A Ramón Reig, a quien respeto y admiro
«El fallo de Marx es que valoraba demasiado a la masa y creía -tal vez- que el segmento de la avaricia era poco menos que memo y se iba a dejar fagocitar por una masa concienciada por el marxismo (…). Como se basaba en Rousseau creía que el ser humano se había desviado de su naturaleza por obra y gracia de «otros».
Y no es así exactamente, lo que sucede es que lo que vemos en la masa y en los señores de la avaricia que nos han llevado a esta situación (…) es la propia naturaleza humana, lo que Marx quería destruir no era en realidad al maligno sino al ser humano mismo que impulsa para su suerte y su desgracia a la especie. (…)
El fallo de base está en creer que lo que existe es -sólo- obra de unos seres humanos malignos. No es así. Lo que hay es obra del ser humano, por acción, omisión o falta de evolución.»
Ramón Reig i
» Homo Homini Lupus»: ¿Diagnóstico o consigna?
Descripción cruda de una indiscutible realidad contingente; torpedo a la línea de flotación del apacible y bonhomista sepulcro blanqueado que es la mentalidad burguesa; desgarrada y políticamente incorrecta denuncia de gran belleza trágica en los tangos de Discépolo ii y Froilán iii .
… Pero también potencial arma contrarrevolucionaria en manos de los grandes lobos y sus lacayos voceros, que utilizan tan célebre adagio como legitimación «naturalista» del engranage de explotación del hombre por el hombre, que sería -en tanto que inherente a la «Naturaleza Humana»- indiscutible, inmutable y, por tanto, eterno.
Cada semana, cuatro mil mediocres homos mercantes con una compasiva sonrisa de autosatisfacción nos explican a los «idealistas», a los «utópicos», que no hay nada que hacer; que o pisas, o te pisan; que pez grande come a pez chico y demás incitaciones a la resignación y la complicidad.
También de forma sibilina los documentales de animalitos -tan celebrados por los progres– nos bombardean cada minuto con la idea de que la depredación es el sentido de la vida. El nihilismo punk del «No Future» ha sembrado lemas tan transgresores en su forma pero tan reaganianos en su fondo como «Fuck the World, Save Yourself» (¡para colmo, como si tal cosa fuese posible!).
Las ideas crean realidades, y la mente tiende a cumplir las profecías. La lucidez y la crítica son indispensables, pero un exceso de escepticismo nos puede convertir en cómplices inconscientes de nuestros enemigos, cuando no en uno de ellos. La esperanza, si no se tiene, hay que generarla. El pesimismo es contrarrevolucionario.
Hobbes, aunque escribió en latín, era inglés. Puesto que ya Benedetti nos demostró que los anglosjones tienen un problema de discernimiento entre el «Ser» y el «Estar» iv , cabe preguntarse si el hombre «es» lobo para el hombre… o bien «está» lobo para el hombre. Cierto es que uno, a fuerza de «estar» borracho cada día, acaba «siendo» un borracho, pero ¿fue antes el huevo o la gallina?
Cierto también que creer que la perversidad y el egoísmo son ajenos a la «Naturaleza Humana» supone situar a sus supuestos creadores fuera de la humanidad, atribuirles de manera supersticiosa un origen infernal, una naturaleza no-humana, satánica; pero, paralelamente, la sola existencia de un Che o un Fidel nos pone en la disyuntiva de aceptar que «otra Naturaleza Humana es posible»… o bien creerlos santos… ¡o extraterrestres!
Podemos pasarnos toda la vida preguntándonos, como Dostoievsky, si la «Naturaleza Humana» está lista o no para el falansterio; o bien, con Nietzsche, abolir la idea misma de «Naturaleza Humana» y dar el salto hacia el Supra-Humano.
i http://rebelion.org/noticia.php?id=73084
ii http://www.elportaldeltango.com/frnews.htm ,
http://www.elportaldeltango.com/indice/yira.htm