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La economía mundial al desastre

Sube el petróleo, cae el dólar

Fuentes: Rebelión

El precio del barril de petróleo alcanzó ayer 25 de octubre un precio impresionante 55,67 dólares. Esta alza exagerada del costo de la energía ha provocado, a la vez, una disminución del valor del dólar que ahora se cotiza a 1.28 por euro. Los periódicos del mundo, los analistas financieros, se preocupan de este rumbo […]

El precio del barril de petróleo alcanzó ayer 25 de octubre un precio impresionante 55,67 dólares. Esta alza exagerada del costo de la energía ha provocado, a la vez, una disminución del valor del dólar que ahora se cotiza a 1.28 por euro. Los periódicos del mundo, los analistas financieros, se preocupan de este rumbo a la catástrofe de la economía de Estados Unidos y por consiguiente una recesión internacional. Los mercados financieros han experimentado una sensible baja en sus operaciones. Las acciones pierden valor vertiginosamente. La confianza disminuye, los vaticinios agoreros abundan. La Mitsubishi estima que el precio del hidrocarburo llegará a 60 dólares en poco tiempo.

La causa de este último encarecimiento ha sido la huelga de los obreros del petróleo en Noruega, tercer exportador mundial, quienes han amenazado con suspender todas las exportaciones a partir del 8 de noviembre. A ese fenómeno se une la disminución de la extracción en los pozos norteamericanos del Golfo de México debido a la temporada de ciclones y la evacuación del personal efectuada el mes pasado en las plataformas marítimas.

La tercera causa es la resistencia patriótica de los iraquíes que realizan con éxito el sabotaje de los oleoductos. La cuarta razón es el crecimiento industrial de China que solamente en 2004 ha aumentado en un 15% su consumo de petróleo. Pudiera añadirse una quinta causa, la cercanía del invierno, instante en la necesidad de calefacción suele disparar los precios.

En vista a esta situación Alemania, por ejemplo, considerada la locomotora de la economía europea, ha reducido las expectativas de su tasa de crecimiento para el 2005 a sólo un 1.7%. El Fondo Monetario Internacional anunció que bajará, por segunda vez, su estimado del crecimiento mundial para el año próximo, ajustado ahora a un 4.3%. La Banca Central Europea estima que este crecimiento no pasará del 2%.

Durante los últimos nueve días el dólar ha estado bajando incesantemente frente al euro. La economía de Estados Unidos se hunde sin remedio en una inmensa recesión, motivada por el colosal déficit en que la han sumido los locos gastos guerreros de Bush. El inmenso superávit dejado por Clinton fue gastado y el país se ha sumergido en un costoso armamentismo bajo el desgobierno del desequilibrado tejano.

Los economistas afirman que Estados Unidos se enfrenta al alto consumo del invierno con las menores reservas en su historia. La OPEC ha mantenido sin restricciones su suministro del combustible desde el verano pasado, lo cual ha dejado muy disminuidas las reservas mundiales.

Como consecuencia de todo esto el dólar ha alcanzado su nivel más bajo en ocho años. El euro, el franco suizo y la libra esterlina son, ahora, monedas más confiables. El dólar ha perdido cuatro centavos de su valor en la última semana.

En Estados Unidos, la administración Bush ha causado un extendido desempleo y el crecimiento se estima ahora no pasará de un 3%. La pérdida de empleos ha alcanzado la cifra de 1.1 millón, tal como ha subrayado repetidamente en la campaña electoral el candidato Kerry. Por consiguiente el mercado interno se ha contraído, los consumidores gastan menos, preocupados por la tempestad económica que se avecina.

La economía de Estados Unidos se encuentra al borde de un colapso que sobrevendría en 2005, sea cuál fuere el próximo gobierno, afirma el periodista económico F. William Engdhal. Hay economistas que temen una nueva Gran Depresión como en la década de 1930. Las deudas que hoy parecen manejables se tornarán de súbito impagables, cuando proliferen los incumplimientos y las bancarrotas. La ambición de tener casa propia generó un récord de préstamos e hipotecas fomentados por las tasas de interés más bajas de los últimos 43 años. El endeudamiento permitió a las familias estadounidenses renovar los muebles de sus casas, adquirir automóviles y numerosos otros bienes de consumo. En 2003 los bancos aprobaron un récord de 324 mil millones de dólares en préstamos para casa propia, con un tope de un millón de millones de dólares para créditos hipotecarios. Desde 1997, la deuda total de los hogares estadounidenses hipotecados creció en 94%, llegando a la colosal suma de 7,4 millones de millones de dólares, una deuda de 120 mil dólares por una de cada cuatro familias.

Tal como dice un amigo, un banco es una institución que te presta un paraguas en la sequía y te lo reclama cuando empieza a llover. El gobierno de Bush ha conducido a su país y a la economía mundial al preámbulo de una catástrofe sin precedentes.

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