Recomiendo:
0

Su primera oferta representa menos de lo que costará su fiesta de investidura

«Tacaña y tardía» respuesta de Bush a la catástrofe en Asia

Fuentes: La Jornada

Varios medios de comunicación estadunidenses como CNN, The New York Times, The Washington Post, entre otros, afirmaron que la ayuda ofrecida a las víctimas de los maremotos en el sudeste de Asia fue «tacaña» y calificaron de tardía la reacción del presidente George W. Bush. El New York Times, en un editorial titulado: ¿»Somos tacaños? […]

Varios medios de comunicación estadunidenses como CNN, The New York Times, The Washington Post, entre otros, afirmaron que la ayuda ofrecida a las víctimas de los maremotos en el sudeste de Asia fue «tacaña» y calificaron de tardía la reacción del presidente George W. Bush.

El New York Times, en un editorial titulado: ¿»Somos tacaños? Sí», destacó que los 15 millones de dólares inicialmente anunciados por Estados Unidos representan «menos de la mitad de lo que el Partido Republicano gastará en la fiesta de investidura» de Bush para su segundo mandato a finales de enero.

«Incluso los 35 millones de dólares» anunciados finalmente por el jefe de la Casa Blanca el miércoles pasado, «sólo representan una miserable gota de agua en el océano y corresponden al lastimoso presupuesto dedicado por Estados Unidos a la ayuda no-militar al extranjero», señala el diario.

De igual forma, se acusó a Bush -quien se encuentra de vacaciones en su rancho de Texas- de haber esperado tres días hasta presentarse ante las cámaras para manifestar, después de las condolencias escritas y telefónicas, sus palabras de compasión y ofrecer una «generosa» ayuda.

Schroeder y los demás mandatarios reaccionaron mejor, subrayó el Washington Post, en alusión indirecta a Bush, y en una ronda de discusión en CNN, un participante detalló en qué ocupó el mandatario su tiempo desde el domingo: «Trabajó en el jardín, salió a pasear con su esposa, anduvo en bicicleta y se preparó para la visita de unos amigos». El miércoles, finalmente, Bush anunció que Estados Unidos asumiría el liderazgo en las medidas de ayuda intencional.

Pero tampoco eso calmó a los críticos y al parecer Bush no actuó hasta que escuchó los reclamos y, sobre todo, porque se sintió presionado por la declaración de Jan Egeland, coordinador de la ayuda humanitaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien criticó de «tacaños» a algunos países desarrollados.

En respuesta, Bush señaló ese día que el hombre de la ONU está «muy mal informado».

A su vez, un diplomático de alto rango del organismo mundial señaló que «los ataques de Bush contra la ONU entran para nosotros en la rúbrica de ‘ladridos de perros molestos’ y ahora se trata de salvar vidas, así que no podemos permitirnos ninguna disputa sobre cuánto deben los ricos a los pobres en ayuda al desarrollo».