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Se descubre que el FBI viola con frecuencia las normas de recopilación de datos

Fuentes: The Washington Post

Traducido por Yadilka Valiente Boloy y Fidel Tamayo Ricardo. Revisado por Vivian Cubillas y Beatriz Muñoz, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión

Una auditoria interna del Buró Federal de Investigación (FBI) reveló que este posiblemente violó la ley o las regulaciones de la agencia en más de 1000 ocasiones, cuando efectuaba la recopilación de datos sobre las llamadas nacionales, los correos electrónicos y las transacciones financieras en los últimos años, incluso excediendo lo reflejado en el informe del Departamento de Justicia en marzo, hecho este que exacerbó las criticas del Congreso por los dos partidos.

La nueva auditoria cubre apenas el 10 por ciento de las investigaciones de seguridad nacional del buró desde 2002, de igual manera los errores cometidos ante los esfuerzos por mantener una vigilancia nacional por parte del FBI probablemente ascienden a varios miles, dijeron funcionarios del buró en las entrevistas. El informe anterior reveló 22 violaciones en un muestreo mucho más pequeño.

La inmensa mayoría de las nuevas violaciones fueron casos en las que compañías telefónicas y proveedores de Internet entregaron registros de llamadas telefónicas y de correo electrónico que los agentes no habían solicitado y que no están autorizados a compilar. Los agentes de todas maneras mantuvieron la información en sus archivos, que en su mayoría estaban relacionados con presuntas actividades terroristas o de espionaje.

Según los resultados de la auditoria enviados a The Washington Post, unas dos decenas de las violaciones que se descubrieron recientemente incluyen solicitudes realizadas por agentes de cierta información que, de acuerdo con la ley estadounidense, estaba prohibido obtener. Solo dos, de dichos ejemplos fueron identificados con anterioridad en el pequeño muestreo.

Los funcionarios del FBI admitieron que los resultados confirman el temor de los supervisores de la agencia y los críticos externos, de que muchos agentes no comprendieron ni siguieron los tramites y procedimientos legales necesarios para la compilación de información personal con una de las herramientas más poderosas y sensibles para reunir información de inteligencia en la etapa posterior al 11 de Septiembre, la Carta de Seguridad Nacional.

Dichas cartas son totalmente secretas e incluyen demandas de información personal no negociables, que no son examinadas con anterioridad por un juez. Después de los ataques terroristas de 2001, el Congreso facilitó de forma substancial las regulaciones para la emisión de las Cartas de Seguridad Nacional, para las que solo se necesita una certificación del buró de que los archivos son «necesarios» o «pertinentes» para una investigación para la «protección contra actividades de terrorismo internacional o de inteligencia clandestina».

El cambio, unido al furor nacional en relación a otro suceso terrorista interno, provocó un aumento violento en el uso de las cartas. En el 2005, se emitieron más de 19 000 cartas de este tipo, que incluían 47 000 solicitudes de información, en su mayoría de compañías de telecomunicaciones. Pero, aparejado a este crecimiento, se produjo el uso indiscriminado de las nuevas regulaciones, circunstancia que se había reflejado por primera vez en el informe realizado en marzo por el inspector general Glenn A. Fine del Departamento de Justicia.

Valerie E. Caproni, consejero General del FBI afirmó: «La auditoria general del FBI sobre el uso de la Carta de Seguridad Nacional en todas las oficinas del sector, confirma las conclusiones del Inspector General de que tenemos controles internos inadecuados para el uso de una inapreciable herramienta de investigación.» «Nuestra auditoria interna examinó un mayor número de muestras que las hechas para el informe del Inspector General en marzo pasado, pero encontramos un por ciento similar de Cartas de Seguridad Nacional con errores.»

«Desde marzo se están poniendo en práctica o están bien encaminadas las soluciones dirigidas a cada aspecto de este problema,» Caproni añadió.

De las más de 1000 violaciones puestas al descubierto por la nueva auditoria, alrededor de 700 incluyen a compañías telefónicas y otras firmas de comunicaciones que ofrecieron más información que las solicitadas por las Cartas de Seguridad Nacional del FBI. Sin embargo, en lugar de destruir la información no solicitada, en algunos casos, los agentes emitieron nuevas Cartas de Seguridad Nacional para garantizar la preservación de la información suministrada de manera equivocada. Los funcionarios citaron como ejemplo la conservación de los registros de llamadas de un mes adicional, lo que excedía el periodo especificado por los agentes.

