Un corto análisis histórico desde la aparición del Software Libre en nuestro país hasta estos días, nos hace refleccionar sobre el ímpetu de su comportamiento como acción política de transformación del statu quo. El Software Libre se consolida a través de la manifestación de inconformidad ante la privación del conocimiento. Nace con cierta inconsciencia política […]
Un corto análisis histórico desde la aparición del Software Libre en nuestro país hasta estos días, nos hace refleccionar sobre el ímpetu de su comportamiento como acción política de transformación del statu quo.
El Software Libre se consolida a través de la manifestación de inconformidad ante la privación del conocimiento. Nace con cierta inconsciencia política pues, hasta el momento, los movimientos más importantes que lo impulsan no profundizan en los elementos políticos e históricos que cultivaron las condiciones de su aparición. Así, solo se mantiene su filosofía y uso bajo una serie de reglas denominadas «Las cuatro libertades» que manifiestan el libre uso, modificación, mejora y distribución del código fuente de las piezas de Software que se produzcan.
Políticamente, el Software Libre es un modelo que actúa como un medio de producción, obedece principalmente al sistema imperante, en el Capitalismo reproduce las relaciones de explotación y maquinaria comercial. Los detractores del pensamiento de su utilización bajo este esquema «abierto» plantean la profundización política de su uso como un medio de producción posible en el socialismo.
La visión «altruista» del Software Libre no debe confundirse con el concepto de «gratuidad», pues es necesario que el modelo se establezca como un medio productivo que genere economía. La diferencia principal entre el Software Libre funcionando en el Capitalismo y el que funcionaría en el Socialismo, es el tipo de intercambio no especulativo generado a partir del esfuerzo por intercambiar conocimiento, ampliarlo, masificar su distribución y garantizar su uso aplicado -fundamentalmente al bienestar de la sociedad en su conjunto-.
En nuestra realidad, la utilización del Software Libre avanza con las comunidades y la fuerza del Estado a través de sus políticas públicas de soberanía e independencia tecnología, pero indefectiblemente debe trascender la profundización política enfocada al Socialismo, de otra forma, el riesgo de perpetrarse como una herramienta innocua contribuye a la inercia contrarevolucionaria que detiene el verdadero proceso transformador dpabloel modelo productivo.
La derecha estableció la apolítica como un sistema eficaz de dominación de masas que instrumenta y agrupa a los «desinteresados políticos» colocándolos convenientemente a merced del consumo y propiciando la falta de conciencia y pensamiento crítico para no entorpecer sus intereses fundamentales. Subvertir este orden es clave para el modelo del Software Libre que aspiramos en el Socialismo. Esta conciencia política no es comprendida por muchos lideres de los movimientos de Software Libre, y se transmite un mensaje superficial que no aporta sustancia a una propuesta seria que plantea un modelo productivo distinto y justo. Es necesario dar esta discusión política y masificarla en las comunidades organizadas para enderezar el objetivo principal del Software Libre en nuestra política nacional, que no es más que un aporte materialista a la construcción de una sociedad Socialista.