Recomiendo:
0

Sabino Romero Izarra… su claridad histórica, su pueblo, su vida y sus asesinos

Fuentes: Rebelión

Comprender las causas y encontrar la totalidad de los culpables del asesinato del líder y cacique indígena yukpa SABINO ROMERO IZARRA, no es cosa fácil, la complejidad de la situación existente en la Sierra de Perijá amerita hacer una revisión de elementos relevantes de orden económico, político y cultural. Intentaremos dar una panorámica general de […]


Comprender las causas y encontrar la totalidad de los culpables del asesinato del líder y cacique indígena yukpa SABINO ROMERO IZARRA, no es cosa fácil, la complejidad de la situación existente en la Sierra de Perijá amerita hacer una revisión de elementos relevantes de orden económico, político y cultural. Intentaremos dar una panorámica general de la situación esperando encontrar un apoyo consciente y contundente para solicitar al gobierno venezolano se tomen las medidas urgentes para evitar más muertes, hacer justicia a Sabino y a su incansable lucha.

Los yukpa , grupo étnico de filiación lingüística Caribe, habitan en la frontera colombo – venezolana. La historia social de este pueblo gira en torno a su territorio, es a partir de la lucha por las tierras que se han mantenido las noticias de este grupo indígena. Desde el primer contacto histórico, registrado, de los pueblos indígenas que habitaban la parte occidental del actual estado Zulia con las tropas de Ambrosio Alfinger, entre 1530 y 1534, inicia un proceso de enfrentamientos violentos entre los colonizadores y los pueblos indígenas, que obligo a estos últimos a refugiarse en la Sierra de Perijá.

La Sierra de Perijá… el territorio apetecido

El territorio yukpa ha estado en por lo menos los últimos tres siglos de Norte a Sur entre el río Apón y las márgenes nortes del río Santa Rosa, respectivamente, puesto que las reducciones se han dado en dirección este – oeste, despojándolos de casi la totalidad de las tierras bajas. Actualmente ocupan las cuencas de cuatro ríos que surcan las estribaciones centrales de la serranía de Perijá, abarcando los Municipios Rosario y Machiques de Perijá del Estado Zulia.

Desde la promulgación de la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas , los habitantes de cada cuenca han tomado fuerza e iniciaron la reocupación de los espacios planos que aspiran les sean entregados oficialmente, como una solución definitiva a la conflictividad permanente. Pues en la actualidad existen muchos planes para la utilización de los territorios perijaneros, pero en ninguno de ellos se contempla la vida digna de los propietarios verdaderos y ancestrales. Ganaderos y paceleros, en su mayoría con una mentalidad desarrollista pero con prácticas cuasi que medievales aspiran miles de hectáreas para producir la leche y la carne que en países tecnificados se produce en escasas centenas. Los mineros que sueñan con reventar esa serranía para sacar carbón y cualquier otro mineral, que seguro dejara pocos ingresos y mucha destrucción ecológica y sociocultural.

Para los yukpa la carencia de tierras aptas para el desarrollo de las actividades socioeconómicas tradicionales constituye el más grave de todos los problemas. La reducción de su territorio ancestral que se inició en la época colonial aún no ha concluido.

En el ir y venir en defensa de sus tierras, varios ha sido los argumentos utilizados para descalificar la legitimidad de la lucha yukpa, en algunos casos se les ha acusado de ser aliados de la guerrilla, cuando la verdad es que los miembros de este pueblo sufren cotidianamente las consecuencias del conflicto armado en la frontera, perdiendo la posibilidad de recorrer parte de los espacios que les han quedado, viéndose obligados a entregar los alimentos, que logran conseguir para la manutención de sus familias.

