La semana comenzó con nuevos ataques de la oposición para obstaculizar la campaña electoral del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Por segunda vez los hacker lograron el domingo invadir el sitio web del Partido de los Trabajadores (PT, de gobierno) en el Estado de Sao Paulo, lo desconfiguraron y llenaron de consignas e […]
La semana comenzó con nuevos ataques de la oposición para obstaculizar la campaña electoral del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Por segunda vez los hacker lograron el domingo invadir el sitio web del Partido de los Trabajadores (PT, de gobierno) en el Estado de Sao Paulo, lo desconfiguraron y llenaron de consignas e injurias contra Lula, criticando sus propuestas de cambio y proyectos sociales.
El partido, que en agosto ya vio agredido su sitio web, informó que aguardará del proveedor Terra Empresas informaciones sobre lo ocurrido y su cuerpo jurídico tomará las medidas posibles junto a la Policía Federal y el Poder Judicial.
Paralelamente, el líder del opositor Partido Frente Liberal (PFL), Jorge Bornhausen, dijo que la coalición que integra junto con el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) entrará este lunes con una acusación contra el PT por un acto celebrado el sábado por Lula.
Bornhaussen cuestiona que Lula haya llevado a la favela Ciudad de Dios, en Río de Janeiro, a niños y jóvenes beneficiados por los programas sociales de su gobierno, para hacer declaraciones a favor de su candidatura.
Bornhaussen promueve esa denuncia porque considera que Lula cometió una «ilegalidad» al mezclar su condición de presidente con la de postulante y por «usar recursos oficiales para su campaña».
La asesoría electoral de Lula respondió que los niños y jóvenes que subieron al escenario en el acto fueron movilizados por la campaña y no por el gobierno y que los ministros presentes en el evento tuvieron sus gastos también cubiertos por la campaña.
Además aclaró que la invitación para que los niños intervinieran en el acto fue hecha por Joao Felicio, presidente de la Central Unica de los Trabajadores (CUT) y secretario sindical del PT, y no por el presidente de la República.
Los abogados de la campaña de Lula rechazaron las acusaciones de Bonrhaussen y recordaron que el candidato de la coalición PSDB-PFL, Geraldo Alckmin, sale en televisión con personas que piden el voto para él porque fueron beneficiadas cuando fue gobernador de Sao Paulo.
Por haber publicado el gobierno en diciembre último un balance de la marcha de sus proyectos sociales, la coalición PSDB-PFL encaminó otra acusación contra Lula.
En aquella ocasión el Tribunal Supremo Electoral entendió que el presidente debe pagar 900 mil reales (418 mil dólares) de multa por haber hecho «campaña anticipada», algo considerado absurdo, por lo que el PT presentó a la Justicia un proceso de apelación.