Factores externos a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) penetraron en agosto de 2012 de manera subrepticia a la refinería de Amuay, ubicada en el estado Falcón, al occidente de Venezuela, para perpetrar un sabotaje sobre una bomba de una esfera de olefinas, un hidrocarburo producido durante la refinación de crudo. El sabotaje consistió en aflojar siete […]
Factores externos a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) penetraron en agosto de 2012 de manera subrepticia a la refinería de Amuay, ubicada en el estado Falcón, al occidente de Venezuela, para perpetrar un sabotaje sobre una bomba de una esfera de olefinas, un hidrocarburo producido durante la refinación de crudo.
El sabotaje consistió en aflojar siete de ocho espárragos de la bomba 2601, ubicada al sur de bloque 23 de almacenamiento de estas sustancias. Los pernos, desajustados casi totalmente de manera intencional para crear una tragedia en la industria, se quebraron producto de un proceso de fatiga mecánica.
Esto ocasionó, a las 11:57 de la noche del 24 de agosto del año pasado, una abertura de al menos 2,9 pulgadas, que permitió una fuga masiva abrupta, que en solo diez segundos creó una densa nube de olefinas de siete metros en una de las instalaciones petroleras más importantes del mundo, y a los diez minutos, ya había posibilidad de explosión.
Así lo demostró el informe del Comité de Investigación de Pdvsa sobre la explosión ocurrida a la 1:07 de la madrugada de ese sábado 25 de agosto, que ocasionó la muerte de 47 personas, 135 lesionados, daños materiales a once tanques de almacenamiento de la refinería, ocho esferas y ocho bombas, tuberías de instrumentación asociadas, una subestación eléctrica, la devastación del Destacamento 44 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), efectos sobre la empresa Puramín y una parada preventiva de la refinería.
En total unos 1.100 millones de dólares en pérdidas estimadas hasta ahora. «No hay duda de que es una acción externa a la empresa, porque se atacó el elemento más robusto en un área sensible y de una forma que indica un conocimiento de nuestras instalaciones y nuestros procesos», puntualizó este lunes el presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, tras exponer en la sede de la estatal, en Caracas, el contenido detallado del informe, elaborado por experimentados técnicos de la petrolera y de su Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (Intevep).
Ramírez recordó que ya Pdvsa fue objeto de un sabotaje en 2002, que redujo a solo 23.000 barriles/día la producción petrolera durante varios jornadas como medida de presión para derrocar al presidente Hugo Chávez.
«Tengo la convicción de que fue una acción de sabotaje de elementos externos a nuestra refinería, a nuestra industria, y viene acompañada de una campaña. Se lo digo a los medios nacionales, basta, que cese esa campaña contra la industria petrolera», manifestó en declaraciones a periodistas.
Sostuvo que en la estatal lidian con esa matriz desde hace once años, y una de sus aristas tiene que ver con una supuesta falta de pericia, responsabilidad o negligencia de la industria petrolera. «Son matrices que rechazo y combato», enfatizó.
Aunque aclaró que está en curso la investigación del Ministerio Público, que determinará las responsabilidades individuales y tendrá como insumo este informe de la petrolera, el Ministro vinculó este sabotaje con actores de la extrema derecha. «Estos hechos demuestran que hay un grupo de gente insensata que es capaz de llevar al país a escenarios que ninguno quiere», agregó.
«Hago un llamado a todo el país a que en torno a estos temas tan sensibles actuemos con unidad y en defensa de los intereses de nuestra nación (…) Pdvsa es el instrumento de ejercicio de soberanía sobre nuestros recursos naturales», recordó y reafirmó el compromiso de la industria de preservar la integridad y estabilidad del país.
Análisis científico a profundidad
Unas 179 pruebas evaluadas y 16 simulaciones, análisis y ensayos de laboratorio efectuó el equipo de expertos de Pdvsa, conformado por más de 20 personas y 16 especialistas consultados, para determinar la causa del evento en Amuay. «Nos hemos tomado un año para esto», señaló Ramírez para resaltar que no han escatimado en esfuerzos por llegar a la raíz de lo sucedido.
El informe, presentado ante decenas de trabajadores en Caracas y por videoconferencia en todas las instalaciones de la industria en el país, confirmó la tesis del sabotaje, y utilizó como uno de sus instrumentos esenciales un programa informático denominado Canary, usado internacionalmente para simular eventos catastróficos y predecir sus alcances.
El primer elemento destacado es que se trató de una fuga masiva de olefinas, detectada por el supervisor de control a las 11:57 de la noche del 24 de agosto de 2012 en el flujo de olefinas a la refinería de Cardón, que conforma, junto con Amuay y Bajo Grande, el Centro Refinador Paraguaná (CRP), uno de los complejos más grandes del mundo, con una capacidad para procesar 635.000 barriles al día.
Como resultado de la fuga, 3.500 barriles se vertieron a la atmósfera en 68 minutos, desde su inicio hasta el momento de la detonación. «Es una cantidad inmensa», alertó Ramírez, con lo que evidencia que no fue producto de fallas menores como una empacadura o un sello. Las olefinas se filtraron a través de una abertura muy grande. Se descarta así la idea planteada entonces por sectores de la derecha de que se trató de una fuga que tenía días y no había sido detectada por impericia o inoperancia de los equipos de Pdvsa.
