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Se extiende la opacidad financiera

Fuentes: Diagonal

La falta de información que caracteriza a los mercados financieros se reproduce en las gigantescas inyecciones de dinero público a las empresas. El autor, sociólogo, analiza las sombras de cómo se llevará a cabo el rescate millonario. La falta de información, bajo el eufemismo de «información asimétrica», forma parte del normal funcionamiento de los mercados […]

La falta de información que caracteriza a los mercados financieros se reproduce en las gigantescas inyecciones de dinero público a las empresas. El autor, sociólogo, analiza las sombras de cómo se llevará a cabo el rescate millonario.

La falta de información, bajo el eufemismo de «información asimétrica», forma parte del normal funcionamiento de los mercados financieros, en realidad, es una de las muchas formas en las que los distintos inversores profesionales depredan a los pequeños inversores. El hecho de que el beneficio financiero se reparta mediante títulos de propiedad de beneficios futuros tiene mucho que ver con esta falta de información. Ésta es una de las causas de que las bolsas sean tan proclives a las profecías autocumplidas y tan desmedidamente sensibles a los rumores.

Secretos financieros

Una de las estrategias de ingeniería financiera que más se ha utilizado en el período que comienza a mediados de los años ’90 es el llamado off balance. Este método, que salió a la luz con el desplome de Enron, consiste en sacar los pasivos, la cantidad que adeuda el banco, de la hoja de balance de las instituciones financieras a través de una proliferación de entidades filiales y, una vez allí, hacerlos pasar por activos, esto es, la cantidad que se adeuda al banco. Cuando los bancos creaban vehículos de inversión como los ya famosos SIV o los conduits, lo hacían ocultando las enormes cantidades de crédito que acarreaban y bajo la ficción contable y legal de ser entidades independientes del banco. Para agravar aún más la situación, el precio de los activos respaldados por hipotecas que componían estos vehículos se calculaba en base a modelos matemáticos que descontaban fuertemente el valor futuro de los activos, esto es, asumían que los precios de la vivienda seguirían subiendo los próximos 20 ó 30 años. El resultado es que los riesgos reales que crearon los bancos eran poco menos que imposibles de detectar para quien no estuviera directamente generándolos.

Con la llegada de la crisis parece que la falta de transparencia se transmite a las operaciones con dinero público. Tanto los rescates de las entidades financieras en dificultades como las frecuentes inyecciones de liquidez presentan muchas sombras en su aplicación concreta y al formar parte de los gastos discrecionales no se contabilizan en los presupuestos del Estado. Las inyecciones de liquidez son las más difíciles de seguir : en el caso europeo, las concede el BCE con total discrecionalidad y con una subvención enmascarada en forma de tipos de interés muy bajos.

Más que todos los salarios

Lo cierto es que nunca se sabe cuál ha sido el uso que se ha dado a esas enormes cantidades de dinero, ni el grado de cumplimiento en los plazos de devolución y, más generalmente, si sirven para algo. Oficialmente su función es facilitar que los bancos cumplan sus compromisos de pago y evitar una cadena de impagos ; pero, visto lo visto, es dudoso que las enormes sumas prestadas hayan tenido mucho éxito en este propósito. El caso de los rescates es diferente, al menos los rescates de los grandes bancos, se sabe bien cuál es su cuantía, en el caso del rescate ‘total’ estadounidense sabemos que su valor global es superior a la suma anual de todos los salarios en España, y su finalidad consiste en comprar activos cuyo valor cae en picado en el mercado para poner un suelo a su caída. Sin embargo, hay muchas zonas oscuras ; la primera es cómo se determina el precio que pagamos todos por unos activos cuyo precio efectivo de mercado es igual a cero.

La segunda es el efecto que van a tener estas donaciones de enormes sumas que no aparecen en los presupuestos sobre el resto de las partidas de gasto público. Y la tercera incógnita es cómo se va a financiar el déficit público que van a generar. Hay que recordar que esta última es una vía adicional de rescate indirecto y otra forma de socializar los riesgos, ya que va a implicar endeudarse, al menos en parte, con el mismo sistema financiero al que se pretende rescatar. Para mostrar lo ubicua que es la falta de información en estos momentos, baste un ejemplo : ahora que todos los medios braman al unísono contra la decisión argentina de nacionalizar la gestión de los fondos de jubilación, ¿acaso algún medio ha mencionado cuáles son las pérdidas de los fondos de jubilación privados en España ? ¿Se acuerda alguien del proyecto de ley del PSOE, apoyado por los sindicatos, para que el 10% de la caja de la Seguridad Social cotizase en Bolsa, gestionado por un hedge fund de Texas ?