Acabamos de conocer la noticia de que todos los oficiales de policía implicados en la represión contra los trabajadores de Mitsubishi han sido suspendidos y entregados a la fiscalía por orden del gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab. El gobernador también declaró que se había puesto en contacto con las familias de los trabajadores y […]
Acabamos de conocer la noticia de que todos los oficiales de policía implicados en la represión contra los trabajadores de Mitsubishi han sido suspendidos y entregados a la fiscalía por orden del gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab. El gobernador también declaró que se había puesto en contacto con las familias de los trabajadores y sus representantes para ofrecer sus condolencias y apoyarles en lo que pueda. Damos la bienvenida a esta noticia. Ahora es necesaria una investigación completa para garantizar que los responsables son llevados ante la justicia y no sólo se debe aplicar a los que dispararon las armas, sino también contra aquellos que dieron la orden. El creciente clamor de protesta en Venezuela e internacionalmente ha sido crucial para garantizar esta respuesta. Ahora debemos continuar ejerciendo presión para que la investigación llegue hasta el final.
Este incidente es otra demostración de la imposibilidad de llevar a cabo la revolución mientras se mantiene intacto el viejo aparato del estado capitalista y sus fuerzas de represión. Aquí vemos como, independientemente de la repetida declaración de que el pueblo venezolano construirá el socialismo, el sistema judicial y la policía aún son utilizados para defender los intereses de los empresarios y no los intereses de los trabajadores. A pesar de que el gobierno bolivariano ha aprobado un decreto declarando ilegales los despidos masivos, los empresarios de Mitsubishi lo ignoraron, la policía y los jueces fueron utilizados contra los trabajadores, no contra los capitalistas. Es bueno que el gobierno haya adoptado esta medida pero tenemos el derecho a preguntar ¿por qué la policía no fue purgada en todos estos años?
Esta situación sólo beneficia a la contrarrevolución. De manera cínica, los medios de comunicación de derechas en Venezuela han utilizado rápidamente la muerte de estos trabajadores para atacar al gobierno: «¿Qué tipo de socialismo es este donde los trabajadores son asesinados por la policía?» decían estos medios. Y tiene razón, pero olvidan mencionar que si ellos tuvieran de nuevo el poder utilizarían mucha más violencia para sofocar el movimiento revolucionario de los trabajadores y campesinos.
Mañana los trabajadores se manifestarán en Anzoategui para homenajear a Pedro Suárez y José Mercano. Los trabajadores de Mitsubishi, sus hermanos y hermanas de otras fábricas que los han apoyado en estos últimos días, exigirán que se haga justicia y que se cumplan sus reivindicaciones.
Mientras tanto, las fuerzas contrarrevolucionarias están en las calles de toda Venezuela, creando caos y violencia antes del referéndum sobre la reforma constitucional. Son dos fuerzas fundamentalmente opuestas que combaten una batalla a vida y muerte. La victoria de los trabajadores sólo puede llegar a través de la expropiación de las fábricas, la tierra y los bancos, destruyendo los remanentes del estado capitalista. En esta batalla los trabajadores sólo pueden confiar en sus propias fuerzas.