«Tenemos inquietudes sobre las actividades del gobierno venezolano, pero este no es un viaje sobre Venezuela sino sobre el futuro del hemisferio», afirmó en Bogotá, horas antes de viajar a Santiago de Chile para una cita hemisférica, la secretaria de Estado (ministra de Relaciones Exteriores) estadounidense Condoleezza Rice
Mientras tanto, el presidente venezolano Hugo Chávez, nuevo dolor de cabeza para Estados Unidos en la región, llegaba a La Habana para instalar junto a su par cubano Fidel Castro, adversario de Washington por más de cuatro décadas, las oficinas de operaciones petroleras en el Caribe del grupo estatal Petróleos de Venezuela, Pdvsa.
Pdvsa-Cuba firmó con el ente Cuba Petróleo (Cupet) acuerdos para unir esfuerzos en la exploración, producción, refinación y comercialización de petróleo. Pdvsa almacenará hasta 600.000 barriles de crudo y derivados en depósitos que se construirán en la noroccidental provincia cubana de Matanzas, y en Cuba se envasarán lubricantes con destino a distintos mercados del Caribe.
En Brasilia, primera escala de su viaje regional que culminará este viernes en El Salvador, Rice fustigó al gobierno de Cuba por ejercer «opresión sobre su pueblo», y destacó que «cuando los países democráticos de la OEA (Organización de Estados Americanos) nos reunimos, hay una sola silla vacía», el asiento que debía corresponder a La Habana, suspendida desde 1962.
Rice también exploró en Brasil la posibilidad de continuar negociando el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), un tema que Brasil considera prácticamente fuera de su agenda, pero Washington mostró que de todas formas impulsará el comercio abierto, aun apelando a convenios bilaterales con cada país.
En cambio, Chávez considera que «el Alca ya está prácticamente muerto», y que en su lugar los latinoamericanos deben abrir espacio a la Alba (Alternativa Bolivariana de las Américas), un bosquejo de acuerdos de cooperación económica y social que hasta ahora sólo Cuba ha aceptado desarrollar.
«Cuando el Alca anexionista retrocede, el Alba avanza con proyectos concretos para el desarrollo de los dos países», dijo la ministra cubana de Comercio, Bárbara Castillo, mientras Chávez desembarcaba en la isla.
Hace una semana se realizó en Caracas una reunión de empresarios venezolanos y cubanos, y este jueves Castro y Chávez instalaron en La Habana un encuentro similar, dirigido a incrementar el intercambio bilateral.
Cada país se comprometió a colocar 200 millones de dólares en un fondo que promoverá las exportaciones de productos venezolanos a Cuba y viceversa.
El núcleo de los negocios bilaterales es el suministro de 53.000 barriles (de 159 litros) diarios de crudo venezolano a Cuba, con financiamiento a muy largo plazo de parte de la factura, y a cambio la isla ha enviado a Venezuela a casi 20.000 profesionales, entre médicos, odontólogos, entrenadores deportivos y técnicos agrícolas, para ayudar al desarrollo de programas sociales, educativos y azucareros lanzados por Caracas
Pero el ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, dijo que ha vendido a Cuba hasta 80.000 barriles por día.
El diputado opositor venezolano Julio Montoya, de la comisión de Energía del parlamento, dijo que Cuba utiliza sólo una parte del petróleo que compra a Venezuela y revende el resto a otros mercados para incrementar sus ingresos de divisas, amén de que comercializa alimentos que Venezuela adquiere en terceros países.
El ex ministro venezolano de Energía y también opositor Humberto Calderón señaló a IPS que «las nuevas oficinas de Pdvsa en Cuba no tienen sentido porque con nuestra ubicación geográfica en el sur del Caribe no hace falta una sucursal tan cerca. Es una carantoña (halago) para complacer a Fidel Castro».
Si Chávez fue portador de un espaldarazo petrolero a Cuba, Rice trajo nuevas finanzas a Bogotá, tras anunciar que el Plan Colombia, de combate militar, policial y social a la guerrilla y el narcotráfico, recibirá este año otros 600 millones de dólares, adicionales a los 3.300 millones de dólares entregados desde 2000.
«El Plan Colombia formal llega a su fin, pero nuestro compromiso no», dijo Rice tras reunirse con el presidente colombiano Álvaro Uribe. «Colombia va en camino hacia una mayor seguridad, hacia la solución al problema del narcotráfico, que es un camino largo y difícil pero en el que los colombianos han tenido éxito», aseveró.
Rice elogió las políticas colombianas para reducir las áreas cultivadas con drogas y su política de extradición de narcotraficantes.
El hemisferio americano del futuro «debe ser uno basado en el libre comercio, en el cual haya desarrollo y crecimiento económico, pero donde primeramente se respeten los criterios democráticos, donde los gobiernos que se eligen gobiernen democráticamente», insistió Rice, quien considera a Caracas y La Habana como «lunares» en ese sentido.
La funcionaria ha precisado que sus críticas a Venezuela son respecto de la conducta con sus vecinos (roces con Bogotá, distancia con el Plan Colombia, amistad con La Habana y supuesta simpatía hacia la guerrilla colombiana), pero también por el modo en que el gobierno de Chávez se comporta ante sus opositores y los grandes medios de comunicación privados (todos propiedad de opositores).
El canciller venezolano Alí Rodríguez dijo este jueves en Santiago de Chile que el aislamiento que ha pretendido imponer Estados Unidos a su país «ha resultado un profundo fracaso, y esperamos que (Washington) rectifique su actitud».
«No encontramos ninguna razón para ese comportamiento del actual gobierno norteamericano hacia Venezuela, hacemos intentos para normalizar la relación, pero no ha sido fácil y parece que no será fácil», dijo Rodríguez.
También se refirió a las constantes críticas de la Casa Blanca, los departamentos de Estado y de Defensa, y el Comando Sur estadounidense (responsable de las actividades militares en 32 países de América Central, el Caribe salvo Cuba y América del Sur) porque Venezuela decidió adquirir 100.000 fusiles AK 103 y 10 helicópteros a Rusia, así como naves patrulleras y aviones militares a España y Brasil.
El ministro de Defensa de Colombia, Jorge Uribe, acusó esta semana a Venezuela de propiciar el desequilibrio armamentista en el área andina con esas compras, lo que ocasionó una airada reacción de Venezuela: Chávez le calificó como «peón del imperio» y el vicepresidente José Vicente Rangel le llamó «felón».
«Me parece un sarcasmo que una potencia que ha construido armas nucleares suficientes para destruir varias veces todo signo de vida en el planeta nos acuse de estar armándonos», dijo Rodríguez mientas aguardaba la reunión de la OEA en Santiago.
Venezuela se convirtió en el décimo país que ratifica la Convención Interamericana para la Transparencia en la Adquisición de Armas Convencionales, adoptada en Ciudad de Guatemala en 1999.
Los otros son Argentina, Canadá, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay. Colombia y Estados Unidos no han ratificado ese pacto.