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Techo del bolsonarismo y perspectivas de Haddad

Fuentes: Politika (Chile)

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil será disputada voto a voto, día a día, hasta el mismo 28 de octubre, en una pugna donde Jair Bolsonaro arranca con la relevante ventaja de casi 18 millones de votos sobre Fernando Haddad. Esta ventaja no es estática: no hay automatismo en la escogencia de […]

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil será disputada voto a voto, día a día, hasta el mismo 28 de octubre, en una pugna donde Jair Bolsonaro arranca con la relevante ventaja de casi 18 millones de votos sobre Fernando Haddad.
Esta ventaja no es estática: no hay automatismo en la escogencia de inmensas parcelas del electorado y por ende, la elección está abierta y es realista la posibilidad de que la democracia derrote al fascismo, de que Haddad venza a Bolsonaro:

  1. Las encuestas mostraban que a una semana del pleito, aproximadamente de 15% a 18% de los electores (de 17 a 21 millones de ciudadanos), aún no tenía definido su voto, estaban indecisos.
  2. Una parcela significativa de esos electores decidió su voto en el último instante, cuando se dirigía a las urnas, Ese elector se define menos por afinidad ideológica e identidad programática, es voluble e influenciable, y adoptó el voto útil en Bolsonaro.
  3. El «efecto manada» del voto útil derritió las principales candidaturas antipetistas (Marina Silva y Geraldo Alckmin), ayudó al crecimiento de Bolsonaro y generó resultados sorprendentes en todo el país, como la elección inesperada de ciertos gobernadores, diputados y senadores.
  4. También beneficiado fuertemente por el voto útil, con el 46,03% conquistado, Bolsonaro alcanzó su máximo potencial electoral; llegó al techo del bolsonarismo. El ultraderechista siempre supo que su posibilidad de ser electo disminuiría bastante en una segunda vuelta eventual, y por eso hizo fuerza máxima por el voto útil: decepcionado canceló la fiesta de celebración que tenía armada.
  5. La votación de las candidaturas no-antipetistas  (Haddad, Ciro Gomes, Ghillerme Boulos, Vera Lucía, Goulart) totalizaron 45.389.431 votos, equivalentes al 42,36% de los votos válidos. Se hubieran alcanzado el potencial del 55,13% estimado en la última encuesta con presencia de Lula como candidato (del 20 de agosto), el campo de las candidaturas no-antipetistas habría obtenido 13,7 millones de votos a más.
  6. Ciro resistió al voto útil porque su electorado tiene perfil antibolsonarista. Las encuestas muestran que cerca de 70% de los 13,3 millones de sus electores ahora votarán por Haddad.
  7. Aquellos electores atraídos por el efecto manada (voto útil, más influenciable) quedaron frustrados y desanimados con el fracaso de Bolsonaro de ganar en la primera vuelta. En la segunda, estando sujetos a procesos más racionales y lógicos de escogencia, podrían cambiar su voto.
  8. El antipetismo no es homogéneo. Amplios segmentos del antipetismo rechaza las barbaridades de Bolsonaro y las prácticas truculentas y odiosas del bolsonarismo, un  segmento que puede ser convencido a anular el voto, a abstenerse o, inclusive, a votar por Haddad, pero #NeleNão (no por él).
  9. Los electores ideológicamente identificados con Bolsonaro se sitúan en torno al 25% del electorado (27 millones), cifra bastante inferior a los 49 millones que obtuvo siendo el voto útil.
  10. En la segunda vuelta, Bolsonaro no podrá continuar huyendo de los debates. La confrontación de las visiones del mundo, de las posturas personales y de las propuestas concretas que cada candidato defiende para  Brasil, es un diferencial que favorece enormemente a Haddad.
  11. El esclarecimiento de la sociedad sobre los riesgos de las propuestas de Bolsonaro para la economía y para la soberanía del país, para la democracia y para el pueblo brasileño, es factor pedagógico de comparación entre los dos proyectos y las dos visiones de país en disputa, que favorece el proceso cognitivo de escogencia en favor de Haddad.
  12. La militancia progresista y demócrata, unida en un frente amplio y democrático contra el fascismo, es otro elemento diferencial a favor de Haddad – militancia vivaz, intensamente dedicada al diálogo en las calles. En las visitas casa por casa, en las volanteadas en las terminales de ómnibus, trenes y metros (subtes), en las escuelas, universidades, lugares de trabajo…
  13. La victoria de Haddad es, por todo esto, una posibilidad real. La derrota de la amenaza fascista, por otro lado, es un imperativo ético para la restauración de la  democracia, del diálogo, de la paz, del respeto, del amor, de la igualdad, de la diversidad y de la tolerancia en Brasil.