El Ministerio de Recursos Naturales ha anunciado que revisará los contratos de reparto de la producción de los yacimientos petrolíferos de Sajalín porque supuestamente no son rentables. Además, la participación de las compañías rusas en los consorcios de Sajalín se propone aumentarla hasta un 51%, y los expertos no dudan que la iniciativa será exitosa.La […]
El Ministerio de Recursos Naturales ha anunciado que revisará los contratos de reparto de la producción de los yacimientos petrolíferos de Sajalín porque supuestamente no son rentables. Además, la participación de las compañías rusas en los consorcios de Sajalín se propone aumentarla hasta un 51%, y los expertos no dudan que la iniciativa será exitosa.
La mayor indignación del Ministerio de Recursos Naturales la provocó el estado de cosas en ‘Sajalín-2’, que pertenece a ‘Shell’ (55%), ‘Mitsui’ (25%) y ‘Mitsubishi’ (20%) y es el mayor proyecto por la magnitud de inversiones en la economía rusa (los operadores mencionan $20.000 millones). También ha provocado disgustos el yacimiento Jariaguinski controlado por la compañía francesa ‘Total’ (50%), que ‘lleva a cabo una explotación rapaz del yacimiento y transgrede las leyes rusas’, reza un comunicado del Ministerio. En el proyecto ‘Sajalín-1’, cuyo operador es ‘Exxon-Mobil’ (30%) y las inversiones declaradas rondan los $12.000 millones, participa la empresa rusa ‘Rosneft’ (20%).
Las amenazas del Ministerio de Recursos Naturales se escucharon el mismo día en que el presidente Putin manifestara, en la cumbre Rusia-Unión Europea, que el mundo occidental podía considerar a Rusia un socio de confianza en el área energética.
‘El riesgo para los inversores extranjeros consiste en que se producen cambios en las reglas de juego, y son cambios muy seguidos’, comenta Mijail Armiakov de la compañía de inversiones ‘RIM’. Hizo recordar que los proyectos de Sajalín habían arrancado en los años 1990 cuando el Estado no tenía medios propios. Pero la situación ha cambiado y ya no se necesitan participación ni inversiones extranjeras, expresó.
‘Por un lado, una acrecida participación del Estado en la industria petrolera es ineficaz, pues existe el riesgo de que este sector se ‘hunda’ como había ocurrido en los años noventa -dice Maxim Shein de la compañía de inversiones ‘BrokerCreditService’-. Por otro lado, Rusia es un país influyente y resultaría peligroso, desde el punto de vista de la seguridad, permitir que los extranjeros tomen excesiva participación en la extracción del petróleo’.
Los expertos no dudan que el Estado ya controlará los yacimientos de una manera u otra. ‘La participación de Rusia podría aumentar mediante la compra de una parte mayor’, estima Armiakov. Shein, a su vez, señala que la variante más probable sería el intercambio de los activos.