Recomiendo:
0

¿Será para el 2005 el colapso economico de EEUU?

Fuentes:

Traducción del inglés para Rebelión Horacio Garetto

Un hecho inédito: el Senado de EEUU acaba de confirmar a Alan Greesnpan para un quinto mandato como presidente del Banco Central más poderoso del mundo, la Reserva Federal de EEU, o la «Fed», como se la nombra habitualmente. Ahora bien, este hecho no es tanto sintomático de ninguna excelencia de Alan Greesnpan como banquero central sino más bien de que vulnerable es el edificio financiero global.

Aparentemente la economía mundial estaría por retomar el crecimiento después de una severa recesión y de una caída del 60% del mercado bursátil norteamericano en 2000/2001. La Reserva Federal dice que está tan confiada en que la economía está creciendo de forma segura que elevó la tasa de interés básico desde su piso históricamente bajo de 1% a 1,25% el mes pasado, al paso que señalaba que paulatinamente se marcha para niveles de «tasas neutras» de 3,5%, 4,5% en los próximos meses. Hay un fuerte crecimiento de las exportaciones de Brasil, de México y de Corea del Sur. El crecimiento de China es tan fuerte que su gobierno está preocupado por la posibilidad de un recalentamiento. En Europa el Reino Unido está por tener la expansión más rápida de los últimos quince años. Francia espera que el Producto Bruto Interno crezca un 2,5% . Alemania habla de un crecimiento más fuerte de las exportaciones. El motor es el crecimiento económico norteamericano.

El problema con este panorama optimista es el hecho de que está basado totalmente sobre el dólar y sobre la creación sin precentes de crédito barato en dólares por parte del Sr. Alan Greenspan y de la Administración Bush. El excluyente objetivo de todo esto es mantener la economía norteamericana lo suficientemente fuerte como para que George Bush se asegure la reelección en Noviembre. Bush y Alan Greenspan, con este pacto, cada uno hace su negocio. La técnica para lograr esto es una combinación de tasas de interés a los niveles más bajos históricos, de niveles de tasas vistas solamente en épocas de guerra o de depresión, y a través del estímulo de la economía con récords de déficits de presupuesto, emitiendo títulos del gobierno para financiarlos. En consecuencia el mundo fue inundado con dólares baratos.

Lo que está claro es que esto es insustentable y de que tendrá fin en algún momento del año 2005, después de las elecciones, no importa quién sea el presidente.

La «corrección» de esta orgía de crédito barato desde 2001 impactará sobre todo el sistema económico y financiero global.Algunos economistas temen una nueva Gran Depresión del estilo de la habida en la década de 1930. El mundo está hoy dependiente del crédito barato de dólares de EEUU. Cuándo las tasas de interés americanas finalmente tengan que subir shock dramáticos golpearán a Europa, Asia y toda la economía global de una manera diferente a todo lo que se ha visto desde 1930. Deudas que ahora parecen manejables súbitamente se volverán impagables. Incumplimientos y bancarrotas se desparramarán como epidemia tal como aconteció tras la quiebra del Creditanstalt en 1931.



LA BURBUJA DE LA ECONOMÍA INTERNA AMERICANA

El mito oficial norteamericano es el de que la recesión de 2000-2001 terminó en Noviembre de ese año y que la recuperación está en marcha desde entonces. Pero la realidad no es tan bonita. Utilizando un récord de baratura de las tasas de interés la Reserva Federal indujo a un montón de familias norteamericanas a niveles de endeudamiento récord, creando lo que se puede denominar una especie de «recuperación virtual», financiadas por montos récord de nuevas deudas de los consumidores. Lo nuevo es que no hubo nunca antes una recuperación en la que los niveles de endeudamiento aumentasen. Antes bien, sucedía lo opuesto.

