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Una muerte es un crimen. Un millón de muertos, una estadística

Sustracción de agenda

Fuentes: ArgenPress

Para evitar el efecto narcotizante de las cifras pobladas de ceros, Abel Herzberg refiriéndose a las atrocidades nazis dijo: ‘No han asesinado a seis millones de judíos. Han asesinado a uno y eso lo han repetido seis millones de veces

Las injusticias se derraman en las estadísticas, las cifras tabulan la devastación, los grandes números exteriorizan tenuemente las toneladas de horror inenarrables que están contenidos bajo grandes enunciados descriptivos: distribución regresiva del ingreso, deuda externa, destrucción del Estado, apertura de la economía, desindustrialización, deserción escolar, exclusión, mortalidad infantil, marginalidad, indigencia, caída del PBI, evasión fiscal, primarización de la economía, sojización de la agricultura, carencia de agua potable, desocupación, abortos, embarazos adolescentes no deseados, pueblos abandonados, circulación monetaria, reservas, superávit comercial, superávit primario.

Los números son insensibles al dolor. Los lectores de estadísticas, los estudiosos suelen quedar anestesiados por la violencia aritmética. Una muerte es un crimen. Un millón de muertos, una estadística. Por eso, para evitar el efecto narcotizante de las cifras pobladas de ceros, Abel Herzberg refiriéndose a las atrocidades nazis dijo: ‘No han asesinado a seis millones de judíos. Han asesinado a uno y eso lo han repetido seis millones de veces.’

Algunas cifras del horror

Resulta tediosa la acumulación de cifras. Transcribo sólo algunas demostrativas y ejemplificadoras

· Más del 60% de los menores de 14 años vive en hogares pobres. En Corrientes la cifra aumenta al 95,5%. En la Capital, la pobreza infantil afecta al 37,4% de los chicos. En todo el país habría 6.000.000 de niños pobres. De ellos, la mitad es indigente.

· En el Norte, los menores de catorce años pobres llegan, en promedio, al 80%. Algunas cifras de varias provincias superan esa cifra y exteriorizan el nivel de la deuda interna: Chaco (92,6%), Tucumán (91,6%), Salta (89,4%) Jujuy (89,0%), Misiones (88,5%), Formosa (87,8%), Santiago del Estero (82,2%), San Juan ( 81,2%) , San Luis ( 80,6%)

· En la Capital y el GBA 1,8 millones de personas disponen de sólo $ 46 por mes o 1,50 por día.

· La Argentina es el país que por desigualdad de ingresos entre el 10 % más rico y el 10% más pobre, se ubica en el lugar número 11 en América Latina. Por encima de Argentina están Guatemala ( 77,6) Panamá (71,1) Paraguay ( 66,4) Brasil ( 58,7), Colombia ( 46,9) Méjico ( 40,3) El Salvador ( 39,4) Chile ( 35,2) Honduras ( 35,1) Argentina (31,7) Bolivia( 28,1) Nicaragua ( 24,9) Costa Rica (24,4) Perú ( 23,6), Venezuela ( 22,3) Uruguay (17,9) Ecuador ( 13,3) Jamaica ( 13,2)

· En la Capital Federal y el Conurbano viven 10.000.000 de personas, el 70% de toda la provincia. Viven en Villas Miserias 3.000.000 de personas.

El reparto de los ingresos llegó a su peor nivel en 30 años

En la Capital Federal y el conurbano la distancia entre el 10% más rico y el 10% más pobre es de 50 veces.

El número de analfabetos es equivalente al de egresados universitarios: un millón doscientos mil.

Hay tres millones y medio de personas mayores que no han terminado la primaria.

Durante muchos años el Gran Buenos Aires era la expresión de la movilidad social ascendente, basado en la densa geografía industrial. Hoy es el escenario de patéticos casos de pobreza e indigencia. Tomemos el partido de la Matanza, que por población se ubicaría como la quinta provincia argentina.

· El 60 % de los matanceros son pobres. En Virrey del Pino, González Catan Laferrere y Rafael Castillo la indigencia llega al 42%.

· Un 57% de la población matancera no tiene agua corriente.

· Hay 180 villas miserias.

· Quince mil calles son de tierra.

· Los alumnos de las escuelas de la zona no tienen papel ni lápices para escribir.

· La población activa que no tiene trabajo y la subocupada suman un 42%

· El 52% de los jóvenes no cursan el secundario.

· La pobreza alcanza al 60 % de la población.

· El 19% de los desocupados nunca tuvo trabajo.

