Si hay una película que hemos seguido desde que comenzó a gestarse es Sumas y Restas, del director colombiano Víctor Gaviria, a quien entrevistamos durante el rodaje y la postproducción. Ahora acaba de ganar la edición 45 del Festival Internacional de Cine de Cartagena en tres de sus categorías: Mejor película, mejor director y mejor actor de reparto. gavira.jpg
Autor de varios libros de poesía y relatos, y reconocido en el mundo cinematográfico, Gaviria ha centrado sus trabajos sobre todo en las crudas realidades de Medellín, su ciudad natal, sus gentes, la violencia cotidiana, la supervivencia, así como la extracción de valores humanos en medio de tal panorama casi apocalíptico.
El laureado realizador antioqueño repite su fórmula de atrapar la realidad que lo circunda, como lo hizo en su día con «Rodrigo D. No futuro» (1994) y «La vendedora de Rosas» (1997). Ambas películas participaron en la sección oficial del Festival de Cine de Cannes, así como en otros múltiples festivales internacionales, cosechando numerosos premios y recibiendo el elogio de la crítica.
En «Sumas y restas» Gaviria cuenta la historia de Santiago, un ingeniero en Colombia que se involucra transitoriamente en el narcotráfico con la idea de acumular, en el menor tiempo posible, suficiente dinero que le permita capitalizarse. Aunque su idea es entrar y salir del mundo del narcotráfico, para continuar después sus negocios, termina siendo víctima de una trampa mortal, a través de un secuestro relámpago, que lo despoja así de todo su dinero, el obtenido legal e ilegalmente.
Siempre en las películas de Víctor Gaviria está la gente común, unas veces interpretando su propia realidad y otras haciendo sus pininos en el cine, como Fabio Restrepo, a quien también entrevistamos. Y aunque en Cartagena Víctor se alzó como el ganador indiscutible, esta vez el actor de reparto se robó el show y se echó al bolsillo uno de los premios, al punto que este otro antioqueño, conductor de taxi, podría estar a punto de cambiar de profesión.