Súmate fracasó en su primer intento por controlar a la totalidad de los precandidatos de la oposición con su oferta de organizarles unas primarias para escoger entre ellos la figura unitaria que deberá contarse con Hugo Chávez en diciembre próximo, pues los tres más relevantes conforme a las encuestas últimas, Rosales, Borges y Petkoff, con […]
Súmate fracasó en su primer intento por controlar a la totalidad de los precandidatos de la oposición con su oferta de organizarles unas primarias para escoger entre ellos la figura unitaria que deberá contarse con Hugo Chávez en diciembre próximo, pues los tres más relevantes conforme a las encuestas últimas, Rosales, Borges y Petkoff, con apoyos entre el 2% y el 12% (los otros en conjunto no suman ni el 1%), optaron por no acatar su llamado y no acudieron dentro del plazo que dicha organización estableció para cumplir con el requisito de la inscripción.
Tal fracaso se hizo público al anunciarle Súmate al país su decisión de no realizar las primarias, lo cual desató la ira de los precandidatos que habían satisfecho los requerimientos que esa organización estableció para llevarlas a cabo, quienes muy molestos le reclamaron a su gerencia mayor, encabezada por María Corina Machado, su falta de responsabilidad y seriedad. Vistas así las cosas y ante un cisma mayúsculo dentro de las filas opositoras, los llamados tres mosqueteros decidieron conciliar con sus pares contendores por la llamada «unidad» y limaron asperezas con éstos y lograron así que la organización venezolana norteamericana (personal criollo que trabaja con financiamiento de Washington) se retractara y decidiera mantener el evento de la primarias, pero trasladando la fecha de su realización para el 13 de agosto.
Pero las cosas aún no han quedado muy claras y veamos por qué lo decimos:
1) Súmate ahora condiciona su participación en dicho evento a que todos los candidatos se inscriban antes de las 5 pm del jueves 06/06 y que, además, se comprometan a que si resultare alguno de ellos elegido candidato de la unidad, deberá retirarse antes de las elecciones si el CNE no cumple «con las condiciones electorales referidas a la eliminación de las captahuellas y los cuadernos electrónicos, la apertura de las cajas y el escrutinio de papeletas de votación, una auditoria confiable del Registro Electoral y su posterior depuración, así como la entrega del mismo en los términos previstos por las leyes» (tomado del diario El Universal del 04/07), dejando en suspenso si sería la propia Súmate a quien le correspondería determinar esa falta de cumplimiento;
2) El candidato Petkoff en la oportunidad en que, junto a Rosales y Borges, anunció su decisión de participar en las primarias, de nuevo no descartó que se pudiera recurrir al método del consenso o de las encuestas para escoger el candidato de la unidad opositora, lo cual dejó a entrever que no es muy seguro que, al menos, el «mosquetero catire» participe de tal evento y, por último,
3) El precandidato Roberto Smith Pereira al conocerse la reaparición de Súmate, así como sus condicionamientos para asumir la coordinación de las primarias, dijo de forma categórica que no se medirá en primarias y, además, aseguró que tampoco «me retiro ni me retiran». Agregó que las primarias «son vacías de personalidades» cuando lo que ha debido hacerse eran unas «primarias de contenido», debatiendo sobre las propuestas para el país de cada uno de los aspirantes.» (El Universal digital del 05/07).
De manera que Súmate no ha tenido otra opción que volver a quitarse la máscara y mostrarse tal cual la vimos en los sucesos del golpe de Estado el 2002, suscribiendo en la persona de María Corina Machado, su presidenta, el nefasto Decreto de Carmona. Es una organización política disfrazada de ONG que más allá de haberse fundado para cumplir un rol de carácter técnico en materia electoral para asesorar a la oposición, es un enclave del imperialismo norteamericano copiada al calco de organizaciones similares que han actuado en el pasado en otros países, como en Nicaragua durante el Sandinismo, encargada de digitalizar en su nombre nuestra política interna, con miras a desestabilizar la institucionalidad de la democracia venezolana y lograr así el derrocamiento del gobierno de Hugo Chávez.
Lo lamentable de todo esto es que abiertamente Súmate ha asumido la rectoría política de la oposición al desconocerle a sus precandidatos su autoridad y el derecho soberano y sagrado que tienen de decidir si participan o no en un acto electoral, lo cual vemos como un hecho inadmisible e intolerable a la luz de nuestro ordenamiento jurídico y más allá de ello, de los más elementales principios de dignidad y de respeto patrio.