Aquellos que luchan contra el racismo y otras formas de discriminación están de alguna manera, condenados al olvido. El último 12 de setiembre se cumplieron 33 años del asesinato de Stephen Bantu Bico o Steve Bico, uno de los mayores luchadores del movimiento negro. En nuestra sociedad la cuestión racial está lejos de ser encarada […]
Aquellos que luchan contra el racismo y otras formas de discriminación están de alguna manera, condenados al olvido. El último 12 de setiembre se cumplieron 33 años del asesinato de Stephen Bantu Bico o Steve Bico, uno de los mayores luchadores del movimiento negro.
En nuestra sociedad la cuestión racial está lejos de ser encarada como problema estructural. Por extraña ironía este es uno de los temas en que convergen los discursos político-ideológicos de la izquierda, el centro y la derecha. Una vez más la Encuesta Nacional de Muestras de Vivienda (PNAD) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) comprobó la denuncia que desde hace muchos años realiza el movimiento negro Según los datos divulgados el 17 de setiembre último los negros y los mulatos ganan en promedio un 40% menos que los blancos. Y lo peor que esas cifras se repiten en cuanto al grado de escolaridad.
Aunque el Estado se rehuse a asumir el compromiso institucional de promover reparaciones por las secuelas dejadas por el racismo, la juventud organizada consiguió colocar el tema en el orden del día del congreso y hasta en el mismo Supremo Tribunal Federal (STF) Actualmente cerca de cien universidades han tomado medidas positivas
La correlación de fuerzas siempre impone una reduccion de las banderas de lucha del movimiento negro. Lo que nos lleva a reconocer que vivimos en un contexto tan perverso como el que terminó con la vida de Stefen Biko, uno de los fundadores e inspiradores del Movimiento Conciencia Negra, en la década del 70 en Africa del Sur. Esa organización se hallaba especialmente dirigida por la juventud negra, que se preparaba para una nueva fase en su lucha por la libertad
Bajo el liderazgo de Biko, se desarrolló un programa que transformó la lucha del pueblo sudafricano con audacia y energía, algo nunca visto desde la prohibición del Congreso Nacional africano y del Congreso Pan-africanista de 1960
En marzo de 1973 en la cumbre del régimen de segregación racial (apartheid) se le prohibió a Steve Bico reunirse con más de una persona al mismo tiempo. Es decir que ya no podía tomar públicamente la palabra. Durante su arresto Biko fue torturado en la sede del Departamento de Seguridad. Víctima de esa violencia sufrió una hemorragia cerebral que le produjo la muerte luego de que fuera trasladado a la prisión central de Pretoria el 11 de setiembre de 1977, donde falleció en el piso de una celda.
La misma violencia de un Estado racista y de una policía contra el liderazgo africano se mantiene en Africa y en los países con gran población negra. El Brasil no es diferente. El sub empleo el desempleo, la falta de vivienda, de los mínimos servicios de salud y de educación, la falta de de oportunidades y el inhumano y permanente preconcepto de discriminación en todos y cualquier ambiente social contribuyen al mantenimiento de un proyecto eugenésico que comenzó al final de la esclavitud.
Cuando fallan esas artimañas, el aparato represivo del estado enfrenta a esas poblaciones aun cuando sean mayoritariamente negras. Es la herencia del trato esclavista del Estado que su policía mantiene coercitivamente con preconceptos y violencia. Falta de respeto, agresiones, palizas, torturas y asesinatos son prácticas comunes de esas instituciones. Comunes luego de la abolición. Comunes en épocas de dictadura. Comunes en nuestros días.
De acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre ejecuciones sumarias y extrajudiciales en el año 2008, se produjeron en San Pablo 431 homicidios atribuidos a «resistencia seguida de muerte»; a fines del año 2009 la organización internacional Human Rights Wacht difundió un informe en el que consta que las ejecuciones extrajudiciales de sospechosos se convirtió en uno de los flagelos de la policía brasileña, especialmente en Río de Janeiro y San Pablo; en julio de 2009, la Secretaría especial de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, UNICEF y el Observatorio de las Favelas divulgaron datos todavía más estremecedores: 33, 5 mil jóvenes serán ejecutados en el Brasil en el corto período 2006-2012. Los estudios señalan que los jóvenes negros corren cuatro veces más riesgos de ser ejecutados que sus homólogos blancos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció recientemente que 2 millones de jóvenes mueren anualmente por causas que podrían ser evitadas. De acuerdo con los proyectos políticos que están en el tapete actualmente en Brasil, tampoco veremos en la próxima legislatura ningún esfuerzo por crear una red de protección social que garantice a los jóvenes, especialmente a los negros, el derecho de recorrer con dignidad todas las etapas del crecimiento.
El estado y la policía asesinan «Steves Bikos» cada minuto. Pero al mismo tiempo miles de otros «Steves Bikos» ocupan las calles, los cursos comunitarios y su lugar en el movimiento de lucha popular y por los derechos de las mujeres. Porque apenas un 5,6% de negros y negras alcanza la enseñanza superior. Si tenemos en cuenta que el 21,7% de los blancos lo logran, debemos rescatar el ejemplo de Steve Bilko para seguir combatiendo al capital y al racismo, que según el propio líder sudafricano «son dos caras de la misma moneda»
* Profesor de historia e integrante del consejo general de la Unión de Núcleos de Educación Popular para los Negros y la Clase Trabajadora (Uneafro)
Radioagencia NP – [email protected]