La aprobación del Marco Civil de Internet (MCI) por el Senado, este martes (22 / 04), fue una victoria conquistada por la lucha y la movilización de muchas organizaciones sociales y activistas digitales. Miles de personas se unieron al movimiento para garantizar que Internet siga siendo un entorno democrático. Su aprobación es el mayor ejemplo […]
La aprobación del Marco Civil de Internet (MCI) por el Senado, este martes (22 / 04), fue una victoria conquistada por la lucha y la movilización de muchas organizaciones sociales y activistas digitales. Miles de personas se unieron al movimiento para garantizar que Internet siga siendo un entorno democrático.
Su aprobación es el mayor ejemplo de que, con la movilización es posible obtener conquistas, incluso si el adversario es un sector con mucho poder político y económico, como los empresarios de las telecomunicaciones.
Esto demuestra que Brasil puede y debe mejorar sus instrumentos de construcción colectiva y cooperativa en materia de políticas públicas. El Marco Civil es un referente internacional por su contenido avanzado en la defensa de los derechos de los usuarios y en garantizar la libertad en Internet, pero también por la forma cómo fue elaborado: primero, a través de una plataforma digital con la participación de miles de personas, a continuación, con un amplio debate público a través de audiencias presenciales, agregándose a ello, la participación vía Internet en el portal de la Cámara de Diputados.
El texto aprobado por los senadores es muy diferente del que llegó inicialmente a la Cámara de Diputados. La redacción final fue el resultado de un largo proceso de negociación política para construir una mayoría parlamentaria que permita su aprobación. En unos puntos se lo mejoró, en otros no tanto y algunos no debieron ser incluidos en el texto, como el 15, que viola la privacidad del usuario.
La neutralidad y lucha internacional
Hay muchos aspectos abordados en el MCI. Lo más importante para continuemos con más fuerza y aliento la lucha para asegurar que Internet sea un espacio de arquitectura democrática, descentralizada, permitiendo la innovación tecnológica y la libre distribución de contenidos informativos, culturales y educativos, es la garantía de la neutralidad de la red.
Este fue siempre el nudo principal de la polémica del Marco Civil. La negociación de prácticamente todas las demás disposiciones de la Ley tenía como base el artículo 9. Otra lección: no siempre se puede aprobar la agenda máxima, en el camino de la victoria a veces hay que hacer concesiones. Vale la pena decir que éstas no fueron hechas por el movimiento social, que sin dejar de puntualizar sus críticas y desacuerdos, siempre mantuvo su apoyo al Marco Civil.
La unidad en torno al Marco Civil, construida pacientemente, fue posible a partir de la comprensión de que la neutralidad de la red es una batalla internacional, que pone en campos opuestos al interés público y al interés privado. Países y corporaciones que se manifiestan contra el principio de neutralidad de la red están bastante interesados legalizar los instrumentos de control de los flujos de datos, sea para tener un beneficio económico de este control, con la creación de nuevos modelos de negocios, sea para imponer un filtro político al contenido que transita por la WWW.
Por lo tanto, el haber aprobado el Marco Civil de Internet con neutralidad en la red es un logro internacional. Ganamos una batalla, pero todavía hay una guerra por delante.
Gobernanza de Internet: naciones y corporaciones
La próxima batalla comienza de inmediato y se desarrolla en los debates que se producirán durante la NetMundial, Encuentro Multisectorial Global sobre el futuro de la Gobernanza de Internet organizado por el Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br) y la 1Net, foro que reúne a distintas entidades internacionales involucradas con la gobernanza de Internet.
El debate sobre la gobernanza de Internet se puso caliente después de las denuncias de prácticas de espionaje hechas públicas por Edward Snowden. El papel de los estados y las corporaciones y el peso de cada sector en un modelo multisectorial de la gobernanza de Internet es un tema central, inclusive para garantizar de hecho que los intereses públicos ocupen el primer lugar en cualquier agenda que involucre a Internet. De lo contrario, las empresas – ya sean de infraestructura, aplicaciones, servicios o producción de contenidos – que mueven miles de millones de dólares y que tienen afán de ampliar aún más sus ingresos, podrán imponer sus modelos de negocios a la agenda pública.
El discurso de la presidenta Dilma Rousseff en la Asamblea de las Naciones Unidas en septiembre de 2013 colocó a Brasil en una posición de liderazgo para contribuir a la construcción de un modelo de gobernanza guiado por la defensa de los derechos humanos, la soberanía de las naciones y la libertad de expresión.
Como principios y directrices que se persiguen, la presidente destacó:
1 – El de la libertad de expresión, la privacidad individual y el respeto a los derechos humanos.
2 – El de la gobernanza democrática, multilateral y abierta, ejercida con transparencia, estimulando la creación colectiva y la participación de la sociedad, de los gobiernos y del sector privado.
3 – El de la universalidad que garantiza el desarrollo social y humano y la construcción de sociedades inclusivas y no discriminatorias.
4 – El de la diversidad cultural, sin imposición de creencias, costumbres y valores.
5 – El de la neutralidad de la red, respetando sólo criterios técnicos y éticos, y volviendo inaceptables las restricciones por motivos políticos, comerciales, religiosos o de cualquier otra índole.
Si estos principios se reflejan en el documento que será aprobado en la Net Mundial, Brasil habrá sido el escenario de dos victorias de dimensiones históricas para garantizar la libertad de la red. (Traducción ALAI)
Renata Mielli es periodista, Secretaria General del «Centro de Estudos da Mídia Alternativa Barão de Itararé» e integra el Fórum Nacional por la Democratização da Comunicação.
http://renatamielli.blogspot.c