A pesar de toda la pirotecnia mediática en contra de la medida soberana adoptada por Caracas, cuatro de las seis compañías que operan en la Franja del Orinoco aceptaron las nuevas condiciones. La Paz toma posesión de toda la operatoria hidrocarburífera. Los plazos se cumplen según cronograma. Las empresas que extraen oro negro en la […]
A pesar de toda la pirotecnia mediática en contra de la medida soberana adoptada por Caracas, cuatro de las seis compañías que operan en la Franja del Orinoco aceptaron las nuevas condiciones. La Paz toma posesión de toda la operatoria hidrocarburífera.
Los plazos se cumplen según cronograma. Las empresas que extraen oro negro en la Faja del Orinoco debían decidir ayer si aceptaban las nuevas condiciones vigentes a partir de la nueva ley de Hidrocarburos de Venezuela, que estipulaban que podían ser sólo socias minoritarias en los consorcios con la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que estaban en vigencia.
A pesar de toda la verborragia falaz de la derecha mediática, de las seis empresas extranjeras que se vieron afectadas por la nueva legislación, cuatro aceptaron los términos de Caracas, y sólo dos decidieron abandonar ese país. La francesa TotalElf, la británica British Petroleum (BP), la noruega Statoil y la estadounidense Chevron aceptaron ceder el manejo de la operatoria y convertirse en socias minoritarias en la faja, mientras que ExxonMobil y ConocoPhillios anunciaron que van a cesar con sus operaciones en Venezuela.
La información difundida por el gobierno del presidente Hugo Chávez menciona que Venezuela pasa a controlar en promedio el 78 por ciento de los proyectos de crudos pesados y extrapesados en la Faja del Orinoco. «Petróleos de Venezuela pasa de tener un 39 por ciento promedio de participación en la Faja a un 78 por ciento, con lo cual duplica su participación accionaria y también el control mayoritario,» dijo el grupo estatal en un comunicado.
El mandatario bolivariano ordenó en enero nacionalizar los cuatro mejoradores de crudo pesado del Orinoco, que tienen capacidad para procesar unos 600.000 barriles por día.
Mientras el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, afirmó que el gobierno «negocia» con esas empresas su «salida del país», Washington ya expresó su «preocupación» por la salida de dos compañías con sede en su país.
El secretario de Energía de Estados Unidos, Sam Bodman, dijo que «por supuesto» estaba preocupado por la posibilidad de que a raíz de la salida de las dos petroleras de ese país bajaran las importaciones de crudo y de productos de Venezuela. No obstante, el Palacio de Miraflores no expresó demasiadas preocupaciones por esta «queja», y anunció que van a continuar las conversaciones con ambas compañías.
«Exxon y Conoco terminan su participación en los negocios de la Faja del Orinoco y hemos conversado para continuar negociando para establecer los arreglos (compensaciones económicas) a los que haya lugar», añadió desde Caracas el ministro Ramírez.
«Ya veremos a qué tipo de acuerdos podemos llegar» con Conoco y Exxon, expresó Ramírez a la prensa, y sugirió «preguntar» a esas empresas «por qué» rechazaron migrar los convenios operativos que operaban con mayoría accionarial en asociación con la firma estatal.
Además de Venezuela, en Bolivia se vivió un día trascendente, tras asumir el control de las refinerías «Guillermo Elder Bell» y «Gualberto Villarroel» con el endoso de las acciones por parte de Petrobras a la nueva empresa YPFB Refinación SA, el compromiso de ampliar las dos plantas, incrementar su producción y obtener nuevas inversiones.
«La creación de una nueva empresa y del control de las dos refinerías significan nuevos retos para el Gobierno y para YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), y esos nuevos retos tienen que ver no sólo con seguir la trayectoria que tuvieron las dos plantas de refinación, sino el de proyectar a las refinerías en un marco fundamental de eficiencia, rentabilidad, de solidaridad y de cooperación», afirmó el ministro de Hidrocarburos y Energía, Carlos Villegas.
Para concretar este hecho histórico, el viernes se habían emitido las correspondientes pólizas de seguros para las dos refinerías, el lunes se firmaron entre PBR Refinación y YPFB los contratos de traspaso y la madrugada de ayer PBR endosó un total de 364.800 acciones que pasan a nombre de YPYB Refinación SA, según el informe del Presidente de la estatal petrolera.
La toma oficial de la planta de refinación «Guillermo Elder Bell» se realizó en un solemne acto con la presencia del mandatario de la República, Evo Morales; y demás funcionarios.
De esta forma, dos naciones avanzan hacia la toma de posesión de los recursos naturales, en beneficio de los intereses nacionales.