Otro argumento, es la afirmación de que estos no son productivos y que al entregarles las tierras se pone en peligro la seguridad alimentaria de la región y del país, pues en esa haciendas supuestamente se produce la carne y leche que nos alimenta, cuando la verdad es que la mayoría de las tierras solicitadas por los yukpa son subutilizadas o improductivas, muchas han sido relativamente abandonadas por sus propietarios. Otra verdad que se oculta en este argumento es que la totalidad de las tierras solicitadas por los yukpa escasamente supera el 1% del total de los espacios que actualmente son haciendas y que un grupo muy pequeño de familias se atribuye como propiedad.

Chaktapa… la punta de la lanza indígena yukpa

En lucha del pueblo yukpa por sus territorios la fundación de la comunidad Chaktapa es un caso emblemático, esta se ubica en espacios que ancestralmente les pertenecieron, pero que en los últimos años se atribuyeron a la hacienda Tizina.

Este conflicto se inicia a mediados de los años 70 cuando un grupo de familias yukpa, bajan de la cuenca alta del río Laja de la Sierra de Perijá y ocupan de nuevo sus tierras en los alrededores de las haciendas. A partir de este momento el jefe de la comunidad, Sabino Romero Izarra, ha sido objeto de diversos atropellos y persecuciones, grupos de hombre armados llegaban hasta la comunidad a buscarlos, era perseguido en sus traslados desde la comunidad hasta las ciudades, fue varias veces golpeado, en varias oportunidades las viviendas construidas por los habitantes de la comunidad fueron quemadas al igual que sus cultivos; a Sabino se le entregaron citaciones y se le enviaban amenazas de muerte con cualquier miembro de las comunidades cercanas, hasta el punto de que en una época debió trasladarse con su familia hasta la ciudad de Caracas para evitar ser asesinado, allí vivió de la venta de artesanía mientras buscaba apoyo para resguardar su vida.

Muchos han sido los yukpa que han pagado con su vida la defensa de sus tierra, tal vez muchos venezolanos que no están cerca de los territorios indígenas creen que las llamadas correrías de indios en las cuales se asesinaba a los miembros de un grupo étnico sin que hubiera ninguna consecuencia legal han terminado, que corresponden a un periodo de conquistadores extranjeros y guerras muy lejanos, que nada tienen que ver con estos tiempos que consideramos modernos, pues este es un error, hoy se siguen matando indígenas amparados en el poder económico y los contactos políticos, un ejemplo de ello es el caso del padre del Cacique Sabino Romero Izarra de nombre de José Manuel Romero, de aproximadamente 98 años, quien murió días después de una golpiza propinada por un hacendado con su propia escopeta, el cual está plenamente identificado pero sigue en libertad.

Según atestiguan miembros de la comunidad de Chaktapa, que presenciaron el hecho, el día 7 de Julio de 2008, uno de los hacendados presuntamente propietario de la hacienda Kusare, llego a la comunidad acompañado de 6 sicarios armados buscando al Cacique Sabino Romero; al no encontrarlo agredieron a las mujeres, niñas y al viejo José Manuel Romero, que descansaba en su hamaca, este fue «levantado por la camisa desde donde se encontraba sentado, cacheteado, arrastrado y planeado por el hacendado, quien luego lo lanzó al suelo», posteriormente el día 19 de julio fue llevado al hospital de Machiques de allí lo trasladaron a Maracaibo y murió el 22 de julio.

En una de las ultimas grabaciones efectuadas a este líder indígena, hechas por grupos de apoyo provenientes de la Universidad Bolivariana de Venezuela y de la Universidad del Zulia, quienes se apersonaron en la comunidad para registrar los sucesos, que los medios de comunicación privados no registran, se ve al Sr. José Manuel con la cara pintada de negro en señal de guerra exigiendo justicia, pero esta no le llego en vida, pues los golpes, las humillaciones y el estado de alteración que genero la irrupción de estas personas en sus propias viviendas le trajo inevitablemente la muerte.

