«Si viene otro 11 de abril vuelvo a disparar mi cámara a cualquier fascista que venga a arremeter contra el pueblo venezolano sin pensarlo». Así lo enfatizó, la periodista Wendys Olivos Navarro, en el marco de la conmemoración de los diez años del golpe de Estado, donde sectores de la derecha quebrantaron el hilo constitucional […]
«Si viene otro 11 de abril vuelvo a disparar mi cámara a cualquier fascista que venga a arremeter contra el pueblo venezolano sin pensarlo». Así lo enfatizó, la periodista Wendys Olivos Navarro, en el marco de la conmemoración de los diez años del golpe de Estado, donde sectores de la derecha quebrantaron el hilo constitucional al perpetuar la salida del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Durante una entrevista que dispensó, recordó que el 11 de abril del 2002 estuvo cubriendo esos hechos como reportera gráfica de la agencia Venpres, y fue un escenario que sirvió de revés para la oligarquía venezolana, pues quedó al descubierto el tipo de oposición representada en las cúpulas empresariales, sindicales y apoyada por un pequeño sector militar que originaron caos y terror en la capital al fragmentar por unos días la democracia y secuestrar por 48 horas al jefe de Estado.
Manifestó que los grupos que protagonizaron el atentado, derogaron la Constitución, cambiaron el nombre de República Bolivariana de Venezuela, destituyeron todos los altos cargos del Estado y desataron una terrible represión social contra los leales al mandatario venezolano.
– ¿Han pasado diez años de aquel golpe de Estado, qué recuerda de ese 11 de abril?
– Luego de diez años de aquel 11 de abril tuvimos el privilegio de salir vivos, ese día combatimos con nuestras herramientas de trabajo; recuerdo ver en carne viva el tipo de oposición que tenemos, armada, terrorista, capaz de fragmentar nuestra democracia bien consolidada ante un pueblo claro ideológicamente madurando hacia una política más firme, socialista, humanista y que ha dado cambios significativos durante todo este tiempo.
– ¿Cómo se desarrollaron los hechos?
– Ese día salimos temprano tres reporteros de la agencia de noticias a cubrir la marcha que estaba convocada desde Chuao, al principio nos costó llegar; recuerdo que en el lugar estaban Orlando Urdaneta, Molina Tamayo y Guaicaipuro Lameda, quien para ese entonces era el presidente de PDVSA. La marcha comienza a dirigirse al centro de Caracas, posteriormente la desviaron a Plaza Venezuela y precisamente Molina Tamayo, improvisa una tarima, montándose en un muro de contención y dice señores esto está planificado, esto va a Miraflores a sacar a Chávez, quien hasta hoy estará en el Palacio.
Seguidamente narró que ante tal desfachatez «llamo a un amigo de Casa Militar, le digo que Molina Tamayo estaba convocando a que la marcha se dirigiera a Miraflores, y lo alerto para que protejan al presidente Chávez, él me dice sí ya tenemos cierta información. Seguidamente, entro a la agencia advirtiendo a los compañeros fotógrafos, mucha gente ya había abandonado Venpres. Ante la situación nosotros teníamos prohibido la salida a la calle, pero nos las inventamos para llegar a las inmediaciones del Palacio».
Cabe destacar, que durante su trabajo reporteril en las inmediaciones del centro de la capital, Wendys Olivo, logró una secuencia fotográfica que sirvió como testimonio principal para llevar a juicio a los funcionarios de la Policía Metropolitana de Caracas por los fallecidos y heridos en el lugar de concentración de los grupos oficialistas de Puente Llaguno por los delitos de homicidio calificado consumado, homicidio calificado frustrado, lesiones gravísimas, uso indebido de arma de fuego y de guerra.
«Mi trabajo fotográfico logró consolidar una sentencia de 30 años a los comisarios que estaban comandando la Policía Metropolitana. Recuerdo que tomé una serie de fotos secuenciales, además contextualice para que se viera el lugar de donde estaban disparando los efectivos, cuando ellos voltean escondo la cámara, luego se me acercan y me dan un golpe hacia la pared, les lloro, ruego, y les digo que yo venía de la marcha con Molina Tamayo. Fue unos de los momentos más fuertes porque me podían matar, y si me conseguían la cámara tenían una excusa suficiente, pero gracias a Dios salí con bien».
