Al parecer aquí en Venezuela todavía hay muchas gentes que no saben diferenciar, o simulan no saberlo, entre el comunismo y el socialismo. Quizás algunos creen que el pueblo venezolano puede ser engañado en tal sentido, al punto de aceptar a los socialistas como los buenos y rechazar a los comunistas como los malos. Lo […]
Al parecer aquí en Venezuela todavía hay muchas gentes que no saben diferenciar, o simulan no saberlo, entre el comunismo y el socialismo. Quizás algunos creen que el pueblo venezolano puede ser engañado en tal sentido, al punto de aceptar a los socialistas como los buenos y rechazar a los comunistas como los malos.
Lo cierto es que sí hay una enorme diferencia entre uno y otro de estos dos grandes movimientos políticos, ambos de carácter y actuación internacionales.
Pero lo esencial de este asunto es que en ningún país de todo el amplio mundo, y son unos doscientos, los socialistas siquiera han intentado abolir la propiedad privada de los medios de producción, lo cual constituye el paso indispensable para construir una nueva sociedad. Pese a que partidos socialistas han sido gobierno una y otra vez -y lo son hoy- en muchas partes y momentos
En cambio, donde quiera que un Partido Comunista ha asumido el poder, de inmediato y aunque en diversas condiciones, lo primero que ha hecho es comenzar a aplicar su programa. Porque de lo que se trata no es explicar el mundo, sino de transformarlo… como muy bien lo dijo ya Karl Marx en su histórica Tesis 11.
Que hemos cometido errores, a veces enormes, es cierto. Pero ha sido siempre en tareas de la construcción de un mundo mejor.
Ahora en nuestro país se ha comenzado a hablar de la fundación de una nueva internacional, pero sin precisar bien sus orientaciones ideológicas y menos su composición clasista. Incluso se ha dicho en tal sentido una barbaridad, al presentarla como que ella sería la V, es decir, una heredera o continuadora de una supuesta IV que habría sido fundada por León Trotsky, y en la cual habría cabida hasta para la izquierda socialcristiana… O sea para Tirios y Troyanos.
Todo esto es necesario decirlo ahora para que se conozca mejor lo que significa, en realidad, un paso tan grave como el de crear una nueva internacional. Es algo que los escasos discípulos que en el mundo dejó Trotsky, asesinado en México en 1940, justo antes de estallar la II Guerra Mundial, han estado tratando de lograr desde aquel tiempo y en diversas formas, pero siempre con la intención de golpear lo más posible a los Partidos Comunistas.
Pero es bien conocido el hecho de que el llamado trotskysta no ha tenido nunca eco aquí en Venezuela, al punto de no haber habido acá hasta hace poco ningún grupo que se proclamara como tal. Ha sido en estos últimos tiempos que ha aflorado un trabajo de zapa, incluso en los más altos predios gubernamentales, de agentes suyos provenientes de sus reductos extranjeros, como el de Bruselas.
Pues una de sus tácticas características es la de infiltrar agentes donde quiera que estalle un movimiento revolucionario, y buscar entrar en sus posiciones de gobierno cuando ese movimiento triunfa.
También es necesario que se conozca bien la posición que los comunistas tenemos respecto a los socialdemócratas en general. Ya a partir de 1935 la Internacional Comunista llamó a constituir lo que se denominó Frentes Populares, lo más amplios posibles, y así se triunfó, por ejemplo, en Francia y en Chile. Tal sigue siendo la política de los comunistas en todas partes.
Pero eso no puede en modo alguno significar que vayamos a querer hacer lo que en criollo se llama «un arroz con mango», mezclando ideas y propósitos distintos. Tenemos siempre en cuenta que cuando los bolcheviques rusos tomaron el poder, en 1917, y un poco después decidieron no llamarse más socialistas sino comunistas.
Lenin, que así lo había propuesto, dijo que había llegado la hora de echar al cesto la ropa sucia… En fin, yo también digo: somos comunistas, no socialistas.
Fuente: http://www.pcv-venezuela.org/index.php?option=com_content&task=view&id=6073&Itemid=1