«Todas nuestras refinerías están automatizadas, con paneles de control y operadores de guardia permanente», destacó Ramírez.
De inmediato, se activaron los protocolos en estos casos y se demostró el cumplimiento cabal de lo previsto, a través de la reconstrucción de la línea de tiempo, con las grabaciones de las llamadas y los interrogatorios practicados. A las 12:14 de la medianoche ya el supervisor de guardia de los bomberos estaba en el sitio y dos minutos después se ejecuta la parada de la bomba de olefinas. Se efectúan los esfuerzos para comunicarse con el personal de la GNB, que se concreta a las 12:30.
A las 12:36, dos camiones de bomberos y una ambulancia están en el lugar atentos, y a las 12:52, el jefe de procesos y dos rescatistas se colocan el equipo de aire autocontenido para poder ingresar entre la densa y peligrosa nube a fin de bloquear las válvulas de las esferas del Bloque 23. Ramírez los cataloga como unos héroes ante esta demostración de valentía.
Mientras se daba ese proceso, en los intentos de desalojo del Destacamento de la GNB, ubicado al sur de la refinería, se produce la explosión cuando se pone en marcha un vehículo, a 600 metros de la raíz de la fuga.
El Ministro mostró una imagen inédita, producto de la triangulación de cinco cámaras de la refinería: el momento de la explosión, a la 1:07 de la madrugada. La lucha de los apagafuegos extinguió el último tanque en llamas, el 204, a las siete de la mañana del 28 de agosto, tres días después. Los tanques afectados se consumieron según su diseño, sin afectar otras áreas operaciones de la industria.
Jamás fallaron en 52 años
Al finalizar la contingencia se activó la etapa de reconstrucción e investigación. En el proceso de recolección de evidencias, siete espárragos de la bomba 2601 del Bloque 23 no estaban entre los restos del aparato. Son los elementos que enlazan el cabezal de la bomba a su base, la parte más robusta de acuerdo con el diseño del fabricante y que en los 52 años de la refinería jamás ha fallado, precisó el Presidente de Pdvsa.
Es la falta de esos elementos la que ocasionó una separación entre la brida que une el cabezal y la caja de succión de la bomba. La raíz de la fuga. Se efectuaron las pruebas hidráulicas que evidenciaron la apertura premeditada.
Esto se evidenció aún más cuando finalmente se hallaron los restos de seis espárragos, se reconstruyeron y se sometieron a diversas pruebas metalográficas y de microscopía. De los ocho pernos, solo uno estaba en su sitio. El resto había sido aflojado, y otro ni siquiera se encontró.
«Quien hizo esto no es un suicida. Los dejó aflojados para que funcionara por un tiempo» y luego fallan, explicó el Ministro. Los aflojados se quebraron por fatiga, porque al estar mal colocados, son incapaces de sostener por completo el cabezal, y el octavo se quiebra por la tensión que experimentó debido a que era el único que estaba bien y se vio forzado a hacer el trabajo de otros siete que estaban debilitados.
Las pruebas además determinaron que los pernos no se aflojaron por la vibración, sino que fue algo intencional, lo que redujo su vida útil y facilitó su rotura.
Ningún técnico involucrado
A ninguno de los 293 mecánicos de CRP se le podría pasar un error como este. Tampoco es posible que alguno pueda entrar a efectuar sus acciones de mantenimiento sin un permiso, que incluye también inspecciones previas y posteriores por parte de su supervisor para verificar el trabajo. Todo queda registrado, explicó el Presidente de la estatal.
«No hay forma de que un trabajador nuestro haya llegado, intervenga y se le ocurra aflojar ‘equis’ equipo. Mucho menos en estas áreas que no se intervienen, porque es la base de la bomba», señaló Ramírez. «Fue una acción que se hizo al margen de nuestras operaciones», puntualizó.
Explicó además que si la dirección del viento hubiese sido la habitual, al noroeste, la nube de olefinas se hubiera dirigido a la zona de procesos. «Hubiéramos tenido que parar las operaciones», apuntó. «Es clara la intención de perturbar el normal desenvolvimiento de nuestras actividades productivas y políticas. Detrás está toda la canalla irresponsable, la misma que ese mismo día dio su veredicto».
Fortalecer la seguridad
Ramírez explicó que la refinería tiene una debilidad en materia de seguridad en su flanco sur, «que es una zona que producto del crecimiento poblacional está prácticamente expuesta a las actividades normales en Punto Fijo. Por eso hablamos de que vamos a crear una franja». Ese espacio de seguridad implicará la reubicación de 2.000 viviendas.
Además, construirán zonas de defensa integral en todas las refinerías, para lo cual han conversado con el Alto Mando Militar. «Vamos a tener que tomar medidas adicionales en la configuración de nuestra industria petrolera para protegerla de situaciones como estas», expresó.
Asimismo, instó a los petroleros a estar alertas y movilizados para impedir que personas ajenas puedan ingresar y causar daño en las instalaciones de la industria.
Por otro lado, explicó que aunque hay cámaras de seguridad, no están diseñadas para evitar infiltraciones ni ingresos ilegales, lo que también será modificado.
Comentó que a partir de la presentación del informe, conversarán con las compañías de seguros para discutir la indemnización por lo sucedido, y aclaró que las acciones deliberadas sí están cubiertas por las pólizas.