Los conservadores británicos más euroescépticos se han movilizado ante la posibilidad de que Reino Unido intente un acuerdo al estilo de Suiza para paliar algunos de los efectos negativos de su salida de la UE
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha mantenido abierta la puerta a buscar una relación más estrecha con la Unión Europea al tiempo que ha tratado de aplacar a los airados partidarios del Brexit en su propio partido. Para ello ha fijado una línea roja sobre el alineamiento con las normas comunitarias y ha señalado que Reino Unido debe seguir siendo libre de establecer sus propias regulaciones.
El primer ministro británico ha intentado disipar las especulaciones de que altos cargos del Gobierno están considerando un acuerdo “al estilo suizo” con Bruselas que exigiría la alineación, al menos temporalmente, de las normas alimentarias y agrícolas.
El periódico The Sunday Times informó que hay altos cargos del Gobierno revisando un acuerdo comercial que la UE ofreció el año pasado. Dicho acuerdo elimina el 80% de los controles entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña y abre el acceso al mercado único europeo.
Las informaciones sobre este tipo de medidas han irritado a diputados conservadores, a altos cargos del Grupo de Investigación Europea (partidarios del Brexit) y al ministro de Sanidad, Steve Barclay, lo que llevó a Downing Street a desmentirlo oficialmente el domingo por la tarde.
Al abordar la polémica por primera vez en público, Sunak ha tratado de subrayar sus credenciales como alguien que hizo campaña a favor del Brexit en el referéndum de 2016 y ha hablado de la necesidad de poner en práctica los “enormes beneficios y oportunidades” del Brexit.
“Bajo mi liderazgo, Reino Unido no asumirá ninguna relación con Europa que dependa de la alineación con la legislación comunitaria”, dijo Sunak a un grupo de empresarios durante su intervención en la sesión anual de la Confederación de la Industria Británica.
“Necesitamos regímenes normativos adecuados para el futuro que garanticen que este país pueda ser líder en los sectores que van a crear los puestos de trabajo y el crecimiento de ese futuro. Y tener la libertad regulatoria para hacerlo es una importante oportunidad del Brexit”, dijo.
Marcha atrás
Aunque ministros como Michael Gove han dicho una y otra vez que Reino Unido mantendría estándares alimentarios y agrícolas iguales o más exigentes que los de la UE, cualquier acuerdo formal sería percibido como una forma de dar marcha atrás al acuerdo comercial alcanzado con la Unión Europea.
Aun así, Sunak ha dejado abierta la posibilidad de intentar reducir las barreras comerciales con la UE, un problema importante para las empresas que se enfrentan a una mayor y costosa burocracia, así como a la escasez de trabajadores en Reino Unido tras el fin de la libertad de circulación. El primer ministro no ha negado que Reino Unido esté buscando una relación más estrecha con Bruselas para resolver esos problemas.
Aunque no ha querido pronunciarse sobre si el Gobierno está dispuesto a conceder más visados a trabajadores cualificados para solucionar la escasez de mano de obra, Sunak ha dicho que quería frenar el número de personas que cruzan el Canal de la Mancha de forma irregular. Sunak ha sugerido que es vital “reconstruir el consenso público” antes de pasar a los problemas con la “migración legal”. “Si lo hacemos, creo que podemos ganar la carrera mundial por el talento. Y no me arrepiento de querer ofrecer un sistema de inmigración altamente competitivo para los mejores y más brillantes. Eso es lo que vamos a hacer”.
Antes de su discurso, el presidente de la Confederación de la Industria Británica, Tony Danker, había instado a Sunak a resolver el estancamiento del protocolo de Irlanda del Norte y a eliminar las barreras “contra el crecimiento”.
“La gente argumenta en contra de la inmigración, pero es lo único que ha aumentado nuestro potencial de crecimiento desde marzo”, dijo Danker. “Seamos sinceros, no tenemos la gente que necesitamos, ni la productividad”.
El modelo de Suiza
Mark Price, ex secretario de Estado de Comercio tory que ocupó el cargo inmediatamente antes y después del referéndum de 2016, dijo que entonces visitó Suiza “para tratar de entender cómo los suizos a lo largo de 30 años habían construido una relación con la UE donde estaban en el mercado único, pero todavía tenían soberanía sobre su propia legislación”.
“Siempre he pensado que si no íbamos a reincorporarnos a la UE o a convertirnos en miembros del Espacio Económico Europeo, lo que significa que tendríamos que adoptar de nuevo toda la legislación de la UE, el modelo suizo era la forma correcta de avanzar”, dijo en declaraciones a Radio 4 de la BBC.
Price dijo que Suiza tenía 120 acuerdos bilaterales con la UE construidos a lo largo de 30 años. “Para llegar a eso hay que empezar con una buena relación con la UE. Tenemos que dejar de ser un vecino ruidoso y empezar a ser un vecino cooperativo”.
Las repercusiones del Brexit han vuelto a ser el centro de atención porque Reino Unido es el único país del G7 que aún no ha recuperado los niveles de crecimiento previos a la pandemia. El ministro de Economía británico, Jeremy Hunt, sugirió hace poco que eliminar barreras arancelarias impulsaría el crecimiento.
El exlíder del Brexit Party, Nigel Farage, sugirió que podría volver a la primera línea de la política si hubiera una “traición al Brexit”. “No descarto nada”, dijo al tabloide The Sun.
Hay quien dice que la circulación de estos rumores puede haber tenido como objetivo comprobar hasta qué punto los diputados del Grupo de Investigación Europea (euroescépticos) se resistirían a una relación más estrecha con la UE en la difícil coyuntura económica que atraviesa Reino Unido.
Traducción de Javier Biosca