Ante esas pruebas se inició un juicio que duró varios años, y en el que se realizaron 230 audiencias, se presentaron 265 experticias, 5 mil 700 fotos y 20 videos, además declararon 198 testigos y 48 expertos. El 3 de abril de 2009 la jueza 4to de Juicio del estado Aragua, Maryorie Calderón, junto a tres escabinos, dictó sentencia condenando a 30 años de prisión a los comisarios Henry Vivas, Lázaro Forero, al ex secretario de seguridad ciudadana Iván Simonovis, a los funcionarios Erasmo Bolívar, Julio Ramón Rodríguez y Luis Enrique Molina, entre otros.
En el marco del despliegue reporteril en esa fecha, recordó que el equipo de trabajo de la agencia envió a los diversos medios internacionales y nacionales las fotos de los hechos del Puente Llaguno. «Luego pensé en eliminar las fotos de mi disco duro, y como a las 9 ó 10 de la mañana teníamos un allanamiento por parte de oficiales de la DISIP, PM y la Guardia Nacional, comandando por el coronel de la GN Pernía Guillén. Después uno de los efectivos me dijo que me levantara de la máquina y como no lo hacía porque tardaba en borrarse las evidencias fotográficas, me puso un arma 9 milímetros en la sien, esa es una imagen que no se te olvida; nos decía estamos decididos hacer lo que sea, esto es un golpe de Estado y yo simplemente le dije tranquilízate, está bien y nos pusieron contra la pared como unos delincuentes».
Al ser consultada sobre el rol de los medios de información, expresó Wendys Olivo, que también «tuvieron participación los medios de la derecha del país que estaban afinados por la agenda norteña y conducidos por ellos, además fueron agarrados infraganti, siendo identificados con la oposición, dejando de lado su rol como medios de comunicación para estar a las faldas del imperio».
A la par, a nivel internacional la posición más criticada fueron los medios de comunicación españoles y estadounidenses, incluso diarios de tendencia socialdemócrata como El País, publicaron editoriales o noticias en favor del gobierno de Carmona. Además, CNN en español le concedió una entrevista apoyando su gobierno de facto e igualmente editoriales del Washington Post dieron su apoyo al golpe.
Ante el panorama, la fecha constituyó la derrota de un complot de corte básicamente mediático, en la larga historia de golpes y conspiraciones que caracterizaron el devenir político de los países latinoamericanos durante el siglo XX, todos ellos perfectamente planificados por el Departamento de Estado de los EEUU y apoyados por las grandes empresas de comunicación, siguiendo esquemas que se han repetido una y otra vez durante décadas, como es el caso emblemático de Chile en 1973, específicamente durante el gobierno del presidente Salvador Allende.
Asimismo, durante el encuentro, Wendys Olivo, reconoció que durante este Proceso Revolucionario liderizando por el Comandante Hugo Chávez se han visto los cambios significativos que van en beneficio del Poder Popular al lanzar una reforma constitucional que es una de las más avanzadas a nivel mundial. Además con sus políticas inclusivas ha cumplido en un 80% las Metas del Milenio, donde se disminuyó la pobreza, se logró un mayor acceso a la educación y al sistema de salud.
Finalmente la egresada de la Universidad Bolivariana de Venezuela, reflexionó que con esa arbitraria situación del 11 de abril del 2002, el pueblo venezolano se fortaleció políticamente y entendió que el único camino es el socialismo, es por ello que salió a la calle el día 13 a exigir que volviera al poder el presidente Hugo Chávez, quien ha una década de ese hecho se encuentra más fortalecido y listo para la contienda electoral del próximo 7 de octubre.
* Lucía Berbeo es licenciada en comunicación social, analista política en Venezuela y colaboradora para este medio de información.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.