El jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann, ganó 10,1 millones de euros el 2004. Desde que asumió el cargo hace tres años suprimió 20.000 empleos.
Las ganancias de Ackermann, de origen suizo, se redujeron un millón de euros menos que en el 2003. El banquero reafirmó su decisión de aumentar aún más las ganancias de la institución financiera y, por consiguiente, las suyas propias, a costa de la supresión de otros 5.200 puestos de trabajo.
La publicación oficial del Balance Anual del Deutsche Bank confirmó ganancias netas que ascienden a 2,472 millones de euros en el 2004, con una diferencia de 74 millones de euros menos con respecto a las cifras provisionales triunfalistas dadas a conocer a principios de febrero, que cuantificaron los réditos en 2.546 millones de euros (87% por encima de las ganancias logradas un año antes).
Contra corriente
Ackermann corroboró además la acremente criticada decisión de la entidad de eliminar 3.280 empleos fuera de Alemania y 1.920 en el país. El banquero se ha defendido de la crítica de políticos y sindicalistas al indicar que la mayoría de los empleos que se suprimirán serán en el extranjero y, a la vez, el banco pretende transferir 1.200 puestos a países de Europa del Este y de Asia.
En su caso particular, Ackermann, conocido como ‘duro’, recibió por ingresos fijos 1,2 millones de euros, por gratificaciones otros 5 millones y por acciones y valores un monto de 3,9 millones de euros. En declaraciones a Spiegel, Ackerman se situó el mismo en el sitio 14 en las remuneraciones de los altos ejecutivos del banco.
Los otros tres miembros del directorio del Deutsche Bank, el primer banco alemán en activos, obtuvieron respectivamente 4,8 millones de euros en el mismo período (2003: 5,2 millones de euros), mientras que el jefe del comité de vigilancia del Banco, Rolf Breuer recibió una remuneración de 280.000 euros (2002: 250.000 Euros).
Presión judicial
Las remuneraciones de los altos ejecutivos del Deutsche Bank, con sede en Francfort del Meno, se hicieron públicas dos meses después de que en enero pasado un tribunal de esa ciudad alemana emitió un veredicto por el cual se le conmina a publicar los ingresos de sus directivos y del comité ejecutivo. Las remuneraciones de altos ejecutivos son celosamente mantenidas en reserva en Alemania.
La diferencia en el superávit, entre el balance oficial y el provisional de febrero pasado se debe a ajustes relacionados con la polémica venta de empréstitos del consorcio norteamericano de telecomunicaciones WorldCom, caído en la quiebra. También se esperan otras demandas particulares relacionadas con WorldCom, y otras con la bancarrota del consorcio de la construcción Philipp Holzmann.
Ackermann, que asumió la jefatura de la institución bancaria privada alemana en el 2002, está empecinado en aumentar el superávit de la institución bancaria privada alemana, entre otras medidas, con la eliminación de plazas de trabajo, en momentos en que Alemania tiene 5 millones de desempleados, cifra considerada récord en la historia del país.