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Bloqueo y sanciones, los genocidios más largos de la historia

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Fuentes: El tábano economista

En el siglo XVII, París podría haber sido considerada la ciudad del olor a muerteLos sepelios se habían convertido en un gravísimo problema. Los entierros se llevaban a cabo bajo el pavimento de las iglesias de manera tan precaria que, al producirse la putrefacción de los cadáveres, los olores más nauseabundos se precipitaban al exterior. Los feligreses en general, asiduos visitantes de los templos, comenzaron a quejarse y optaron por acudir a rezar a las iglesias de los monasterios para huir de las “pestilentes exhalaciones”.

El camino entre la muerte y el descanso en paz se había vuelto una complicada transición. Algo parecido a la actualidad mundial. Las sanciones económicas a Rusia muestran diversos caminos alternativos al cementerio. De este infortunado catálogo de opciones, solo tomaremos tres. La importancia del impacto en la economía mundial, los alcances financieros esperados a nivel global en ambos casos por las sanciones económicas mundiales a Rusia, y sus consecuencias geopolíticas. Hay, sin embargo, un punto importante que debemos establecer antes de comenzar el relato y explicar la aglomeración occidental ante el ataque ruso a Ucrania, que, como veremos, tiene la energía de modificar al mundo.

Las fuerzas armadas rusas «marcan el final de una era«, que comenzó con la caída de la Unión Soviética y su disolución en 1991, cuando una estructura bipolar bastante estable fue derrocada por lo que finalmente llegó a ser conocido como el “orden mundial liberal”. Esto allanó el camino para que EE.UU. y sus aliados jugaran un papel dominante en la política internacional centrada alrededor de una ideología única y universalista.

Según el politólogo Fiódor Lukiánov, editor en jefe de la revista Russia in Global Affairs, el viejo concepto de la Guerra Fría sobre “esferas de influencia” ya no es aplicable porque el mundo se ha vuelto mucho más transparente e interconectado, haciendo que el aislamiento solo sea posible hasta un nivel limitado. En ese contexto, lo que sorprende es que las operaciones rusas sean una imagen espejada de lo que EE.UU. y sus aliados han hecho más de una vez en las décadas recientes en diferentes partes del mundo, como las campañas de la OTAN contra Yugoslavia, o EE.UU. en Irak, Afganistán y Libia.

Esta no es una batalla ideológica como la que se presenció en la segunda mitad del siglo XX. Ahora el formato conocido como «guerra híbrida» se ha convertido, según Likiánov, en la más recurrente de las configuraciones, por lejos. Y casi sin excepción, este método jamás fue recibido con una resistencia seria, sin mencionar una confrontación armada. Ahora se está desafiando esta lógica con un modelo alternativo, pero, además, con métodos más modernos de propagar intereses e influencia, realizados a través de un conjunto de herramientas ideológicas, comunicativas y económicas. A grado tal, que el avance comunicacional llevó a los europeos a callar dos medios rusos, Russia Today y Sputnik, en nombre de la libertad de expresión. Ucrania es la prueba decisiva que mostrará cuál de estos enfoques se impondrá.

Con ello se ha dado vuelta la página de la cooperación con Occidente, y si bien esto no significa que el aislacionismo se convertirá en norma, sí marca el final de un importante capítulo histórico en las relaciones políticas. La nueva Guerra Fría no terminará rápidamente y se consolida un bloque diferente, por eso analizar las consecuencias de las sanciones es central.

Al cabo de un tiempo, los efectos que la operación militar saldrán a la luz. Pero, incluso en un escenario favorable, pasarán años hasta que las sanciones sean levantadas y los vínculos se restablezcan de manera gradual y selectiva. Al tiempo que, para reestructurar las prioridades económicas, se requerirá un enfoque diferente.

Comencemos por la primera opción. Los mercados de productos básicos, desde la agricultura hasta la energía y los metales, se han visto afectados por la invasión a Ucrania por parte de Rusia. Según el índice de materias primas de Bloomberg, en la semana del 28 de febrero al 4 de marzo tuvieron lugar las mayores ganancias semanales en casi medio siglo. Las materias primas se dispararon tanto en una semana como cuando los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) impusieron a EE.UU. un embargo petrolero por su decisión de reabastecer al ejército israelí, desatando así el shock de precios de mediados de la década de 1970, cuya consecuencia se conocería a la postre como la estanflación, o sea, alta inflación con recesión o caída del PBI. 