La miseria en la voz de una docente

Marcos Paz, ciudad de 45.000 habitantes a 55 kilómetros de la Capital, conocida como la ‘Ciudad del Arbol’. Todos los sábados, desde hace más de cuatro años, realizo el programa de radio ‘Mediodías con Opinión’. La reporteada el 18-09-2004 fue la docente primaria, secundaria y terciaria, Adriana Ruiz, concejal del Frente Grande. Con una voz expresiva que no se puede trasladar al papel, y respetando el tono coloquial, aún a expensas de perder riqueza literaria, transcribo lo que nos contó: ‘El caso que tenemos en la escuela, uno de tantos, es una familia numerosa. Viene la nena a trabajar conmigo al gabinete y me dice: ‘Señorita, yo hoy no voy a tomar la leche’ ¿Como no vas a tomar la leche Mabel? ¿Por qué? Me dijo mi mamá que la lleve a mi casa para mi hermanito más chiquito. Digo: No Mabel, no importa, vos vas a tomar la leche, vas a comer lo que corresponda y a tu hermanito más chiquito le vamos a mandar. Entonces siguió la charla con la nena y me dice: ‘Mi mamá dijo que si la situación sigue así lo vamos a llamar a ‘Ser humano’ (por Ser Urbano) para que venga otra vez’. Ahí le pregunto de donde lo conoce al programa, cuando fue a la casa y entonces me cuenta que cuando vivían en La Matanza, habían ido a visitarlo, en el programa de la maestra domiciliaria. Cuando ellos vienen a Marcos Paz, el hermanito de ésta nena, llega con la pierna quebrada en tibia y peroné. Gastón Pauls había ido al domicilio anterior de ésta familia. Vienen el papá y la mamá a la escuela y cuando uno hace la entrevista inicial pregunta cuantos hijos tiene y la madre con esa mansedumbre de la miseria, nos cuenta que eran catorce hijos, pero que hay dos muertos. Entonces le pregunto: ¿De qué murieron sus hijos? Me contesta: el primero, creo que de muerte blanca, eso que le dicen que de repente les agarra y que uno no los puede salvar. Y la segunda….Nosotros veníamos un día de mucho frío del comedor comunitario porque ¿Vio señorita? Cuando uno va a buscar comida, también tiene que quedar ayudar al comedor. La nena tenía cuatro meses. Entonces cuando volvíamos, yo la noté muy fría, pero cuando llegamos al hospital, ya estaba muerta de frío. Se había muerto de frío. Vivían en una casa de cartón. Entonces yo pregunto: ¿Que hizo el Estado con la miseria? Porque en definitiva, nosotros en las escuelas, con nuestros compañeros, cuando se nos empiezan a caer las lágrimas y cuando sentimos la frustración, en ésta etapa del año, vienen los movimientos anuales docentes, que uno siendo titular, se puede mover de escuela. ¿Sabés que en el fondo nos dan ganas de no ver más ésta miseria? Porque venimos con agujeros en el estómago a nuestras casas. En algún momento se nos cruza, pedimos movimiento, ya no aguantamos más, sin embargo seguimos. Creo que estamos llamados a estar ahí, y poder hacer algo. En definitiva, nos queda ésta sensación, que lo único que hacemos es repartir miseria. Y éste es el círculo perverso de la pobreza.

Mira lo que me pasó hace poco. En un Polimodal, donde doy clases de filosofía, estábamos haciendo un trabajo sobre ética a través de distintos filósofos. Realizamos un trabajo con diarios. Tenían que poner los alumnos cuales consideraban actitudes éticas y no éticas. Hubo numerosos afiches excelentes y por ahí aparecen uno que explica con claridad y convicción y ponen como actitud ética a Blumberg y como no ética a los piqueteros. Realmente sentí que me sublevaba, que me agarraba una bronca interna y ellos no tienen la culpa de esto. Por supuesto que va a seguir la discusión, yo le voy a llevar libros y artículos. Pero entonces yo me pregunto: ¿En que fallamos, para que un chico, de catorce años, te diga que es ético, lo de Blumberg, a quién respeto en su dolor, diga: ‘ Mi hijo tenía futuro, y no se fije en el futuro que no tienen los chicos de mi escuela. Que nos tienen estos chicos, que desde la panza de la mamá, han sido abandonados por el Estado, por las dirigencias políticas. Estos chicos no pudieron tomar la misma teta que tomó Axel, estos chicos tomaron la teta de la miseria. No tuvieron la teta de la dignidad. Entonces Axel tenía futuro. Los chicos de mi escuela no tienen futuro. Y a los chicos de mi escuela se le puede aplicar lo que algunos piden que es la baja de la imputabilidad de menores, porque cuando salen a los 14 años, con un revolver, porque la miseria los aplastó, son delincuentes. Y los delincuentes dirigenciales de todo tipo, que nunca se ocuparon que estos chicos tengan dignidad¿ Donde está la culpabilidad? Este círculo de la pobreza, este círculo de la miseria, porque ya no es pobreza. Pobreza es la existía en la época de mi mamá, donde tenían que comer, donde tenían que disfrutar. Esto es miseria. Esto es inseguridad, pero inseguridad de dignidad. ¿Qué más inseguros que estos chicos abandonados a la desidia? ¿Que más inseguro que una nena que te diga, no voy a tomar la leche, porque se la tengo que llevar a mi hermanito?

