Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez
Es necesario destacar los vínculos de algunos jueces y representantes de la justicia con el departamento de Estado de los EE UU, vínculos consolidados a través de tratados de cooperación formal e informal en las investigaciones, cursos y otras actividades de formación conjuntas. El mensaje del imperialismo asociado con la burguesía brasileña es claro: no queda espacio ni hay margen para la conciliación de clases. La inviabilización de la candidatura de Lula puede suponer una nueva fase del golpe contra los trabajadores. De hecho, para poner en marcha un programa económico de radicalización del neoliberalismo, la privatización de las empresas y de los recursos nacionales, el recorte de derechos laborales, previsionales, sociales y democráticos de los trabajadores, la judicialización de la política es, para las clases dominantes, un requisito indispensable para la implementación de ese proyecto.
Lula no es ni será el candidato del PCB para las elecciones presidenciales, pero entendemos que el ex presidente tiene derecho a ser candidato. Las maniobras de algunos sectores de la burguesía y del poder judicial buscando inviabilizar su candidatura, buscan profundizar en el golpe y retirar de escena, por la vía judicial, una candidatura que, con la crisis del capitalismo, ya no les interesa a esos sectores. Es preciso destacar, que la conciliación de los gobiernos petistas, al no realizar las transformaciones estructurales imprescindibles, no se enfrentó a la oligarquía financiera y regional, ni a los tiburones de los medios de comunicación ni al gran capital ni al imperialismo, por lo que contribuyó notablemente al fortalecimiento de los sectores más reaccionarios, incluso de la policía federal y del poder judicial.
Desgraciadamente, ni Lula ni el PT parece que hayan comprendido que el proyecto de conciliación nacional e internacional está agotado. La crisis sistémica del capitalismo y la necesidad de la burguesía de mantener y aumentar su tasa de ganancias, hace que la burguesía apueste por nuevas formas de dominación de clase y se intensifiquen las disputas interburguesas. Incluso siendo atacado, Lula mantiene el discurso de alianzas con sectores conservadores y reaccionarios, la predisposición al diálogo y a llegar a acuerdos con el mercado financiero y la lógica apaciguadora en la organización de los trabajadores.
En este sentido, para el PCB, la lucha contra los golpes de la burguesía pasa principalmente por la organización popular y la movilización en las calles. Empezando ya en febrero con la lucha en contra de la reforma de la seguridad social y las pensiones del gobierno Temer. La lucha del pueblo argentino, a pesar de haber sido parcialmente derrotada, debe ser un ejemplo de movilización y organización. En este momento, está claro que la lucha de los trabajadores contra los ataques de la burguesía no puede limitarse al terreno electoral, todo lo contrario, desde ahora mismo tiene que potenciar la movilización y la reconstrucción del movimiento obrero y popular brasileño a fin de superar la lógica de la conciliación de clases.
Fuente: https://pcb.org.br/portal2/18196/sobre-o-julgamento-em-segunda-instancia-do-ex-presidente-lula
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