Las consecuencias económicas que tendrá para la humanidad el conflicto armado son todavía difíciles de anticipar de forma exacta. Lo que sí parece claro es que la escalada bélica impactará de lleno sobre indicadores clave, echando por tierra las proyecciones macroeconómicas a nivel mundial para el 2022. Todos los escenarios pesimistas están sujetos a precios de la energía muy por debajo de los actuales, lo que supone consecuencias mayores.

La lógica aplicada por Bruselas llama poderosamente la atención, y no parece responsabilizarse del suicidio al que recurren los políticos europeos al cargar a los consumidores de sus países el costo inflacionario resultante de las sanciones, definidas estas como un impuesto a la independencia”. Esta imaginativa descripción de recorte al ingreso disponible de los consumidores europeos resulta esclarecedora. No lo resulta tanto, y roza lo autoritario, la omisión a otros continentes del mundo: asiático, africano y latinoamericano acerca del precio del incremento en la inflación mundial que deberían absorber. Sobre todo, dado el alto perfil democrático que los europeos se auto asignan, que no se consultara a países en donde la seguridad alimentaria corre un grave riesgo, anterior a que se instale una inflación galopante a nivel mundial por consecuencias bélicas.

Rusia y Ucrania están afectando significativamente las exportaciones de trigo de los dos países, que representan casi el 29% del suministro mundial. En un momento en que los precios de los alimentos aumentan, en gran medida debido a las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con la pandemia, esto amplificaría aún más la amenaza de la inseguridad alimentaria. China anunció, ni lenta ni perezosa, que está totalmente abierta a las importaciones de trigo ruso.

Transportar la energía no es solo una cuestión de contaminación, dependiendo si se hace por gasoductos y oleoductos o no. Los valores del aumento de la energía parece que multiplicara tanto las tarifas de los fletes marítimos como aéreas. Consultorías de cadena de suministro en Chicago advierten que las tarifas marítimas podrían duplicarse o triplicarse, de 10.000 a 30.000 dólares por contenedor, y que podían esperarse aumentos aún mayores en los costos del transporte de carga aérea. Rusia cerró su espacio aéreo a 36 países, lo que significa que los aviones de carga tendrán que recurrir a rutas alternativas, lo que los llevará a gastar más en combustible y posiblemente los anime a reducir el tamaño de las cargas.

La inflación, que en Estados Unidos se encuentra en un máximo desde la década de los ochenta, ya era una preocupación. Ahora, en todos los escenarios se contemplaba la pregunta sobre cuánto más podría aumentar la inflación, y cómo responderían la Reserva Federal y otros bancos centrales. Es decir, hasta dónde la tasa de interés sepultará el magro rebote de la economía mundial, así como la medida del impacto en los costos del crédito para solventar los intereses de las deudas privadas y estatales al borde del abismo.

Juntas, la invasión y las sanciones, inyectan una gran dosis de incertidumbre y volatilidad a la toma de decisiones económicas, lo que aumenta los riesgos para el panorama global. Las sanciones se diseñaron, aunque la gente no lo crea, para evitar trastocar a profundidad las exportaciones básicas de energía de las que, Europa en particular depende para poner en marcha sus fábricas, llenar el tanque de gasolina de sus autos y calentar los hogares.

Esta idea, de la que poco sabe en Occidente gracias a invisibilizar y desfigurar pulcramente las sanciones por parte de los medios hegemónicos y agencias de noticias. Las restricciones de los bancos en general, se especulaba que le costarían a la economía rusa el 1% del PIB. Pero la desconexión de SWIFT, junto con una restricción a la exportación de recursos energéticos, se suponía que tendría un efecto más pronunciado en la economía, con una reducción del PIB del 5% del PIB (teniendo en cuenta el hecho de que la energía en las exportaciones asciende a $ 240 mil millones – 15% del PIB). Tal cosa no pasó.

Aunque todo suena muy aterrador, lo cierto es que Gazprombank (GPB), Rosselkhozbank (RSHB), Alfa-Bank y MKB quedaron fuera de las sanciones del SWIFT. Es cierto que no podrán obtener nueva deuda y capital a partir del 26 de marzo de 2022. Pero los principales prestamistas rusos para empresas exportadoras de energía –Gazprom, Gazprom Neft, Transneft, Rostelecom, RusHydro, ALROSA, Sovcomflot y Russian Railways– no están en el juego. Claramente Occidente no quiere, ni puede, interrumpir del todo las exportaciones de petróleo y gas mediante sanciones, aunque sí modificar, para su beneficio, el precio y el aprovisionamiento de gas, ambas con colosales ganancias americanas.