Te cuento otro caso. Tenemos un nene que cartonea con su papá. Que revuelve los tachos de basura. Lo tengo en la escuela y lo veo pasar por casa. Me acerco, charlo con ellos, mientras revuelven la basura. A este nene, mis hijos le mandan siempre regalitos. Entonces le pregunto el otro día ¿Que hiciste con la pelota que te mandó Federico? ¿Jugás? Si, me contesta con la pelota si, pero con el camioncito no.’ Acá aclaro para que se comprenda que mi hijo le regaló el último juguete que le compramos, el más nuevo. Por eso el nene me contestó: ‘Con el camioncito no juego, lo tengo ahí, guardado de recuerdo, el recuerdo de un gesto de cariño.’ Es lo único que pueden guardar.

El hermano de éste nene ¿Sabés como me explicó éste nene cuando tenía seis años la muerte de su mamá? Le había pedido un dibujo y veo que no estaba su mamá. Le digo: no dibujaste a mamá. No, me dijo, mi mamá se canso de estar enferma y se fue a vivir a la luna.’ Así me explicó que su mamá había muerto.

¿Sabés lo que escribió el hermano que está en noveno, y que ya termina? En una hoja de carpeta puso, y la dejo arriba del escritorio para que alguien la leyera: ‘No sé que voy a hacer el año que viene, cuando ya no tenga la escuela para venir. Acá es el único lugar que me siento bien. Acá es el único lugar que me quieren’ ¿Como hacemos para que este nene tenga un lugar digno en la sociedad?

Te cuento otro caso. La nena que fue transplantada de los pulmones en la Fundación Favaloro, vino a nuestra escuela, durante toda su EGB. También tiene unos cuantos hermanitos. Ayelén se llama, vino con su mochila de oxígeno todos estos años. Yo escuché en una oportunidad, en que estaba muy descompuesta y la tuve que llevar hasta la casa. Le pregunté: ¿Que es lo que más te gustaría, lo que más quisiera? Ayelen, con sus ojitos cansados, con doce años, me miró, y me quedó tan grabado lo que me dijo: ‘Yo lo único que quiero, que si a mi no llegan a transplantarme y me pasa algo ( es decir si me muero) donen mis órganos. Doce años. Doce años, viviendo con la mochila de oxigeno desde los cinco años. El papá de ésta nena se quedaba con Ayelen en la Fundación Favaloro y los hermanitos se quedaban a cargo de un hermano más grande. El volvía al mediodía para organizar un poco la comida y después se volvía a ir. En varias oportunidades vino a la escuela, porque se lo habíamos ofrecido a buscar el alimento para los chicos, que si bien comen en el comedor está la cena y la noche por delante. Viene, la directora está ocupada y lo atiendo yo. Cuando le preparo una caja de alimento, poniendo azúcar, verdura, y me dice: ‘No, no, no me de nada, porque eso ya me dieron de acción social.’ Fíjate la dignidad de la miseria, si es que se puede decir que en la miseria hay dignidad. En ellos hay dignidad. No me de lo que no me corresponde porque tengo.’

Perspectivas

El drama social argentino es de tal envergadura que es necesario abrazarse a aquella frase de Gramsci, para fortalecerse y emerger positivamente del cataclismo neoliberal: ‘Superar el pesimismo de la realidad, con el optimismo de la voluntad’.

En el 2001 el PBI cayó un 5%. El 2002, el año de la mayor crisis de la historia argentina el decremento fue de un 16%. El famoso rebote post devaluatorio produjo en el 2003 un crecimiento del PBI del 15,7%. Se calcula que el 2004 cerrará con un positivo 6,5%. Para el 2005, se pronostica una tasa de crecimiento menor pero aún en el límite de lo aceptable del 4%. Pero aquí viene la exteriorización palpable de la dimensión de la caída. Con estas tasas excepcionales a fines del 2005 llegaremos a un 90% del PBI de 1998. Como en la segunda propuesta de negociación de la deuda posterior a la primera oferta en Dubai, conocida como Buenos Aires, se fija un crecimiento para los años venideros del 3% anual, eso significa que cuando en el 2010, conmemoremos el segundo Centenario de los acontecimientos históricos de Mayo, recién se superará el PBI por habitante de 1998.

Como la experiencia lo ha demostrado hasta el cansancio, el crecimiento del PBI es la condición necesaria pero no suficiente de una sociedad más equitativa. Para que lo sea es necesario acudir a mecanismos directos de distribución sumado a una redistribución más lenta instrumentando una modificación total y progresiva del sistema impositivo.