Actualmente se les dice a los agentes que deben identificar la información equivocada y separarla de los expedientes de investigación. «Los errores humanos serán inevitables cuando están involucradas terceras partes, pero ahora contamos con un plan más claro, con líneas de responsabilidad más amplias, para garantizar que la información equivocada que se da por error sea detectada en el momento y antes de que se añada a cualquier base de datos del FBI,» Caproni señaló.

El FBI también encontró que en 14 investigaciones, agentes de contrainteligencia que utilizaban las cartas de Seguridad Nacional obtuvieron de forma inadecuada informes completos de solvencia crediticia de instituciones financieras, ejerciendo la autoridad que le otorga la Ley Patriótica de Estados Unidos, pero que solo debe aplicarse en casos contra el terrorismo. En respuesta, el FBI ha dado instrucciones explicitas que nadie puede acopiar informes de solvencia crediticia en casos de contrainteligencia, declaró un alto oficial de esta oficina.

En 10 investigaciones adicionales, los agentes del FBI utilizaron Cartas de Seguridad Nacional para solicitar otras informaciones que las leyes pertinentes no les permitían obtener. Los funcionarios dicen que puede darse el caso que los agentes hubieran pedido información que aparece en el titulo del correo electrónico, tales como el contenido del asunto, aunque las Cartas de Seguridad Nacional supuestamente se emplean para acopiar información solo sobre los remitentes y destinatarios de los correos y no así de su contenido.

La auditoria del FBI también identificó tres decenas de violaciones de las regulaciones que exigen la aprobación de las Cartas
de Seguridad Nacional por altos oficiales, así como su uso solo en casos autorizados. En 10 casos, los agentes emitieron Cartas de Seguridad Nacional para compilar información personal sin relacionar la solicitud de investigaciones activas y especificas, como exige la ley, ya sea porque en cada caso no se haya abierto el expediente investigativo aun o que la autorización para la investigación haya expirado sin ser renovada.

Los funcionarios del FBI plantearon que hasta ahora la auditoria no encontró evidencia de que algún agente violara concientemente las leyes o de que algún supervisor estimulara dichas violaciones. El informe del Departamento de Justicia reveló que los agentes cometieron errores en un 4 % de las veces y que terceros actores lo hicieron en un 3%, añadieron los funcionarios. La auditoria del FBI encontró un nivel de error por parte de los agentes ligeramente mayor, alrededor de un 5%, mientras el nivel de error para las terceras partes fue substancialmente mayor, alrededor del 10%.
Los funcionarios afirmaron que están haciendo amplios cambios para garantizar que los problemas no se repitan. Dichos cambios incluyen la puesta en práctica de un programa con estilo corporativo, continuo y de cumplimiento interno para revisar las políticas del Buró, los procedimientos y la capacitación que permitan la supervisión periódica del trabajo de los empleados por parte de los responsables de cada oficina, así como la realización de auditorias frecuentes para seguir el cumplimiento de la regulaciones en todo el Buró.

Además el FBI esta tratando de establecer líneas de responsabilidad claras para el trabajo con las Cartas de Seguridad Nacional, aspecto este deficitario en el pasado, afirmaron los funcionarios. A los agentes que han abierto investigaciones de contrainteligencia y antiterroristas se les ha informado que solo tiene la responsabilidad de garantizar que no reciban información para las que no tiene autorización.

La auditoria del FBI no reveló nuevos muestreos en los que otra herramienta de vigilancia conocida como Carta ante circunstancias que requieren de acción inmediata ha sido mal empleada, dijeron los funcionarios. En unas conclusiones que provocaron grandes preocupaciones en el Congreso de los Estados Unidos, el Departamento de Justicia ha afirmado que dichas cartas, que son similares a las Cartas de Seguridad Nacional pero están destinadas solamente a casos de emergencias de seguridad, han sido invocadas en cientos de ocasiones bajo circunstancias que no eran de emergencia para la obtención de grabaciones telefónicas detalladas, la mayoría de ellas sin los necesarios vínculos con las investigaciones activas.

Muchas de estas cartas se despacharon de forma inadecuada por las Unidades de Análisis de Comunicaciones del Buró, centro principal de intercambio de información para el análisis de las grabaciones telefónicas tales como las recopiladas con la ayuda de las Cartas de Acción Inmediata y las de Seguridad Nacional. Los investigadores del Departamento de Justicia y del FBI están tratando de establecer si algunos funcionarios de las oficinas centrales del FBI deben ser responsabilizados o castigados por tales violaciones y han comenzado a informar a los agentes sobre sus derechos procesales en las entrevistas.

