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Situación

Fuentes: Loqsomos

Las movilizaciones contra las medidas del gobierno están siendo masivas. A estas alturas, todo el mundo ha comprendido que la casta política está haciendo pagar a los ciudadanos (especialmente a los más débiles) el saqueo al que ellos mismos, acompañando a los más ricos, han sometido al país. Hay que tapar con miles de millones […]

Las movilizaciones contra las medidas del gobierno están siendo masivas. A estas alturas, todo el mundo ha comprendido que la casta política está haciendo pagar a los ciudadanos (especialmente a los más débiles) el saqueo al que ellos mismos, acompañando a los más ricos, han sometido al país. Hay que tapar con miles de millones sus Caja Madrid, Caja Castilla-la Mancha, las tres entidades valencianas, y tantas otras tropelias, bancarias o no.

Pero, ¿es posible tapar el agujero?, ¿en qué situación estamos?, ¿cuáles son los escenarios más probables para los próximos meses? El verano, además de para movilizarse, es un buen periodo para reflexionar. Aquí podrán encontrar algunos, sólo algunos, elementos de reflexión.

Va a ser difícil tapar el agujero. Europa desbloquea para antes del 31 de julio los primeros 30 mil millones (de los 100 mil acordados, ¿recuerdan?). Van destinados a la banca, más concretamente a evitar el cierre del chiringuito: las cajas ya «intervenidas». Problema: el total del pufo de la banca española es muy superior (activos tóxicos inmobiliarios: unos 300 mil millones, aunque nadie lo sabe con exactitud). Eso, por el lado de las urgencias.

La deuda total de los bancos españoles es muy superior. Deben más de un billón de euros a los bancos alemanes, franceses, americanos, etc. Por eso el sistema financiero español es una amenaza para el sistema financiero global. Imposible pagar esta deuda.

Además, los bancos españoles son los principales tenedores de deuda del estado español. Se supone que esa deuda es un activo, pero en realidad es un pasivo. Nadie la quiere. Por eso baja continuamente su precio y aumenta la rentabilidad (hay que pagar más para que alguien la compre). La subasta de letras del Estado del jueves 19 de julio ha sido un completo fracaso.

El estado español está en quiebra. Por eso sube la prima de riesgo, por eso no hay compradores (internacionales) de deuda española, porque los mercados mundiales han dictado sentencia: España es insolvente. El Estado español no puede devolver sus deudas, ni siquiera pagar los intereses (30 mil millones al año). El déficit ha aumentado en más de 300 mil millones en los últimos 5 años.

La casta política se niega a admitir que el Estado español en su forma actual es inviable. Su estructura político/mafiosa de «estado de las autonomías» está condenada porque es inviable económicamente. Europa va a imponer su desmantelamiento, en el marco de un «rescate global» probablemente. En un intento desesperado por evitarlo, la canalla que nos gobierna se revuelve contra la ciudadanía. Al final vamos a tener que dar las gracias a Merkel por quitarnos a esta lacra corrupta de encima, cosa que por cierto, seamos autocríticos, nosotros no hemos sido capaces de hacer.

Este bucle: bancos (activos inmobiliarios)-deuda del Estado-Estado autonómico quebrado, nos lleva directamente a la quiebra, a la intervención y a la crisis política.

No hay solución desde el punto de vista del crecimiento. España está en depresión, la recesión amenaza en Europa y sobre todo resultará inevitable en Estados Unidos. El parón es ya evidente en Brasil, y en China puede pasar cualquier cosa. Es más que probable una agudización de la crisis a nivel global. En una situación de tanta tensión, las probabilidades de acontecimientos extraordinarios aumentan exponencialmente (¿están siguiendo lo que ocurre en Siria?, pues después puede venir Irán).

El paro seguirá aumentando. El empleo, tal y como lo conocíamos, no es ya necesario para crear riqueza. Luchar por el pleno empleo es luchar por un imposible. ¿No será mejor luchar por un acceso de todos a esa riqueza fruto del aumento de productividad y de los avances tecnológicos? ¿Cómo?: con una renta básica digna para todos, trabajando o estudiando o no al mismo tiempo. Hay dinero para ello.

Estamos al principio de un proceso que hará que los ricos que dominan el mundo sean más ricos, los pobres mucho más pobres y las clases medias desaparezcan. Se trata de un proceso global. En España, como siempre, nos ha tocado ración doble.

Estamos en un cambio de época y debemos prepararnos.

Para empezar debemos aumentar nuestros conocimientos financieros (hipotecas o alquiler, «preferentes», pensiones… ¿de verdad creen que dentro de unos años se van a cobrar?, y los ahorros…¿están a salvo si vuelve la inflación?.

¿Y los objetivos de las movilizaciones? ¿Qué quiere decir luchar contra los recortes? ¿Vamos a dejarnos nuestra energía en intentar mantener lo que no se puede mantener porque estamos quebrados o vamos a ser capaces de, sobre esta ruina, levantar un nuevo proyecto? Nada es posible sin un cambio político de verdad.

La inflación puede volver. De hecho, es seguro que volverá. Es inevitable teniendo en cuenta la enorme masa de dinero creada de la nada. Para «resolver» las crisis económicas desde los años 70 no se ha repartido riqueza, se ha creado deuda. Endeudando a los pueblos y a los estados, el capital financiero los ha esclavizado. Era un dinero ficticio, creado de la nada, pero la deuda generada (y los intereses) son reales, no ficticios, y han hipotecado el futuro de varias generaciones.

Cuando la inflación vuelva, será para golpear a los que todavía tengan una nómina, unos ahorros o una pensión. El dinero valdrá menos, y todo lo necesario para subsistir costará mucho más.

Todo estos elementos de reflexión pueden parecer sombríos, pero esta es la realidad y de nada sirve negarla. El momento es crítico. Vamos a tener que acostumbrarnos a vivir de otra manera y, si así lo decidimos, a luchar de otra manera. De las decisiones que tomemos ahora dependerá no sólo el futuro económico sino también nuestra libertad.