El día 13 de octubre de 2009, un día después que representantes del gobierno nacional hicieran entrega de títulos de propiedad colectiva a los miembros de tres comunidades (Shirapta, Aroy y Tinacoa) como producto del avance del proceso de demarcación, en un contexto convulsionado, de enfrentamientos, intervención de agentes externos, divisiones y desacuerdos entre los miembros de las comunidades indígenas, se produce un enfrentamiento claramente relacionado con el proceso de demarcación del territorio entre los miembros de las comunidades de Chaktapa y Guamo Pamocha, dejando como resultado dos personas muertas, varios heridos y detenidos, entre ellos dos miembros de la comunidad Chaktapa Sabino Romero Izarra (Cacique) y Alexander Fernández Fernández.

Durante todo el proceso las autoridades gubernamentales negaron públicamente la relación entre este hecho y el proceso de demarcación, sin embargo la forma en fue tratado el caso hace suponer que a lo interno de las instituciones si se reconocía la relación, entre las situaciones que revelan esta presunción se encuentran hechos relacionados con la forma en que fue trasladado, aislado e incriminado el líder Sabino Romero Izarra, reconocido por los miembros de las comunidades yukpa como el pilar fundamental de resistencia y oposición a la forma como se adelanta el proceso de demarcación indígena, así mismo la incriminación que se hizo a través de los medios de comunicación en contra del Prof. Lusbi Portillo y los miembros de la ONG Sociedad Homo et Natura, quienes han participado activamente en apoyo de los lideres yukpa que se encuentran descontentos con los ritmos, mecanismos y resultados del proceso de demarcación.

Perseguidos, humillados, amenazados, constantemente trasladados Sabino Romero Izarra y Alexander Fernández Fernández estuvieron presos 18 meses, luego de un juicio con muchas manipulaciones legales y gracias a la presión de los movimientos sociales resulto en la liberación de los detenidos.

Quebrar a la organización propia… formas de penetración política

La incapacidad del gobierno nacional para otorgar territorios a los pueblos indígenas, territorios en el sentido verdadero de la palabra, territorios continuos como pueblos tal como se les hizo creer al inicio del proceso de demarcación, se fue profundizando, la libertad de Sabino y Alexander vino a comprometer aún más la situación para los entes gubernamentales.

Vuelve Sabino al frente de su comunidad, retoma Chaktapa su lugar como punta de la lanza indígena yukpa que hace visible y pública las promesas incumplidas, las manipulaciones y los engañosos títulos entregados .

La necesidad de acallar las dudas y la resistencia llevo a los entes gubernamentales, en las manos ejecutoras del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas de Venezuela , a profundizar las formas de penetración política que garantizaran la división del pueblo yukpa y por tanto su control sobre las comunidades. La vía más expedita, ya que la criminalización de los líderes y aliados no había resultado tan efectiva como se esperaba, se orientó a fortalecer las nuevas instancias de poder y formas de organización producto de una iniciativa netamente externa. La creación de los denominados «Caciques Mayores», figura que tiene su origen en el proceso de demarcación del territorio yukpa, que consiste básicamente en otorgar y reconocer desde afuera de las comunidades, un poder especial a los jefes de los centros pilotos, debilitando de esta manera los procesos tradicionales que apuntaban al consenso y a la igualdad entre todas las comunidades que conformaban una red.

Estas y otras acciones gubernamentales sistemáticas dividió a los miembros de las comunidades (y a las comunidades mismas) entre: a) aquellos que apoyaban las acciones gubernamentales, que eran los mismos que tenían derecho a ser funcionarios de gobierno léase «cacique mayores», viceministros indígenas y/o beneficiarios de diversas formas de apoyo financiero con el otorgamiento de proyectos y créditos selectivos; y b) aquellos que no se sentían satisfechos con el proceso de demarcación, quienes por ser críticos eran excluidos por propios y extraños de toda política social, incriminados y catalogados de obstáculo para el desarrollo del pueblo yukpa como tal.

