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La Economía Mundial a inicios del Siglo XXI (Parte IV)

¿Se estaría gestando la séptima crisis cíclica internacional de las tres últimas décadas?

Fuentes: Rebelión

De la Pos Segunda Guerra hasta fines de los sesenta, la economía mundial funcionó en base a economías nacionales cuya dinámica principal estaba basada en la producción para el mercado interno. El comercio exterior estaba fuertemente regulado por políticas comerciales proteccionistas y las economías nacionales reguladas por una fuerte participación estatal. En ese período, el […]

De la Pos Segunda Guerra hasta fines de los sesenta, la economía mundial funcionó en base a economías nacionales cuya dinámica principal estaba basada en la producción para el mercado interno. El comercio exterior estaba fuertemente regulado por políticas comerciales proteccionistas y las economías nacionales reguladas por una fuerte participación estatal. En ese período, el ciclo económico internacional estuvo muy atenuado y prácticamente no se presentaron crisis de la economía mundial.

La globalización que caracteriza la actual etapa de la economía mundial en las tres últimas décadas, está asociada al funcionamiento más libre de los mercados. El neoliberalismo plantea que si los mercados funcionan libremente, no se producirán crisis. Incluso, los llamados ‘shocks externos’ que podrían provocar crisis en las economías nacionales, según el neoliberalismo, son neutralizados si se deja que los mercados funcionen libremente.

Sin embargo, en oposición a las formulaciones teóricas, a partir de los setenta, con la globalización y el predominio del neoliberalismo, se han presentado seis crisis cíclicas internacionales, de las cuales cuatro de ellas se han registrado en los últimos diez a doce años, a partir de 1991. Esto refleja claramente la acentuación del movimiento cíclico y la presentación mucho más periódica de dichas crisis.

También se produce un cambio importante en el origen de las crisis. La de 1974-1975; la de inicios de los 80 e inicio de los 90 y la reciente del 2001, tuvieron su origen en Estados Unidos. La crisis de 1994, se originó en México y la de 1997 tuvo su origen en el sudeste asiático. Este cambio es muy importante por cuanto es primera vez en la historia del capitalismo, que las crisis se originan en la periferia del sistema. Se originan no en cualquier país, sino en aquellos que habían logrado un gran dinamismo y se destacaban como ejemplos de la globalización.

Desde el punto de vista de una caracterización más detallada, las cuatro crisis originadas en EEUU se transformaron en crisis de la economía mundial y del mercado mundial. Estas tuvieron un fuerte impacto en el comercio mundial afectando las exportaciones, base dinámica de las economías nacionales. La crisis originada en México y en el sudeste asiático, no se transformaron en crisis de la economía mundial, pero sí se expresaron con mucha fuerza en regiones y países y en este sentido fueron crisis internacionales, pero el impacto en el comercio mundial fue relativamente menor que en las otras crisis.

Las crisis cíclicas aparecen separadas en el tiempo. Sin embargo, hacen parte de un movimiento global entrelazando las crisis de los diferentes años, como expresión de un proceso histórico de transformaciones. El ciclo económico a través de las crisis y de las otras fases, se van relacionando unas a otras reproduciendo algunas condiciones y generando nuevas situaciones.

El encadenamiento de las crisis y de los ciclos permite constatar la existencia de la economía mundial, y su movimiento como proceso histórico en el tiempo. Por ejemplo, la crisis del 1974-1975 fue una crisis de sobreproducción de productos industriales y de subproducción o falta de materias primas, alimentos y energéticos. Aunque la crisis afectó estas ramas, los precios de estos productos no fueron muy afectados y rápidamente se recuperaron.

Las perspectivas de ganancias por la escasez de materias primas, alimentos y energéticos llevaron a un incremento muy grande de las inversiones en este tipo de productos. Esto llevó a que la crisis de 1980-1982 se presentara como crisis general de sobreproducción de productos industriales y sobreproducción también de materias primas, alimentos y energéticos. En las crisis posteriores, la sobreproducción en la economía mundial fue de todo tipo de mercancías, incluso la reciente crisis a inicios de la presente década.

La situación actual de la economía mundial y la eventual séptima crisis puede presentarse de nuevo como la de 1974-1975, ya que la economía mundial actual, después de 30 años se caracteriza de nuevo por una sobreproducción de productos industriales y una subproduccion o escasez de materias primas y energéticos.

Pero no sólo se trata de un encadenamiento de los ciclos y de las crisis cíclicas mundiales en el tiempo, sino también desde el punto de vista espacial. Se trata de una sobreproducción de mercancías generadas en gran parte por grandes empresas que producen en muchas regiones generando una estructura productiva mundial por sobre los países. Esta producción está pensada para venderse en muchos países. La realización de las mercancías aumenta la competencia en el mercado mundial.

La sobreproducción de mercancías, permite visualizar la existencia de la economía mundial como algo superior y diferente a la mera suma de las economías nacionales. La crisis del 2001 estuvo marcada por una deflación que se presentó en Japón, China, Alemania, y a un nivel menor en Estados Unidos, que amenazó seriamente a la economía mundial.

En la recuperación actual, de nuevo se presentan fuertes presiones inflacionarias por el fuerte aumento de los precios de importantes productos mineros y otras materias primas y particularmente del petróleo.

El análisis de las crisis, desde el punto de vista de países y regiones, permite ver la economía mundial desde el punto de vista espacial, complementando la visión en el tiempo de la economía mundial a través del encadenamiento de las crisis cíclicas. La globalización de la economía mundial exige la ampliación permanente del capitalismo a regiones donde no había llegado aún. Por otra parte, las crisis cíclicas son momentos de profundización de las tendencias, destrucción de condiciones y creación de nuevas situaciones.

Como hemos señalado, en la segunda parte de esta serie, la importancia de China como locomotora junto a Estados Unidos de la economía mundial permitió que la crisis del 2001 no fuera tan profunda y ha facilitado en forma muy significativa la recuperación y el dinamismo actual de la economía mundial.

Pero también como locomotora de la economía mundial puede llevar a acelerar el paso a una nueva crisis cíclica de la economía mundial, la séptima en las últimas tres décadas. Como hemos señalado, la gran producción de China agrava la sobreproducción mundial de productos industriales provocando fuertes disminuciones de precios al mismo tiempo que su demanda de materias primas y energéticos eleva los costos de la producción de bienes finales.

No se debe descartar la posibilidad de una crisis cíclica profunda de la economía mundial como la de los años 30, que conduzca a una ruptura de la globalización y de paso a una reestructuración de la economía mundial en base a bloques regionales.