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Sólo los estúpidos hablan de «fraude»

Fuentes: Rebelión

Solo Dios sabe cuan insondable es la estupidez humana. Sobre todo la estupidez de los que apuestan intencionalmente a especulaciones sin fundamento sobre el fraude electoral o sobre una «guerra civil», sin conocer sus desastrosas consecuencias para todas las partes involucradas, así como para quienes son afectados y afectadas directamente. Con la «guerra civil» no […]

Solo Dios sabe cuan insondable es la estupidez humana. Sobre todo la estupidez de los que apuestan intencionalmente a especulaciones sin fundamento sobre el fraude electoral o sobre una «guerra civil», sin conocer sus desastrosas consecuencias para todas las partes involucradas, así como para quienes son afectados y afectadas directamente. Con la «guerra civil» no se especula ni se juega, es un asunto muy serio que no puede dejárse a los impulsos regresivos de quienes no pueden asimilar una posible derrota electoral. En elecciones se juega limpio o no se juega, se respeta al árbitro, la Constitución y las leyes, o sencillamente «se tira pal monte».

Hay quienes se acostumbran a declaraciones destempladas y ligeras, como aquellas de Yon Goicochea en los años 2008 de llamar a «incendiar a Caracas». Un millon de dolares recibió por encarnar el guion de la derecha norteamericana. Las metáforas piromaníacas de voceros de cierta línea dura de oposición, muy próxima a los despropositos de agrupaciones políticas como «voluntad popular», liderada por Leopoldo López, parecen confirmar la hipótesis sobre las reacciones de grupusculos con propensiones violentas, que al sentir posibles escenarios de derrota, reaccionan bajo los elementales esquemas de «frustración-agresión».

Hay que aprender a elaborar el duelo cuando las fantasías omnipotentes no terminan de realizarse. Un duelo con madurez puede ser una especial oportunidad de aprendizaje político. Lo cierto es que Goicochea parece mantenerse fiel al «método de lucha» contra la inhabilitación de Leopoldo López en el año 2008, personaje que funge hoy como pieza fundamental de la operación de «defensa del voto» de Comando de Capriles Radonsky, y que hace alarde de sus comprobados vínculos con quién «lamento no haber tenido tiempo suficiente para invadir militarmente a Venezuela»: Alvaro Uribe Velez.

De manera que el circuito Goicochea-Leopoldo López y Uribe Velez nos permite desentrañar quienes son hoy «los payasos» y quienes son los «dueños del circo» en las líneas discursivas del «fraude» y de la «resistencia civil». Podriamos continuar hasta llegar al ex embajador norteamericano Patrick Duddy quien con sus especulativos escenarios pretende retrotraernos a los peores momentos de las relaciones entre el establishment de los Estados Unidos y lo que siguen considerando es su «patio trasero».

Pero para desgracia de ellos, las coordenadas políticas de América Latina y el Caribe soplan de la dirección de la autodeterminación, la soberanía popular y la independencia. No hay espacio para ambiciones de lacayitos de tercera categoría. Goicochea podría aprender mucho de la experiencia de las elecciones Peruanas del año 2011, cuando Humala ganó por sólo 3 % de ventaja sobre Keiko Fujimori, pediendo bastiones territoriales importantes y la propia capital del país. ¿Hubo acaso «fraude» y «guerra civil» en Perú? De ninguna manera. Dieron una lección continental de cultura cívica y aprendizaje democrático.

Goicochea y sus grupusculos podrían recibir una inducción acelerada del Rector Vicente Díaz, sobre auditorias electorales y reconocimiento de resultados. Tal vez podrían ser convencidos por cierta sabiduría y prudencia política que conservan algunos líderes con experticia y curtidos años en la llamada «mesa de unidad democrática».

Si posiblemente exista un encuentro inédito de movilización electoral, hay que garantizar que la misma refuerze el espíritu democrático, civico y pácífico que aspira la mayoría de los venezolanos y venezolanas. Ganará quien saque más votos, no quien amenaze con violencia en las calles.
La reunión del CEOFANB dejo en claro que la Fuerza Armada conocen su rol como garante y apoyo de las instituciones del Estado, y en especial, del CNE y el sistema electoral venezolano. No se repetiran los maquiavelios planes del 11 de abril del año 2002 de enfrentar a «masas de maniobra» como «carne de cañon».

El liderazgo de Capriles Radonsky se pondra a prueba en su responsabilidad y madurez para demostrar que merece ser un líder confiable que apuesta a la lealtad constitucional y a la paz democrática. Si Capriles convoca a los venezolanos a protestas de calle ante un escenario de su derrota, demostrará porque en las recientes encuestas de DATANALISIS aparece como un líder que no proyecta confianza para casi un 60 % de los llamados no alienados, y que no tiene capacidad de manejar con prudencia situaciones de alta tensión política. Hablemos en su lenguaje de mercadeo político: ningún actor social y político con experticia democrática puede depositar sus activos en una marca que se maneja con fines de incertidumbre e inestabilidad política aguda, con llamados deseperados a desconocer las instituciones de un paìs.

Las opiniones de Goicochea son la punta de un iceberg de desespero opositor. No basta llamar a «procesos pacíficos de liberación de Europa del Este pueden ser más ilustrativos que los del Medio Oriente, porque nosotros no estamos armados». No basta intimidar o amenazar a la Rectora Lucena, con aquello de «me lo pensaría dos veces». Los generales y comandantes de la FANB no son estúpidos para caer en un plan calculado de provocaciones y de incitaciones de grupusculos violentos que quieren victimizarse bajo las banderas de la «resistencia civil».

Hay que saber esperar la oportunidad de las próximas elecciones, Nóngo. Cuando aprendas que se gana con votos y no con atajos, podras salir de la pesada estipidez humana que apuesta a la fuerza para imponer un resultado. Al fin y al cabo, el país aprende, madura y crece con cultura democrática, con tolerancia y civismo frente a la diferencia legitima en el marco constitucional desde el 7 de octubre. Todavia hay tiempo para aprender, a menos que le vendas tu alma al envejecido y piromaníaco demonio de la violencia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.