciones en el campo popular, con diferentes iniciativas que todavía no consiguen articularse, y contradicciones también en el gobierno, que reafirman en el discurso sus compromisos populares y democratizantes y da algunas señales de volverlos efectivos. Algunas de esas señales son la propuesta de aumento real (aunque pequeño) para el salario mínimo, el combate de los «delitos de guante blanco» por la Policía Federal, y las promesas de finalmente abrir los archivos de los «años de plomo». 

 

En una escala de 0 a 10, el presidente Luis Inácio Lula da Silva recibió la nota 6 de la mayoría de los 60 periodistas escuchados por la consultora Macroplan sobre Brasil y el desempeño de sus gobernantes. La nota dada por los profesionales de prensa es considerada media. Y en relación con otras opiniones también informan que los periodistas se muestran optimistas en las cuestiones de políticas económicas y externa, mientras que cuando el asunto es la situación política general, la expectativa, sin embargo, es negativa.