«Las sanciones maximizan el impacto negativo a largo plazo sobre Rusia y minimizan el impacto sobre EE.UU. y sus aliados”, según el presidente norteamericano. Las medidas limitarían la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras, yenes y también afectarían la mitad de las importaciones de alta tecnología de Rusia. ¡Detuvimos la capacidad del Estado ruso de recibir dinero de inversores estadounidenses y europeos!! Pero los costos para el mundo son mayores.

Estamos hablando del hecho de que 14 bancos y empresas, con activos de 1,4 billones de dólares, supuestamente no podrán tener financiación durante un tiempo. Las sanciones también afectarán a los grandes bancos. El Tesoro de los EE.UU. no permitirá a los inversores realizar transacciones con acciones y títulos de deuda de los bancos Sberbank, VTB, Sovcombank, FC Otkritie y VEB.RF, así como todas las subsidiarias de las que son propietarios en un 50% o más, hasta el 25 de mayo de 2022.

Una imagen esclarecedora muestra la fragilidad de las sanciones. Más allá de los informes de cada uno de los bancos, es el de VTB Banck quien dio la patada inicial, al notificar que se había deshecho de sus acciones, quedándose solo con una porción menor al 50% del banco, lo que lo excluye de las sanciones. VTB también anunció la venta del banco chipriota RCB Bank, donde poseía el 46,29%. El paquete fue comprado por otros accionistas de RCB Bank Ltd, acuerdo que se concluyó y ejecutó el 24 de febrero de 2022. Los accionistas de RCB Bank han solicitado al Banco Central de Chipre obtener la aprobación necesaria de la transacción para completar los procedimientos, limpios como el agua y fuera de cualquier sanción.

Gran Bretaña, el más simpático de los acosadores, impuso sanciones para bancos y líneas aéreas, tuvo que “prohibir que los oligarcas rusos usen sus activos financieros en nuestros mercados limitando la venta de ciudadanía, los llamados pasaportes dorados, que permiten a los rusos ricos convertirse en ciudadanos de nuestros países y obtener acceso a nuestros sistemas financieros»

Los multimillonarios rusos, al igual que otros ultrarricos, exportan, para ponerlo en términos delicados, y ocultan su riqueza en paraísos fiscales, obligando a bancos, tanto británicos como suizos y de otros países, a comprar propiedades y activos en el extranjero. Su riqueza offshore es mucho mayor que la de otros grupos multimillonarios y, por lo general, el dinero se lava en Londres, lo que puso muy incómodos a algunos seguidos del futbol.

El Banco Central ruso y el Sberbank, el mayor banco del país, sí recibirán sanciones. Aunque se difunda que se inmovilizaran reservas U$S 640.000 millones, lo cierto es que de este total, en dólares americanos, Rusia tiene solo tiene reservas por el 16% del total, unos U$S 102.000 millones. Ahora veamos qué pasa con los bancos extranjeros que operan en Rusia.

Uno de los bancos extranjeros globales más grandes con operaciones en Rusia es el banco francés Rosbank, de Société Générale. Según su sitio web, tiene 5 millones de clientes individuales en Rusia y 9.000 grandes clientes corporativos. De acuerdo con un comunicado: “Los clientes minoristas y corporativos de Rosbank tienen pleno acceso a los activos financieros y los servicios bancarios financieros. Lo mismo ocurre con Raiffeisenbank de Austria”. Señala en su sitio web ruso que es “uno de los 13 bancos de importancia sistémica en Rusia” con su red regional en Rusia, que incluye cinco sucursales y 116 puntos de venta y no modificara en nada su actividad. Como no podía ser de otra manera, el rey del lavado de dinero para las mafias, Citibank, ni siquiera se inmutó con las sanciones, con sus aproximadamente 500.000 clientes individuales en 10 ciudades importantes de Rusia, para tomarse el tiempo de realizar un comentario respecto de las sanciones.

La geopolítica no queda fuera del tironeo ruso–americano. Un nuevo bloque, con uno de los ganadores de este enfrentamiento, China, irá acompañado de ahora en más por Irán y Rusia. Y con los miembros de las Organización de Cooperación de Shanghai, los miembros del Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, conformarán un eje. Pero los estados del Medio Oriente y África del Norte tendrán una nueva influencia significativa sobre los EEUU y Europa. Tanto Catar como Arabia Saudita probablemente buscarán utilizar la dinámica energética para fortalecer sus posiciones, aunque ambos chocaron contra su realidad de producción de gas, cuando Estados Unidos se lo solicitó. 

