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¿Revaluación del yuan o sepultura del dólar?

Fuentes: La Jornada

SI EL ACERCAMIENTO entre EU e India significó un tsunami geopolítico en el océano Indico (ver Bajo la Lupa, 24/7/05), el anuncio del abandono de la paridad fija con el dólar por China a favor de una «canasta de divisas» (todavía por definir, pero que serán el euro, el dólar y el yen, y quizá, […]

SI EL ACERCAMIENTO entre EU e India significó un tsunami geopolítico en el océano Indico (ver Bajo la Lupa, 24/7/05), el anuncio del abandono de la paridad fija con el dólar por China a favor de una «canasta de divisas» (todavía por definir, pero que serán el euro, el dólar y el yen, y quizá, a final de cuentas, el oro) constituye un tsunami geofinanciero, mucho más impactante que la minimalista revaluación a «flotación controlada» del yuan, popularmente conocido como renminbi.

SE CUMPLIO NUESTRO pronóstico sobre el abordaje «gradualista y armónico» en lo que se refiere tanto a la minimalista revaluación, más simbólica que efectiva, como a la desvinculación del yuan del dólar para cotizarse con una canasta de divisas (ver Bajo la Lupa: «EU: ultimátum financiero de seis meses a China», 25/5/05). A las mentes lúcidas del planeta no se les podía escapar la verdadera dimensión que encarna la «flotación dirigida» del yuan a una canasta de divisas que a final de cuentas puede incluir al oro, lo cual es mucho más relevante que la minimalista revaluación y sus consecuencias mercantilistas, que han capturado más la trivial atención publicitaria. No pasó inadvertido que Malasia -más conocida por ser la patria del ex premier Mahathir Mohamed, el azote de los monetaristas, que la aliada geofinanciera de China- haya desvinculado también su divisa (el ringgit) del dólar para imitar el mismo día los pasos del yuan, que seguramente serán seguidos por Sudcorea. Las reservas de Malasia y Sudcorea constituyen 272 mil millones de dólares, tercer lugar de Asia detrás de Japón y China, y cinco veces más que las reservas que tanto presume el hilarante Banco de México, tan dócil con sus amos de EU. El sagaz gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, fustigó la «volatilidad del dólar en los años recientes» como causal del ajuste (Scott Hillis, Reuters, 23/7/05). Una primera cuenta que se antoja es que con la revaluación minimalista del 2.1 por ciento, el obrero chino en una fábrica ganará ahora casi 66 centavos de dólar por hora, frente a 20.71 de su similar estadunidense. Si eso tiene contento a Baby Bush…

STEPHEN JEN, DE la correduría Morgan Stanley (21/7/05), aborda la dimensión de la desvinculación del yuan del dólar a favor de una canasta de divisas «mucho más importante que la revaluación». A juicio de Jen, adicto a la escuela monetarista anglosajona, «la canasta será dominada por el dólar» debido a la «ponderación comercial» y pudiera incluir cinco divisas con las siguientes ponderaciones: dólar de EU (27 por ciento), yen (31 por ciento); dólar de Hong Kong, que mantiene su paridad fija con el estadunidense (24 por ciento), euro (15 por ciento) y libra esterlina (4 por ciento). Es de notar que la suma de las «ponderaciones» de los dólares de EU y Hong Kong (que pertenece a China bajo la modalidad de «un país y dos sistemas») representa 51 por ciiento de tal canasta. Jen da por hecho que el yen seguirá vinculado a la esfera geofinanciera del dólar de EU, no se diga la libra esterlina, lo que coloca el margen de libertad de maniobra del yuan sólo en 15 por ciento del alicaído euro. La noticia impactante será cuando el dólar de Hong Kong se desvincule de su paridad fija con el dólar y deseche a la libra esterlina por el euro y el oro. Así las cosas, también en su desvinculación del dólar, China maneja su clásico gradualismo y no se dispara a los pies cuando posee las segundas reservas más importantes de dólares del planeta: del orden de más de 750 mil millones (después de Japón), y la segunda tenencia de Bonos del Tesoro de EU en manos foráneas (también detrás de Japón). Bajo la Lupa mantiene que la jugada maestra de China será cuando comience a incrustar el oro en su canasta.

ANDY XIE, OTRO analista de Morgan Stanley, considera que si bien el impacto económico será mínimo, «el financiero será enorme» debido a los vaivenes del «dinero caliente» (hot money) que así como puede fugarse puede aglomerarse conforme se asienten las percepciones de ganancias especulativas. Este punto es fundamental y ha sido tomado en cuenta por el muy precavido Banco Central de China, que no vislumbra la «plena convertibilidad», sino en «cinco años» como plazo mínimo (Bloomberg, 26/7/05).

