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Robin de los bosques o la justicia fiscal

Fuentes: Rebelión

Ante el próximo G20, se está haciendo una movilización muy importante tratando de que a efectos de ordenar el sistema financiero, controlarlo y además obtener fondos para mantener los sistemas sociales y poder luchar contra la pobreza y el cambio climático etc., se impongan unos impuestos sobre las transacciones especulativas financieras de dinero, que ni […]

Ante el próximo G20, se está haciendo una movilización muy importante tratando de que a efectos de ordenar el sistema financiero, controlarlo y además obtener fondos para mantener los sistemas sociales y poder luchar contra la pobreza y el cambio climático etc., se impongan unos impuestos sobre las transacciones especulativas financieras de dinero, que ni tributan, ni aportan nada a la sociedad, salvo beneficios a bancos y especuladores.

Hablando muy claro, los ricos del mundo y los grandes fondos de inversión, no pagan impuestos.

Estamos pues ante un acto de injusticia y de insolidaridad, que hay que remediar y ponerle coto. Pero también proponemos una solución alternativa, real y posible a la crisis económica mundial. Los bancos y los financieros son los que han provocado esta crisis, que tanto paro, quiebras y ruina está produciendo sobre todo en Occidente y en el mundo empobrecido. Los ITF, basados en la filosofía y la propuesta de Tasa Tobin, pretenden regular y controlar los flujos de capital, además de recaudar, por eso tienen tantos enemigos en especial entre todos los poderosos.

Dicho esto y que esta campaña es muy amplia y plural, hay que aclarar, que en opinión de ATTAC y la mía propia, aplicar un impuesto a los capitales transnacionales y no suprimir a la vez los Paraísos Fiscales, es como meter agua en un cesto. No podemos poner un impuesto en marcha y además dejar una espita para que bancos y fondos de inversión burlen la fiscalidad a través de los citados territorios fuera de control.

Los Paraísos Fiscales son el verdadero cáncer del sistema-mundo económico y de hecho la mayoría de los bancos privados tienen en ellos sucursales o segundas marcas. Así pues ITF y la no supresión de estos territorios piratas son incompatibles. Entiendo que esto hay que dejarlo claro o bien se perderán muchos posibles ingresos.

ATTAC que lleva ya años en esto, y de hecho comenzó esta lucha, lo debe decir alto y claro y, al menos personalmente, deseo clarificar que esta campaña, opino, no es robar a los ricos para dárselo a los pobres como hacía Robin Hood; es impedir que los ricos sigan robando a los pobres, a las clases populares y a la sociedad en su conjunto al no pagar impuestos y por tanto no contribuir a mantener los estados sociales y/o del bienestar, a la lucha contra el hambre y la pobreza, al desarrollo sustentable y posible y a la defensa de la madre tierra.

Las finanzas son el corazón del sistema y por tanto hay que controlarlas por el bien común y para lograr otro mundo. Las finanzas además deben estar al servicio de la economía productiva y no ser un fin en sí mismas. Por todo eso ATTAC reclama la socialización o democratización de la banca y su control público. Por eso ATTAC exige la justicia fiscal global y también acabar con la pobreza, pero con toda la pobreza, esté donde esté.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.