Sabino y su claridad histórica

En este segundo grupo se encontraba y encuentra la comunidad de Chaktapa, con Sabino a la cabeza.

Con las comunidades fuertemente divididas, la presiones gubernamentales para lograr la aprobación de sus políticas erradas, el apoyo de medios de comunicación que seguían generando y difundiendo matrices de opinión para incriminar a Sabino y todos los miembros de su comunidad, la situación de conflictividad en la sierra se fue agudizando, los habitantes de Chaktapa vivían en constante tensión, hasta el extremo que los hombre dormían en los árboles para prevenir las incursiones de quienes seguro venían a asesinarlo. Estas precauciones no evitaron que el sábado 23 de junio de 2012 un grupo de hombres armados sometiera a Alexander y José Luis Fernández Fernández, y a Leonel Romero, los secuestran, los llevaran al monte y les dispararan a mansalva. Chaktapa pierde a otros tres de sus miembros.

Aun con todo el dolor que puede significar perder a familiares y compañeros, la férrea voluntad y la claridad histórica de Sabino Romero Izarra no fue quebrantada, por el contrario su convicción de que el otorgamiento de los territorios constituía la base fundamental para hacer justicia, revolución y aproximarse a la paz verdadera en Perijá, se fortaleció. Con una comunidad disminuida numéricamente, golpeada económicamente, pero fortalecida en las convicciones y en la dirección a seguir para la consolidación del pueblo yukpa, siguió exigiendo territorio, negociando con otras comunidades en la búsqueda de unidad y apoyo.

Sabino, se negó a acceder a dadivas momentáneas, a créditos y jornadas epilépticas y limosneras para él y para su comunidad, definió como ningún otro lo que era revolución y explico hasta el cansancio que creía en esta gestión gubernamental, que creía en la revolución bolivariana (para ver solo un ejemplo: http://goo.gl/uIgmg ), pero los funcionarios con una mente colonizada no entendieron que «Sabino marca el camino» , no le creyeron, no lo apoyaron, no lo protegieron, por el contrario en su visión reduccionista del mundo enfilaron sus prácticas de conquistadores y atizaron el fuego surgido del racismo histórico de los territorios perijaneros, se convirtieron en testigos, cómplices y verdugos de la dignidad indígena.

Sabino, en reiteradas oportunidades anuncio su muerte, sabia el peligro que corría y estaba dispuesto a afrontarlo, se embarcó en la solicitud de que los funcionarios gubernamentales fuesen electos por el propio pueblo yukpa y no colocados a dedo para garantizar una lealtad traidora de sus raíces. Cuando fue a votar en ese proceso eleccionario que para él constituía un avance en la reunificación del pueblo yukpa, los encontraron los autores materiales, dos tiros por el pecho dicen las noticias, dos tiros en el espacio cercano a un corazón que latía por un pueblo y por la dignidad del indio yukpa, del indio americano que se niega a morir sometido por una visión desarrollista, capitalista y homogeneizadora.

Lo que significa justicia para Sabino

¿Quién le disparo a Sabino Romero Izarra? Hay investigar, que encontrarlo, que enjuiciarlo y hacer que pague. Pero ¿Quién mato a Sabino Romero Izarra? es una respuesta que ya está develada, las balas que pararon el corazón del indio digno estaban fabricada con odio racista, con viles intereses económicos, con políticas y prácticas gubernamentales erradas.

Hacer justicia a Sabino, y a todos los muertos de la Sierra de Perijá, va mucho más allá de encontrar a los que accionaron el arma. Hacer justicia implica: Demarcar y entregar los territorios indígenas como territorios , lo antes posible, sanearlos de aquellos denominados terceros.

Hacer justicia implica destituir a las autoridades militares de Machiques y a los funcionarios del Ministerio de Poder Popular para los Pueblos Indígenas , y colocar en su lugar a otros no colonizados, vigilando que sus acciones garanticen la autonomía digna de los pueblos indígenas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.