(1´46´´ / 414 Kb) – Deseando la ampliación del agronegocio en suelo brasileño, la bancada de los propietarios rurales en el senado, busca la aprobación de tres enmiendas contenidas en la Medida Provisoria (MP) 366, la misma que creó el Instituto Chico Mendes. Este órgano tiene como función dirigir las unidades de conservación y la […]
(1´46´´ / 414 Kb) – Deseando la ampliación del agronegocio en suelo brasileño, la bancada de los propietarios rurales en el senado, busca la aprobación de tres enmiendas contenidas en la Medida Provisoria (MP) 366, la misma que creó el Instituto Chico Mendes. Este órgano tiene como función dirigir las unidades de conservación y la investigación de la biodiversidad que hasta hoy está bajo responsabilidad del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama).
Es de responsabilidad exclusiva del presidente de la república autorizar la creación de las unidades de conservación, que son enviadas por el Ibama al Ministerio del Medio Ambiente. Los senadores sugieren, por medio de las enmiendas, que esta autorización sea dada por proyectos de ley presentados en la Cámara Federal.
Para Paulo Gustavo Prado, director de política ambiental de la organización no gubernamental (ONG) Conservación Internacional, los senadores pretenden reducir los obstáculos para el agronegocio.
«La bancada desarrollista y la de los propietarios rurales son el mayor ejemplo de esto. Ellos quieren rechazar el código forestal para que, así, no se impongan reglas para la producción. Ellos quieren minimizar el papel del área ambiental y que el Ibama asuma el papel de chivo expiatorio. Crea un obstáculo burocrático y pasa de la alzada técnica para la alzada política.»
Los senadores aun proponen la reducción de hasta 500 metros de la llamada zona de amortiguamiento en torno de las unidades. En esta área, existen algunas restricciones de uso para evitar daños al medio ambiente. Hoy, esa longitud es de 15 kilómetros.