No es sólo y fundamentalmente un acto de estricta justicia. Es desde un ángulo macroeconómico capitalista, la condición fundamental de recreación de un mercado.

Sustracción de agenda

Si algún extraterrestre analizaría la tapa de los diarios de los últimos seis meses, observaría con extrañeza que no es la pavorosa deuda interna, ni mucho menos su solución, a lo que se refieren los títulos. El tema central es la inseguridad y dentro de los delitos, el que absorbe más centimetraje y análisis es el secuestro.

Según el diario La Nación del 22 de agosto, hasta el día anterior el número de secuestros denunciados en el 2004 fue de 137, de los cuales 15 fueron extorsivos, 113 exprés y 9 autosecuestros. Aunque los no denunciados fueran el doble o el triple de los tabulados, la comparación entre ambas situaciones y su repercusión mediática es desproporcionada en forma escandalosa.

Es evidente que hay una sustracción de agenda en donde se reemplaza el hambre, la exclusión, la pobreza y sus consecuencias por la inseguridad. En ningún caso, los medios que motorizan esa campaña hacen la menor vinculación entre la destrucción productiva, la fragmentación social y el tema que propulsan.

No es que la inseguridad no deba ser tratada con la seriedad que el pensamiento de izquierda muchas veces jibariza, remitiendo las soluciones a un futuro más justo. Ni en la forma pedestre que propone la derecha argentina cuya terapéutica es el endurecimiento de las penas y la criminalización de la protesta. Es la hiperinflación mediática del tema la que produce la manipulación, el escamoteo y en última instancia el objetivo de distorsionar las prioridades y ocultar el drama social que se patentiza en cada rincón del país.

Hasta el Banco Mundial y su discurso pretendidamente ‘sensible’ es más certero y aproximado que los medios y los sectores sociales que promocionan el miedo y el terror, ese que generalmente lo padecen con mucho más intensidad los sectores de menores ingresos que no tienen ni medios gráficos ni micrófonos a los que si acceden las víctimas de los secuestros.

Guillermo Perry economista jefe del Banco Mundial afirma: ‘Crece el delito por la mayor desigualdad. Las reformas de los noventa aumentaron la brecha de ingresos’

También es cierto que se lleva abonado a los organismos internacionales desde la declaración del default, más de diez mil millones de dólares, mientras en planes jefes y jefas de hogar se llevan erogados menos de la cuarta parte de esa cifra.

Contra todas las proclamas discursivas, la deuda externa es satisfecha con mucho más prontitud que la inconmensurable deuda interna.

La sustracción de agenda es grave. Altera el orden de las prioridades. Dificulta la programación de las soluciones. Distrae y jaquea al gobierno. Los grupos concentrados de la economía, los sectores financieros, las privatizadas, encuentran en el Caballo de Troya de la inseguridad un presente griego para negociar lo que realmente le interesan.

El gobierno ha perdido quince meses en iniciar una cruzada movilizadora contra el hambre, la desnutrición, la indigencia. Es un insulto al más elemental sentido común que en el quinto país productor de alimentos del mundo la gente se muera de inanición o sobreviva con menos neuronas por no insumir los alimentos que necesita. Es la exteriorización más demoledora de cómo distribuye el mercado en un capitalismo de rapiña y con un Estado ausente. Es la certificación definitiva que la mano invisible de Adam Smith nunca existió.

Y esto se reprodujo en infinitos lugares del planeta, en distintos tiempos y geografías. Cuenta León Trotsky en su brillante autobiografía, que en Ucrania, cuyas tierras son similares a las de nuestra Pampa Húmeda, en su adolescencia, solía observar durante la época de la cosecha, a grupos de trabajadores rurales caminando en fila por los campos, apoyada la mano de cada uno en el hombro del de adelante, porque sus carencias alimentarias en esa Ucrania que exportaba trigo a toda Europa, los llevaban a la ceguera

Ser observadores, corresponsales de guerra de una tragedia, resulta en las actuales circunstancias una ignominia.

En materia de educación y alfabetización se debe poner la universidad, los egresados, y los estudiantes de los últimos años del secundario en una campaña alfabetizadora. Sin movilización popular, con objetivos de verdaderas cruzadas épicas, solo quedará resignarnos al llanto ante lo irremediable. Y no es con resignación que se escribe las mejores páginas históricas.

La resignación solo colabora a padecer la historia

Lo mismo se debe hacer con los estudiantes del último año de Medicina y con los médicos desocupados para emprender campañas de prevención y detección de enfermedades. Hay superávit fiscal para convertir en remuneradas estas tareas.

Mientras los índices del rebote de la crisis sorprenden macro económicamente, las consecuencias de la devastación permanecen como testimonio ilevantable de un tiempo de desprecio que llevará décadas remontar.

Y tardará mucho más, si se es funcional a los que perpetran la sustracción de agenda.