La auditoria del FBI culminará en las próximas semanas y se informará al congreso de los resultados, afirmaron los funcionarios. Los funcionarios del FBI dijeron que cada violación probable será ampliamente examinada por abogados para determinar si se deben informar a la Comisión de Supervisión de Inteligencia, panel presidencial de altos funcionarios de inteligencia que se creó para salvaguardar las libertades civiles.

Los funcionarios afirman que el último número de violaciones, lo suficientemente graves como para ser informadas al panel podría ser menor que la cifra revelada por la auditoria, señalando que solo cinco de las 22 probables violaciones identificadas por el inspector general del Departamento de Justicia se consideraban factibles de ser reportadas.

«Esperamos que ese por ciento se mantenga o sea similar cuando analicemos los cientos de probables violaciones que se han identificado aquí,» afirmó un alto oficial del FBI, quien habló en condición de anonimato, ya que las conclusiones del Buró no se han hecho publicas todavía.

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UN CONTEO EN AUMENTO

Entre el 2002 y 2006, el FBI detectó 26 posibles violaciones en la utilización de Cartas de Seguridad Nacional para obtener información desde llamadas telefónicas, Internet y datos financieros sin las acostumbradas órdenes judiciales. Un informe del Departamento de Justicia de 2007 que tomó como muestra un pequeño número de casos descubrió otras 22 violaciones, lo que elevó el total a 48. El informe indujo al FBI a que examinara el 10 por ciento de los casos desde 2002. La cifra de las posibles violaciones detectadas ha aumentado en estos momentos a más de 1000 como resultado de esa revisión.

FUENTE: Departamento de Justicia. The Washington Post, 14 de junio de 2007

Un juez ordenó al FBI que haga público documentos que reflejan el abuso de poder con las Cartas de Seguridad Nacional

Sábado 16 de junio de 2007

Tomado del sitio web de EFF.

Washington, D.C. Hoy un juez le ordenó al FBI que finalmente hiciera público documentos de la agencia sobre la utilización abusiva de las Cartas de Seguridad Nacional (NSL por sus siglas en inglés) para obtener información de índole personal de los ciudadanos estadounidenses. El fallo se emitió un día después de que la agencia Electronic Frontier Foundation (EFF) instara al juez para que respondiera de inmediato a su demanda por demoras de este órgano.

La EFF demandó al FBI en abril por no responder a una petición de la oficina de la Ley de Libertad de Información (FOIA por sus siglas en inglés) por el mal uso de las Cartas de Seguridad Nacional como reveló un informe del Departamento de Justicia. Esta semana, el Washington Post sacó a la luz más pruebas de la utilización abusiva de dichas cartas y la EFF instó el jueves al juez para que presionara al FBI para que dejara de dilatar la publicación de la información que posee acerca de este programa con tantas imperfecciones.

Según Marcia Hofmann, abogada de la EFF, «los informes que hemos visto hasta ahora sobre la utilización abusiva de las Cartas de Seguridad Nacional son sólo la punta del iceberg. Varios funcionarios del FBI declararon al Washington Post que es probable que hayan habido miles de casos en los cuales, con certeza absoluta, se ha abusado del uso de estas cartas. Los estadounidenses merecen respuestas sobre este escándalo y la forma en que el FBI ha abusado de sus poderes para espiar a ciudadanos comunes».

En virtud de la Ley Patriótica, el FBI puede utilizar las Cartas de Seguridad Nacional para obtener información privada de las llamadas telefónicas, correos electrónicos y transacciones financieras de cualquiera sin ninguna aprobación de los tribunales, mientras se demuestre que la información pueda ser pertinente para una investigación de terrorismo o espionaje. Sin la supervisión de un juez, la ley promueve el abuso que ha salido a la luz en estos informes recientes.

«La propia ley es la fuente del problema. Es hora de que el Congreso revoque estas facultades adicionales derivadas del uso de estas Cartas y proteja a los estadounidenses de este abuso de poder», afirmó Hofmann.

La orden del juez exige que el FBI procese las 2500 páginas de documentos relacionados con las Cartas de Seguridad Nacional antes del 5 de julio y luego las 2500 páginas cada 30 días a partir de esta fecha.

Para ver la orden del juez: http://www.eff.org/flag/nsl/bates_order.pdf

Para ver el memorando adicional de la EFF: http://eff.org/flag/nsl/supplemental_memo.pdf

Para leer el artículo del The Washington Post sobre las Cartas de Seguridad Nacional: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/06/13/AR2007061302453_pf.html