El sueño americano de poseer una casa propia fue la causa-fuente del récord de empréstitos provocado por las tasas más bajas de interés de los últimos 43 años. Greesnpan ha declarado que ha sido este lo que ha propulsado hacia arriba la economía norteamericana a partir del 2001. En efecto, cuándo las familias compran una casa también compran muebles, contratan trabajadores de la construcción, electricistas, ingenieros, etc. y la economía crece. El record de baja de las tasas de interés volvió mucho más fácil para las familas norteamericanas acceder a un crédito, ofreciendo su propia casa como garantía. Estos créditos, ligados a los valores en ascenso de las propiedades inmobiliarias, permitieron a las familias americanas financiar nuevo mobiliario, nuevos autos y un montón de cosas. En el año 2003 los bancos alcanzaron un récord de 324 mil millones de dólares de préstamos para la casa propia sobre un total de 1 billón de nuevos créditos hipotecarios.

Todo este consumo creó la ilusión de una recuperación de la economía. Pero por debajo de la superficie, entretanto, un enorme fardo de deudas fue acumulado. Desde 1997 el total de hogares norteamericanos hipotecados creció un 94%, llegando a la cifra colosal de 7,4 billones de dólares, una deuda de aproximadamente 120.000 dólares cada familia de cuatro. En este período el valor de las casas norteamericanos se incrementó promedio en un 50%. Solo en el año 2003 se concedió la cantidad récord de un billón de dólares de nuevos créditos hipotecarios.

En muchas partes de EEUU la inflación de los precios de las propiedades inmuebles se h a tornado alarmante. Un departamento en Manhattan ahora vale más de un millón de dólares. Los precios en Boston aumentaron en 5 años un 64%. Están en ascenso en California. En promedio tuvieron una valorización del 50%, algo sin precedentes, todo motorizado sin dudas por el crédito barato y fácil de la era Greenspan. El problema es tan obviamente peligroso que recientemente Greenspan tuvo que salir a la palestra a negar la existencia de una «burbuja inmobiliaria». Antes también negaba la existencia de una burbuja de los valores de las acciones de las empresas «punto.com» en el año 2000.

Pero es justamente esto lo que Greesnpan creó con su política de bajas tasas de interés. La burbuja de las empresas «punto.com», que ya reventó, fue ahora reemplazada por una mayor y más amenazante aún burbuja inmobiliaria. Las familias norteamericanas fueron convencidas de invertir en casas como refugio para sus ahorros y como para tener una renta en sus años de retiro, en vez de acciones.

El ascenso de los valores de las habitaciones se produjo por la política de bajas tasas de interés y también por la ligereza y deseo irracional de los bancos por prestar Total dos agencias semigubernamentales, como las popularmente conocidas como Fannie Mae y la Ginnie Mae (la Federal National Mortage Associattion y la Government National MortageAssociattion) , recompran los créditos hipotecarios de los bancos, tomando el riesgo de los incumplimientos, de modo que los bancos locales sientan menos presión y menos riesgo y presten más. Si hay incumplimientos se embroma el gobierno, es decir se socializan las pérdidas.

Para lubricar todo el mecanismo el Congreso americano cambió varias leyes. Así ahora se puede acceder a un crédito hipotecario sin desembolsar un centavo. Esto significó la irrupción en el mercado de un enorme cúmulo de familias económicamente marginales y de alto riesgo. Pero muchas de esas hipotecas se pactan con tasas «ajustables», no fijas.

Mientras las tasas permanezcan bajas la rueda de la deuda continuará girando. Pero cuándo esas tasas comiencen a subir muchas familias descubrirán que su costo mensual explotó y que no pueden cumplir. En ese punto muchos bancos americanos tendrán serios problemas con los malos créditos, de lejos peor que los de 1990/1992 cuando varios de los bancos más importantes de EEUU estaban cerca de la quiebra. En cuánto aumenten las tasas de interés en los próximos doce meses esto disparará una cascada de incumplimientos de hipotecas. Algunos «gurúes» del sector temen un baño de sangre en el año 2005.

Las familias americanas están altamente endeudadas. Y no solamente a causa de sus viviendas. Los datos de la Reserva Federal dan un nivel de deuda total por encima de los 35 billones, unos 450.000 dolares por cada familia tipo de cuatro miembros. La deuda promedio de los consumidores con tarjetas de crédito, autos y otros bienes está en alturas record. Los fabricantes de coches siguen ofreciendo créditos para la compra de autos a plazos de seis, de hasta siete años. Muchos norteamericanos deben más de lo que vale su coche. Las deudas crecen. Por ahora, hasta ahora, son manejables. Cuándo aumenten, no lo serán más para muchos. El ascenso ya comenzó.

