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Orlando Chirino rechaza injerencia de Human Rights Watch

«Somos los trabajadores los que tenemos que luchar por las libertades sindicales en Venezuela, no necesitamos la injerencia imperialista de Human Rigths Watch»

Fuentes: Rebelión

El Centro de Medios Independientes de Venezuela consideró oportuno conocer la opinión de Orlando Chirino sobre la expulsión de José Miguel Vivanco, representante de Human Rights Watch, del territorio venezolano, ya que el caso del despido injustificado de dicho dirigente sindical de PDVSA, se menciona en el largo informe presentado por la ONG. En conversación […]

El Centro de Medios Independientes de Venezuela consideró oportuno conocer la opinión de Orlando Chirino sobre la expulsión de José Miguel Vivanco, representante de Human Rights Watch, del territorio venezolano, ya que el caso del despido injustificado de dicho dirigente sindical de PDVSA, se menciona en el largo informe presentado por la ONG.

En conversación telefónica, Orlando Chirino, quien además es coordinador de la UNT y dirigente del partido Unidad Socialista de Izquierda, expresó: «me uno al repudio generalizado que existe en el país en contra de los representantes de Human Rights Watch por ser mercenarios del imperialismo norteamericano y las multinacionales. Es evidente que estas ONG son utilizadas en situaciones muy particulares para arremeter contra los procesos revolucionarios y desprestigiar sus objetivos».

CMI: ¿Human Rights Watch es una organización de defensa de los derechos humanos, o es un agente del imperialismo, como plantean muchos?

O Ch: «Estas agencias, al igual que todos los organismos internacionales creados por el imperialismo, llámense ONU, OEA, MERCOSUR, OIT, FMI o la OMC, para referirme a los más conocidos, actúan deliberadamente a favor de los intereses de los grandes monopolios internacionales y son serviles a las orientaciones políticas y militares dictaminadas desde Washington o por la banda de los 7 (refiriéndose al G-7) que controlan el mundo, es decir los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón, Canadá e Italia, y que cuenta con el pleno respaldo de los gobiernos de China, Rusia y Brasil.

Es bueno que el pueblo venezolano sepa que Human Rights Watch, no es una organización imparcial, fue creada en la década del 70 para «vigilar» como su nombre en inglés lo dice, a la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría. Es un aparato imperialista financiado por la Fundación George Soros, la Ford y otras grandes transnacionales.»

CMI: ¿Entonces lo de HRW es una maniobra política?

O Ch: «Por supuesto. Hay que resaltar que estos organismos son muy oportunos -entre comillas-, ya que andan metiendo sus narices sobre todo en aquellos países donde los trabajadores y los pobres se levantan contra la tiranía capitalista e imperialista, y se hacen los locos en aquellas naciones que cuentan con la protección del imperialismo, como es el caso emblemático de Colombia y las naciones africanas.»

«HRW es un organismo imperialista pero no podemos ocultar la realidad de Venezuela».

Orlando Chirino, -cuyo despido de PDVSA fue tomado en el informe de HRW como argumento para demostrar que existen violaciones a la actividad sindical en Venezuela-, expresó que «no podemos hacerle el juego al operativo malintencionado y pro-imperialista del mercenario Vivanco, y en eso todos los trabajadores venezolanos debemos estar claros, pero otra cosa es que se pretenda ocultar la realidad. En Venezuela se viola la libertad sindical en el sector privado y público, y sería un grave error desconocer o intentar minimizarlos para favorecer al gobierno y a los patronos. Existen muchísimos casos que demuestran que efectivamente los trabajadores y los dirigentes sindicales somos vulnerables. Esta es la norma en los países capitalistas, y Venezuela no es la excepción.»

CMI:¿Cuál es la situación en el ámbito sindical venezolano?

O Ch: «Es cierto, y lo denunciamos hasta la saciedad, que existe injerencia indebida del Gobierno en las actividades sindicales en menoscabo de la autonomía sindical. El mejor ejemplo de ello fue el rol del ministro del Trabajo, José Ramón Rivero, quien durante 17 meses de gestión promovió el paralelismo sindical, imponiendo mafias sindicales que se dedicaron a extorsionar en beneficio propio, dejando de lado los intereses de los trabajadores. Esa misma corriente sindical, que habla en nombre del partido de gobierno, el PSUV, en forma inconsulta acaba de montar un parapeto de central, dividiendo a los trabajadores y debilitando sus luchas y reclamos. No olvidemos tampoco que ese ministro, aliado con la multinacional Sidor, quiso imponer un referendo que afortunadamente fue derrotado por los trabajadores».

CMI: Usted ha denunciado que fue despedido ilegalmente de PDVSA.