LAS REVALUACIONES MINIMALISTAS por venir serán graduales y armónicas a los entornos doméstico e internacional y, sobre todo, no serán presa fácil de la rapiña de los especuladores anglosajones, válgase la tautología. Xie manifiesta que en vísperas de la visita del presidente chino a EU, lo mejor radica en la «mejoría de las relaciones sino-estadunidenses después de su acelerado deterioro». El anuncio chino se escenificó a unos días de la apertura de las negociaciones hexapartitas para la desnuclearización de la península coreana, donde el insolente unilateralismo bushiano ha diluido su vino retórico. China no pudo haber cedido, aunque sea en forma minimalista y simbólica, no se diga después de las dos bofetadas proteccionistas que recibió en pleno rostro en su aventura adquisitiva de dos empresas de EU, sin nada a cambio en su frontera coreana. Es muy probable que conforme avancen las negociaciones sobre el destino de la península coreana, patio trasero geopolítico de China, el yuan se ajuste al doble o al triple de su primer movimiento revaluatorio en el lapso de un año, lo cual, de paso, evitará las imprecaciones, más las sanciones de la enmienda Schumer (que exige una absurda revaluación de 27.5 por ciento) del «nacionalismo económico» del hipócrita Congreso de EU, que aplica dos pesas y mil medidas en el mundo.

STEPHEN ROACH, JEFE de economistas de Morgan Stanley (25/7/05), aduce que «desde la crisis financiera de 1997-98, Asia se convirtió en una región sinocéntrica», por lo que las «divisas asiáticas reflejarán los ajustes del yuan». El estímulo doméstico, que dispone de enormes ahorros (38.2 por ciento de promedio regional en 2004), suplirá la merma exportadora. Roach cita las azorantes cifras sobre reservas asiáticas reportadas por el Banco Internacional de Pagos, que «alcanzaron 2.4 millones de millones de dólares en febrero de 2005, alrededor de 64 por ciento del total mundial», básicamente compuestas en dólares, cuando la «participación de EU corresponde a 30 por ciento de la economía global», lo cual «no es sostenible».

EL REPORTERO NICK Godt (thestreet.com, 22/7/05) considera que los «días del dólar fuerte están contados y las tasas de interés de largo plazo podrían elevarse en forma substancial en EU», lo que haría estallar la burbuja de los bienes raíces. Un gran comprador de los Bonos del Tesoro de EU cesará de hacerlo, lo que ha golpeado a la otra burbuja de los bonos. A juicio de Godt, la composición de la canasta de divisas que adoptará China será reflejo de su comercio global: 18.5 por ciento con la Unión Europea, 18 por ciento con Japón y 17.5 por ciento con EU (que tenderá a decrecer por la revaluación del yuan, que encarece sus importaciones). Jim O’Neill, jefe de investigadores de la correduría Goldman Sachs, que apuesta a una mayor revaluación del yuan a corto plazo debido a «sus necesidades gemelas de estabilizar su superávit en la balanza de pagos y obtener la aceptación internacional (sic) a su régimen cambiario», se adelantó a las amenazas que asegura propinarán la Secretaría del Tesoro de EU y su Congreso, quienes considerarán insuficiente el ajuste del yuan (Financial Times, 25/7/05).

JOSEPH STROUPE, EDITOR en jefe de Geostrategymap (24/7/05), destaca el «abandono del dólar por China, la revinculación a una canasta de divisas, y la atracción por China de las otras economías asiáticas fuera de la esfera de influencia del dólar», lo que en su conjunto asienta la «realidad de la ascendencia económica euroasiática en el planeta: el centro del poder económico se mueve rápidamente de EU a Eurasia. Los bancos centrales mundiales disminuyeron la compra de Bonos del Tesoro estadunidenses en los pasados seis meses: 6 mil 800 millones en mayo, comparados con 13 mil 900 en abril» (una caída abrupta). El único que compra la chatarra estadunidense es Guillermo Ortiz Martínez, rodeado por sus cerca de 350 inservibles economistas del Banco de México.

STROUPE AUGURA ESTREPITOSO desplome del dólar y un alza de las tasas de interés en EU para intentar atraer la irresistible fuga de capitales, y afirma que la desvinculación mundial de los amarres al dólar comporta un «significado enorme» porque «EU está perdiendo las fuentes oficiales de financiamiento de sus déficit y sus desequilibrios», mientras las reservas de Rusia y China se han acumulado muy rápido en los pasados 18 meses y han alcanzado más de un millón de millones de dólares. La palabra mágica de hoy es «diversificación», y lo más interesante es que ha ocurrido sin necesidad de deshacerse de los Bonos del Tesoro. El «punto saliente» para Stroupe: «se ha creado un nuevo centro económico de poder alterno, inclusive militar, a EU». Luego de mofarse de los «analistas» anglosajones, que alardean de la «invencibilidad de EU y su modelo económico» y se han agotado en profetizar el «aterrizaje duro» de China con «levantamientos sociales», resalta la dimensión estratégica de la coordinación financiera del «eje sino-ruso», que se aleja del dólar, lo que «empuja a EU a la defensiva». Peter Schiff, estratega global en jefe de Euro Pacific Capital Inc. (SafeHaven, 22/7/05) es muy pesimista respecto al dólar: «en ningún lugar será más pronunciada la amplitud de los oleajes que en EU», el cual perderá su principal benefactor que le subsidia sus extravangancias financieras. La revaluacion del yuan es un «primer paso que puede llevar, después de la flotación, a la fijación con el oro», lo que implica el «declive del dólar», al unísono de «daños devastadores en las finanzas de EU». Más que estar preocupados por la suerte del yuan, el unilateralismo bushiano debería estarlo en referencia a la agonía de su divisa. Schiff concluye en forma dramática que el 21 de julio «será recordado en la historia como el inicio de la independencia de China, y el comienzo de la habilidad de EU para depender de China». Amén.