Hay dos caminos por los que las tasas podrían subir. Primero la Fed fue forzada a actuar elevando su tasa básica por primera vez en los últimos cuatro años de 1% a 1,25% que estaban vigentes al 30 de Junio. No tuvo opción. Durante meses Greenspan hablaba de que la recuperación norteamericana estaba fuerte y de que, por lo tanto, pronto las tasas de interés volverían a su nivel normal. Fue un «bluff» calculado. Si no hubiese actuado de manera tal que los datos sobre el nivel de empleo fuesen tales que convenzan a los inversores de que la recuperación es real podría haber enfrentado una gran crisis de confianza en el dólar. La administración Bush comprobadamente manipuló estadísticas para mostrar un mejor crecimiento del empleo para ayudar a reelegirse.

Elevadas que fueron las tasas a continuación Greesnpan se dirigió a los nerviosos mercados para calmarlos declarándole que las elevaciones futuras serían siempre graduales. En otras palabras: sres especuladores, no se preocupen. Pero si quiere mantener la «confianza de los mercados» Greenspan también tiene que convencerlos de que se mantiene inalterado su compromiso en contra de la inflación. Y esto no es fácil cuando el precio de todo, desde el cobre hasta el petróleo, la madera, la soja y el acero vienen de elevarse en los últimos meses entre un 50 y un 110%. Y la única herramienta antiinflacionaria de que dispone Greesnpan es la suba de la tasa de interés o el amague de que lo hará. Y cuánto más demore en hacerlo más aumentarán los precios, mayor es el riesgo de una crisis del dólar así como el miedo de una parte de los inversores internacionales de que la economia norteameriana se encuentre en una posición mucho peor de la que admiten sus responsables.

La Fed está en una trampa sin salida.

Pero tasas de interés más elevadas amenazas con hacer explotar la burbuja de la deuda de billones de dólares en hipotecassobre las casas de los americanos, sobrevaluadas en alrededor del 20% promedio a nivel nacional, o sea un monto de aproximadamente de 3 billones de dólares.

Cuándo los inversores en títulos privados como los grandes fondos de pensión y los bancos pierdan la confianza en el compromiso antiinflacionario de Gresnpan el único apoyo que quedará disponible para las tasas de interés bajas serán la buena voluntad de Japón y de China para seguir invirtiendo miles de millones de dólares en títulos del gobierno americano.

MANTENIENDO EL GOBIERNO BUSH A FLOTE

Los mayores compradores de deuda del gobierno norteamericano son los bancos centrales de la región del Asia-Pacífico. Los bancos centrales de China y Japón poseen entre los dos más de un billón de dólares en títulos del Tesoro norteamericano en sus reservas. Los bancos centrales de otros países del mundo poseen alrededor de otro billón trescientos mil millones. EEUU es el deudor más grande del mundo. En 1980 cuándo el gobierno Ronald Reagan fue electo los Estados Unidos eran el acreedor más importante del mundo, con un excedente de 1 billón de dólares.

Los países que dependen mucho de sus exportaciones dirigidas al mercado norteamericano reciclan sus ganancias comprando títulos del Tesoro norteamericano como forma de mantener sus divisas fijadas al dólar. Mientras esto funcionó y funciona las tasas de interés del mercado norteamericano pudieron ser mucho más bajas que lo normal. Pero si las compras extranjeras de títulos de deuda norteamericana se revirtiesen o disminuyesen en tal caso el banco central de EEUU tendría que subir la tasa de interés para hacer más interesante para los inversores arriesgar su dinero poniéndolo en títulos del gobierno norteamericano. Esto haría subir muy rápidamente el costo de las mensualidades de las hipotecas tomadas por las familias americanas tomadas a tasas flotantes. Millones de familias incurrirían en el incumplimiento. Los valores colapsarían en muchas regiones, provocando una tasa de desempleo más elevada.

