El gobierno sirio ha decidido utilizar euros en lugar de dólares en sus presupuestos. El 14 de febrero, el periódico Al Zaura (La Revolución) publicó una declaración oficial, firmada por el primer ministro, Mohammad Naji Ottri, que señalaba que «todos los ministerios del gobierno y las compañías estatales están obligadas a utilizar euros en lugar […]
El gobierno sirio ha decidido utilizar euros en lugar de dólares en sus presupuestos. El 14 de febrero, el periódico Al Zaura (La Revolución) publicó una declaración oficial, firmada por el primer ministro, Mohammad Naji Ottri, que señalaba que «todos los ministerios del gobierno y las compañías estatales están obligadas a utilizar euros en lugar de dólares para pagar a las compañías extranjeras. El euro será también empleado en los contratos de importación y exportación en lugar del dólar.» El ministro de finanzas, Mohammed al Hussein, afirmó también que el gobierno sirio estaba planeando utilizar el euro en todas las transacciones en moneda extranjera realizadas por el Estado.
Esta decisión vino después de que el Departamento del Tesoro de EEUU anunciara que había prohibido todas las transacciones entre los bancos estadounidenses y dos bancos sirios: el Banco Comercial de Siria y el Banco Comercial Sirio-Libanés, un subsidiario del anterior. La orden del Departamento del Tesoro de EEUU supone que cualquier banco norteamericano debe cerrar las cuentas que tenga en esos bancos. Aunque Washington ha intentado vincular esta decisión con su «guerra contra el terrorismo», la verdad es que se trata de otro paso más en la actual estrategia anti-siria de la Administración Bush. Por su parte, un portavoz del Banco Central de Siria afirmó que la institución, como cualquier otro banco estatal, ha estado cumpliendo las leyes internacionales en contra del lavado de dinero y el terrorismo.
La decisión de Damasco de utilizar euros en todas sus transacciones realizadas en moneda extranjera en lugar de dólares está dirigida a proteger las importaciones y exportaciones y la economía nacional de Siria. Fuentes estatales sirias señalan que esta decisión es un intento de «salvar a la economía siria de una situación en la que se encuentre a merced del dólar estadounidense,» ya que las leyes norteamericanas estipulan que cualquier conversión de una divisa en dólares debe tener lugar a través del sistema bancario estadounidense. La relación comercial de Siria con EEUU es muy pequeña, debido principalmente a las políticas antiárabes y proisraelíes de Washington y a sus esfuerzos por aislar a Siria. Siria ha estado sometida a sanciones norteamericanas desde mayo de 2004, lo que supone que no puede importar más productos estadounidenses que alimentos y medicinas. Los activos que tenía el Banco Comercial de Siria en EEUU fueron congelados por el gobierno norteamericano en 2004. De este modo, un economista sirio manifestó a Al Yazira que la decisión de Damasco «se parece a un tipo de acción preventiva, destinada a proteger sus activos en el exterior e impedir que sean congelados en caso de conflicto.»
Según algunos expertos económicos, Siria ha logrado minimizar el daño de las sanciones norteamericanas a su economía. Joe Sarrouh, un alto ejecutivo de Fransabank en Beirut, manifestó a Al Yazira: «Para su propio crédito, el gobierno sirio ha logrado mantener activo el ciclo económico; las importaciones, las exportaciones y el turismo no se han visto seriamente afectados. Todos estos sectores han reaccionado de forma efectiva a las presiones.» En los últimos años, el gobierno sirio ha dado pasos fundamentales para abrir su economía, tras décadas de planificación centralizada, y ha nombrado una junta destinada a sentar las bases para la creación de una bolsa en el país.
Por el contrario, Siria y la Unión Europea poseen fuertes relaciones comerciales. En la actualidad, la UE es el primer socio comercial de Damasco. En este sentido, el cambio de Siria al euro facilitará las operaciones bancarias entre Siria y los países europeos.
La decisión siria tendrá también influencia en los mercados del petróleo, ya que las exportaciones sirias serán pagadas en euros. En la actualidad, la producción de petróleo de Siria es de unos 400.000 barriles al día. Hace algunos meses, Irán anunció también que iba a crear un mercado petrolífero en euros en Teherán, similar a los de Nueva York y Londres. Esto significa un severo golpe al actual sistema, que está basado en el predominio del dólar. Dicho sistema obliga a los importadores de petróleo, principalmente los países desarrollados, a poseer una gran cantidad de reservas de dólares con el fin de pagar el petróleo y obliga también a los exportadores a aceptar dólares por sus ventas. En este sentido, los países en vías de desarrollo deben exportar cada vez más bienes con el fin de conseguir más dólares.
El dominio del dólar ha llevado a un continuo flujo de capital extranjero a EEUU, que es necesario para equilibrar el enorme déficit comercial norteamericano. Sin embargo, si una segunda moneda, en especial el euro, entra en el mercado del petróleo, ella sería utilizada al menos tanto como el dólar y reduciría las inversiones extranjeras en dólares y en bonos valorados en la moneda norteamericana. Cabe señalar también que la Eurozona posee en la actualidad una cuota mayor del comercio mundial que EEUU y no soporta una enorme deuda extranjera o déficit comercial. De hecho, el Banco Central Europeo posee unas facultades extraordinariamente amplias para preservar el poder adquisitivo y estabilidad de su moneda. La UE importa también más petróleo que EEUU. Asimismo, es el principal socio comercial de Oriente Medio.
Todos estos factores inspiran confianza en el euro. En 2002, los bancos centrales de Rusia, China, Taiwán y Canadá convirtieron en euros algunas de sus reservas en dólares. De este modo, el único argumento que se maneja hasta este momento para preferir el dólar al euro es que los dólares sirven para comprar petróleo. Sin embargo, algunos países productores de petróleo, tales como Irán, Venezuela o Siria, han decidido convertir en euros todas o la mayoría de sus reservas de divisas, lo que ha incrementado la demanda global de euros. Esto debilitará aún más el ya valor, ya en declive, del dólar.