O Ch:»Sí, se trata de despidos que desconocen el derecho a la organización sindical y la figura del fuero sindical. Son hechos públicos y notorios el despido del compañero William Díaz, despedido de la Asamblea Nacional por denunciar la corrupción y el nepotismo; el despido del compañero Armando Guerra de Hidrocentro, y mi caso, que se suma a otros de compañeros de la industria petrolera despedidos en forma arbitraria. En todos estos casos se desconoció el fuero sindical y el debido proceso.

CMI: ¿que nos puedes decir del derecho a la negociación y contratación colectiva?

O Ch: «No se puede ocultar que el derecho a la contratación colectiva, sobre todo en el sector público, se violenta en forma flagrante. Hace más de 4 años se viene solicitando la negociación del contrato marco para los trabajadores de la administración pública y aún el gobierno no se sienta a negociar. En PDVSA, la negociación del pasado contrato petrolero fue impuesto por los ministros del Trabajo y de Energía y Petróleo, con la complicidad de la burocracia sindical roja rojita».

CMI: Pero los trabajadores pueden denunciar estas irregularidades ante los organismos competentes, ¿no?

O Ch: «Para nadie es un secreto que la justicia favorece a los patronos y el ministerio público termina acosando a los trabajadores. El caso de Fundimeca es ejemplarizante ya que una compañera dirigente sindical fue abaleada por sicarios y nunca se inició una investigación por los organismos competentes. Sin embargo los compañeros y compañeras que lucharon por el reenganche fueron penalizados, entre ellos el compañero Stalin Pérez, coordinador de la UNT. Lo grave del asunto, es que la juez encargada por los tribunales para desalojar a los trabajadores que habían ocupado la empresa en una acción de legítima defensa para preservar su vida de las bandas sicariales, públicamente reconoce ser militante del PSUV».

«Existe represión física contra los trabajadores»

Pero hay otros hechos más notorios, indicó Orlando Chirino. «En medio de la negociación del contrato petrolero, los trabajadores fueron reprimidos salvajemente en la Corporación Venezolana de Petróleo, ubicada en Lecherías, por parte de la policía del estado Anzoátegui y efectivos de la Guardia Nacional. Ni qué decir de la terrible emboscada desarrollada por fuerzas combinadas de policía y guardia nacional en contra de los sidoristas el pasado 14 de marzo, la cual dejó varios compañeros lesionados, vehículos destrozados y decenas de detenidos. Y el pasado año los trabajadores de Sanitarios Maracay fueron salvajemente reprimidos por la Guardia Nacional. Sobre estos hechos que desconocen el derecho a la negociación colectiva no hay ninguna investigación, ni castigo».

Otros casos específicos señalados por Chirino son «la supresión y liquidación de entidades, como el, Conac el INAM, el Inavi, y otros entes estatales, donde los trabajadores sin previa consulta son destituidos u obligados a aceptar pensiones irrisorias, en detrimento del derecho constitucional al trabajo. Como puede observarse en todos estos casos, no se trata de hechos aislados o incompetencia de algunos funcionarios de gobierno, son hechos en los que queda en evidencia la responsabilidad de los patronos privados y del patrón-gobierno».

CMI: Más allá de la expulsión de Vivanco, ¿cuál es la posición que ustedes tienen frente al informe de Human Rights Watch?

O Ch: «Para evitar cualquier malentendido, quiero agregar que los trabajadores nunca debemos recurrir al imperialismo o a los patronos, para defender nuestros derechos. Si mi caso ha sido tomado por esa agencia imperialista como argumento, quiero aclarar que ha sido sin mi consentimiento y no me voy a prestar para que el caso sea utilizado como punta de lanza contra el proceso revolucionario. Le digo al mercenario Vivanco que no necesito de sus oficios. Sólo confío en la fuerza de los trabajadores y en sus luchas, que son en últimas los que impedirán que se sigan violentando los derechos individuales y colectivos de la masa laboral. Más temprano que tarde, los trabajadores movilizados haremos respetar nuestros derechos. Estoy seguro que William, Armando, y mi persona, así como miles de despedidos de empresas públicas y privadas, seremos restituidos a nuestros cargos, no por la diligencia y benevolencia de algún funcionario de gobierno o por las denuncias de Human Rights Watch, sino porque es un derecho que hemos conquistado con la lucha, y con la lucha los trabajadores lo sabremos defender.»

«A mí me satisface que los mercenarios del imperialismo sean expulsados del país, así como lo expresé con relación a la salida del embajador yanky, sin embargo, estas medidas no son suficientes. Es necesario sacar también a las transnacionales de nuestro país, en particular las que aún permanecen en el sector petrolero bajo la figura de las empresas mixtas. Estas alianzas estratégicas, como las plantea el presidente Chávez, con transnacionales y empresarios nacionales son las que favorecen las constantes violaciones de los derechos sindicales y laborales de los trabajadores venezolanos».