Las acciones del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) se multiplicaron en las últimas horas en Brasil y sus dirigentes insistieron ayer en seguir las ocupaciones de fincas. Las demostraciones forman parte de la campaña «Abril Vermelho» (Abril Rojo) que ha incluido invasiones de terrenos improductivos y marchas en todo el país. En […]
Las acciones del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) se multiplicaron en las últimas horas en Brasil y sus dirigentes insistieron ayer en seguir las ocupaciones de fincas.
Las demostraciones forman parte de la campaña «Abril Vermelho» (Abril Rojo) que ha incluido invasiones de terrenos improductivos y marchas en todo el país.
En Sao Paulo integrantes de cuatro campamentos de los Sin Tierra invadieron con hoces y machetes la hacienda Pendengo, en el noroccidental municipio de Castilho, cerca de Mato Grosso do Sul.
La acción fue en protesta por la dilación de un proceso judicial interpuesto por los dueños después que esa hacienda fuera declarada improductiva y puesta a disposición de la Reforma Agraria.
Otra finca paulista ocupada por los Sin Tierra fue la de Sao Lucas, en Mirandópolis, donde con ayuda de tractores manejados por campesinos destruyeron 30 hectáreas de caña recién plantada.
La protesta fue dirigida contra la Compañía Agrícola da Mata, subsidiaria al Grupo Grendene que monta una fábrica de etanol en ese terreno expropiado por improductivo cuando el gobierno puso en marcha la Reforma Agraria.
El coordinador de los Sin Tierra en esa región, Lourival Plácido, dijo que los hacendados intentaban maquillar datos de supuestas producciones para recibir indemnizaciones y retrasar la expropiación.
Plácido recordó que las nuevas plantaciones de caña deben ser destruidas porque generan monocultivo, acaban con las pequeñas propiedades y depredan el medio ambiente.
Otras tres haciendas fueron invadidas en Río Grande do Sul, las de Coqueiros, Pantano y Nené, pero después de mítines de repudio por la lentitud de las expropiaciones, los Sin Tierra las abandonaron.
En Bahía continúa una marcha de más de 100 kilómetros de esos trabajadores agrícolas, iniciada el lunes último, para reclamar agilidad en la distribución de parcelas a 25 mil familias que esperan en campamentos.
El gobernador bahiano, Jacques Wagner, del Partido de los Trabajadores, espera reunirse con los marchistas el próximo 17 de abril en Salvador, la capital estadual.
Precisamente, ese día se celebra el 11 aniversario de la Matanza de El Dorado de Carajás, un episodio represivo ocurrido en Pará donde 19 trabajadores rurales fueron asesinados a tiros por la Policía Militar.