Este no será un crack como el de las «empresas.com» que en buena medida fue provocado para desinflar-deflacionar la burbuja. En aquel año 2000 las tasas de interés estaban en un 6,5% anual y la Reserva Federal tenía espacio para bajarlas hasta un 1% y crear de esa manera una burbuja alternativa inmobiliaria y para que el dinero mantenga a flote a la economía en un océano de deuda. Pero esta vez las tasas de interés están a niveles históricamente récord de bajos, la deuda a niveles históricamente récord de alta y la dependencia de la entrada continua de capital extranjero a niveles sin precedentes.

La especulación hoy es global como nunca. El crédito barato en el área del dólar produjo un abaratamiento del crédito en el mundo en general. Gente como George Soros y otros semejantes toman dinero superbarato en el área del dólar o del yer y lo represtan a tasas más altas en países como Brasil, Turquía o Argentina. De tal manera estos así llamados mercados emergentes tuvieron un veranito de bonanza financiera con los mercados para arriba el año pasado. Pero todo esto ahora pasa a ser muy arriesgado. Además cuando Bush habla de la probabilidad de atentados terroristas por la época de las elecciones pasa a suceder que muchos grandes inversores pasan a recelar de arriesgarse invirtiendo en acciones o títulos del Gobierno Americano.

Esta es una causa importante por la que los mercados de acciones y otros de EEUU estuvieron en caída firme en las últimas semanas. La burbuja de la deuda norteamericana depende del mantenimiento del mito de una recuperación de la economía para seguir atrayendo capital extranjero de inversión, ayudando de tal manera a apartar al dólar del colapso. Si fondos de pensión extranjeros o los bancos centrales de Japón o de China se convenciesen de que la recuperación» norteamericana está en peligro esto podría provocar un gran retiro de masas gigantescas de dinero fuera del área del dólar.

Ahora bien: China y Japón, temiendo una crisis del dólar, desde hace un tiempo vienen comprando intensamente mercadería reales tales como petróleo, hierro, cobre u oro. Con las ganancias obtenidas en el comercio están comprando mercaderías reales, no títulos del Tesoro del Gobierno de EEUU, que son mero papel. Los miedos de China han empujado a su gobierno a comprar petróleo para hacer stocks empujando el precio del barril otra vez a niveles récord de 42 dólares el barril no obstante el aumento de la producción de la Opep. Los precios del acero asimismo explotaron a causa de la demanda china.

Cuando llegó a la presidencia Bush heredó un presupuesto superavitario. Desde entonces el creó los mayores déficits de la historia americana, con cerca de 500 mil millones de dólares en el año 2004 pero apuntando para los 600 mil millones en el año 2005. En el año 1971 cuando Richard Nixon retiró del dólar el respaldo oro se comentaba como alarmante un déficit del presupuesto de » 23.000 mil millones» de dólares.

Este enorme déficit se financia mediante la venta de títulos del Tesoro de los EEUU u otros títulos parecidos. Desde el 2001 los bancos centrales de Asia, conducidos por Japón y por China compraron por sumas enormes de títulos, alrededor de un 43% de toda la deuda del gobierno norteamericano. Reciclaban los dólares ganados con el comercio de autos, electrónica, textiles y otros bienes con destino al consumidor norteamericano. En los doce meses anteriores a abril del 2004 Japón compró por alrededor de 200 mil millones de dólares en títulos del Tesoro norteamericano, financiando de esa manera en forma indirecta los gastos de la guerra contra Irak. Los bancos de China, Corea del Sur y Taiwán compraron por una cantidad parecida.

Han hecho esto por razones claras: como sus monedas están ligadas al dólar si este se cae en relación con el yen del Japón o en relación con el yuan chino y demás monedas de las economías exportadoras de Asia pues entonces sus exportaciones sufrirían un golpe como un mazazo, lo cual provocaría un aumento explosivo del desempleo por toda la región. Por ahora los Bancos Centrales de estos países continúan argumentando que cuando compran títulos del Tesoro Americano lo hacen en su propio interés. Una crisis en el valor del dólar en el transcurso del año 2005 podría marcar el inicio de una crisis global. El mundo entero es rehén de políticas económicas completamente distorsionadas por un patrón dólar fuera de control.

Original en www.studien-von-zeitfragen.net