La designación estadounidense de Catar como un importante aliado no perteneciente a la OTAN, en enero de 2022, puede ser un gesto en esta dirección. Pero Catar probablemente querrá que Europa haga concesiones. El primero asunto de su lista puede ser que la Comisión Europea archive una investigación del 2018 sobre sus contratos a largo plazo, que la Comisión Europea había dicho que podría estar inhibiendo los flujos libres de gas en Europa y su mercado único de gas, un simple monopolio. Además Catar solicita a la Unión Europea (UE) que restrinja las reventas de gas fuera del bloque si quiere que Catar y otros grandes proveedores de gas proporcionen un suministro de emergencia. 

En Arabia Saudita, el príncipe heredero Mohammed bin Salman (MBS) quiere escapar del estatus de paria internacional que ha tenido desde el asesinato de Jamal Khashoggi en 2018, y no sería para nada absurdo que tanto americanos como atlantistas europeos olviden la taxidermia de un periodista en una embajada por la libertad y la democracia. Igual que han olvidado a Yemen, la mayor crisis humanitaria del mundo. Pero son árabes, no blancos, casi europeos, como se los definen a los ucranianos.

Turquía también será una parte importante de la ecuación, dado que es miembro de la OTAN y tiene estrechos vínculos con Rusia y Ucrania. El presidente turco, Erdogan, ha sido rechazado por Europa y por la administración Biden. Rusia y Occidente ahora compiten para atraer a Ankara detrás de sus respectivas posiciones sobre Ucrania, con Washington ansioso porque continúe con sus ventas de armas a Kiev, algo que seduce a cualquier negociante. Es poco probable que Turquía se alinee completamente con Occidente contra Rusia, pero esta dinámica sin duda conducirá a una política exterior turca más segura de sí misma, especialmente en el Mediterráneo y Siria.

Al mismo tiempo, el aumento de las tensiones entre Europa y Rusia por Ucrania corre el riesgo de complicar la posición de Europa en las crisis de Siria y Libia, donde la intervención rusa ya ha dejado a los europeos en una posición débil. El aumento de las tensiones reducirá aún más la probabilidad de que Occidente y Rusia puedan unirse para asegurar soluciones políticas estabilizadoras a estas crisis.

Si las tensiones en Ucrania dan como resultado más sanciones europeas contra Rusia, u otras medidas punitivas similares, Moscú puede usar su posición en Libia para tomar represalias, incluso aprovechando la reanudación del conflicto y el aumento de los flujos migratorios para aumentar la presión sobre Europa. Una incógnita importante es si la guerra en Ucrania afectará las negociaciones para restaurar el acuerdo nuclear con Irán, que al perecer se tendrá que rediseñar. Rusia ha desempeñado un papel constructivo en las conversaciones recientes, trabajando en estrecha colaboración con los actores occidentales para conversar con Irán. Pero la crisis en Ucrania podría empujar a Moscú hacia un enfoque más disruptivo, aliviando la presión sobre Teherán. Por su parte, Irán puede sentir que las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia y los precios más altos del petróleo le dan un respiro y aumentan su influencia en las negociaciones.

Finalmente, existe el riesgo de que la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania esté afectando significativamente las exportaciones de trigo de los dos países y, por ende, incrementa la amenaza de la inseguridad alimentaria. Aumentos en el precio del pan, combinado con una fuerte subida en los precios de la energía, podría tener un efecto devastador en Medio Oriente y África del Norte. La región ya tiene algunos de los niveles más altos de inseguridad alimentaria en el mundo, y mayores aumentos de precios podrían profundizar las crisis humanitarias y alimentar disturbios más amplios. Pocos en Medio Oriente y África del Norte se salvarían de estos efectos. Los estados que están peligrosamente cerca de la hambruna, como Yemen y Líbano (ambos grandes compradores de trigo ucraniano), enfrentarían las peores consecuencias. Francamente olvidados por Estados Unidos y Europa. Desplome en el crecimiento e inflación galopante han generado las sanciones impuestas en una guerra que podía haberse evitado con el abandono de simples cuestiones de seguridad. Negocios, y una obsesiva idea de separar a Europa de Rusia por parte de los Estados Unidos, se han convertido en el castigo de la economía mundial. Lo peor de este juego es que recién comienza. Quizás con el advenimiento de un nuevo eje, las posibilidades de encontrar un mundo más razonable, ameno y justo sean posibles.   

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Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2022/03/06/seleccione-la-combinacion-para-el-sepulturero/