Traducido para Rebelión por Diego de la Cruz Moreno
Los ricos se hacen más ricos – no sólo aquí en Gran bretaña sino a lo largo y ancho de todo el mundo anglo-hablante. Y se hacen más ricos no sólo en términos absolutos, lo que sería de esperar, pero también en términos relativos en comparación al resto de la población.
Este es un fenómeno bien conocido, y se refleja en el mundo de los negocios: el crecimiento de la banca privada para individuos de «alto valor neto», el crecimiento de las industrias de artículos de lujo y servicios exclusivos. Estamos muy al tanto de esto porque vemos los anuncios todos los días: caras mansiones en Dubai, yates en Mónaco, vacaciones de safari en Botswana.
Pero este sólo es uno de los diversos movimientos de poder económico que están teniendo lugar. Hay también un movimiento de trabajadores bien pagados en el mundo desarrollado a otros peor pagados en países en desarrollo; de mano de obra a capital; de trabajadores a consumidores; de usuarios de energía a productores de energía. Los equipos de economistas de dos gigantes bancarios del mundo, Citigroup y HSBC, han publicado recientemente artículos sobre estos movimientos, y nos ayudan a entender las gigantescas fuerzas que perfilan el mundo de la economía. Citigroup se centra en el mundo desarrollado y en particular hasta qué punto se está dividiendo en dos bloques: lo que se llama la «Plutonomía» y el resto.
La plutonomía – EEUU, Reino Unido y Canadá – son economías impulsadas por los ricos. El resto es Europa continental (excepto Italia) y Japón. El primer grupo ha visto un rápido ascenso en el capital de los ricos, y está creciendo rápidamente en base a su propio gasto; el segundo grupo no ha visto tal ascenso y por tanto están creciendo mucho más lentamente.
Se puede observar esto con algunas gráficas. En EEUU, la proporción de ingresos del 0.1% más rico, el 1% y el 5% ha vuelto a los niveles que tenían en los años 20. En realidad, el modo en que estos ingresos se consiguen ha cambiado, ya que en períodos anteriores rentas e ingresos por intereses eran más importantes que ahora; salarios y ganancias empresariales dominan ahora los ingresos de los ricos.
En los otros dos gráficos, se puede ver lo que ha ocurrido con ese 1 por ciento más rico de ingresos, en una escala de tiempo menor, en otras economías. El contraste es obvio, aunque por qué esto debería ser así está menos claro. No pueden ser sólo impuestos, porque Canadá es un país de tasas relativamente altas, ciertamente vis-a-vis con los EEUU, y Suiza es un país de tasas bajas. Hasta cierto punto, las cifras pueden estar distorsionadas porque están basadas en devoluciones de impuestos y en algunos países es más fácil trasladar ingresos fuera del país que en otros. Y la gente se mueve: hay un programa en Francia en este momento para tratar de persuadir a los ricos de que vuelvan, dado que muchos se han escabullido a Bélgica y el Reino Unido.
También está la cuestión perenne sobre de qué modo funciona cualquier relación económica. En este caso los EEUU, el Reino Unido y Canadá ¿han conseguido un crecimiento más rápido debido al aumento de riqueza de los ricos, o una sociedad rápidamente creciente ha creado más oportunidades para hacerse rico? probablemente un poco de ambas cosas.
Mi visión personal es que hay un grupo de altos ingresos en el mundo de habla inglesa que se benefician enormemente de la globalización porque pueden vender sus servicios a un mercado más amplio: gente de la banca, profesión legal, partes de los medios de comunicación, deportes clave. Por alguna razón, la gente en los países de la Europa continental y Japón han sido menos capaces de generar este aumento en los ingresos.
Cualesquiera que sean las razones, Citigroup argumenta que este proceso probablemente continuará. También afirma que los desequilibrios en la economia global, con los EEUU arrastrando un enorme déficit, son más sostenibles de lo que la mayoría de la gente cree. Estas economías están sostenidas por el consumo de los ricos y siempre que los ricos continúen consumiendo, el crecimiento continuará. los ricos tienen mucha menos probabilidad de ser exprimidos por los altos tipos de interés que los grupos de clase media. Si esto es correcto, el largo boom puede continuar durante un tiempo todavía.
El artículo del HSBC mira a la redistribución de los ingresos entre países más que a la distribución dentro de ellos. Hay, afirma, tres incógnitas.
Una es el debilitamiento de la posición de la mano de obra en el mundo desarrollado – mano de obra en general, es decir, no el 1% más rico. Dos son los motivos de esto: La apertura de Europa del Este y la entrada de China en los mercados globales por un lado; y la creciente movilidad del capital por otro.
Lo primero significa que los trabajadores en Europa Occidental por ejemplo, han visto cómo los trabajos se han ido a Europa Oriental o Asia. El capital puede ganar acceso a estas fuentes de trabajo barato, conseguir altos beneficios, de tal forma que los beneficios crecen. Mientras tanto, el exceso de ahorros en Asia es reinvertido en el relativamente libre de riesgos EEUU. El crecimiento global en su conjunto sube.
Esto nos lleva al segundo movimiento, de trabajo a capital. Globalmente la mano de obra está más disponible pero el capital es más escaso. Por tanto los beneficios del capital, en el sector de las empresas al menos, han aumentado. Tercero, los altos precios de la energía implican que los ingresos se han desplazado de los importadores de energía a los exportadores de energía – un proceso que crea grandes ganadores (Rusia, Canada y Oriente Medio) y grandes perdedores (la mayoría de Europa y Japón).
Los dos bancos llegan a conclusiones diferentes. Citigroup se centra en la posibilidad de que los desequilibrios globales sean más sostenibles de lo que se considera generalmente. HSBC está más preocupado de los riesgos políticos, particularmente por la reducción de los ingresos de los trabajadores en Occidente que están compitiendo ahora contra la mano de obra China.
El punto principal para mi es que estamos en las etapas iniciales de un desplazamiento global del poder económico que en efecto invierte los movimientos que tuvieron lugar hace 200 años con la Revolución Industrial. Esa revolución desplazó el poder a Europa y posteriormente a Norte-América, lejos de China e India. Ahora el poder está volviendo. Tenemos que ver qué podemos hacer que otras personas en el otro lado lado del mundo no puedan hacer tan bien como nosotros. En lo alto del mercado podemos todavía destacar, particularmente en los EEUU y el Reino Unido. Pero deberíamos preocuparnos acerca del resto de la economía, tomando muy en serio todas las implicaciones sociales del crecimiento de la desigualdad.