1.- Una caracterización necesaria de la Revolución 1.El Partido Comunista de Venezuela (PCV), en su reciente 12 Congreso consideró que transitamos un proceso revolucionario de liberación nacional que debe culminar con éxito las tareas de recuperación plena de la soberanía e independencia nacional, avanzar en la conquista de la justicia e igualdad social; profundización de […]
1.- Una caracterización necesaria de la Revolución
1.El Partido Comunista de Venezuela (PCV), en su reciente 12 Congreso consideró que transitamos un proceso revolucionario de liberación nacional que debe culminar con éxito las tareas de recuperación plena de la soberanía e independencia nacional, avanzar en la conquista de la justicia e igualdad social; profundización de la democracia popular revolucionaria, de contenido participativo y protagónico, de transformación y liquidación del viejo Estado oligárquico burgués y que, para lograr cumplir las tareas históricas que maduran en la sociedad, tiene que avanzar necesariamente hacia la superación del injusto modo de producción capitalista, de explotación del hombre por el hombre, principal causa de todas las desigualdades y amenazas que afectan a la humanidad.
2.Esta definición nos permite identificar como el enemigo principal del proceso revolucionario, y por ende, de nuestro país, al imperialismo, particularmente al Estadounidense y en consecuencia, considerar las fuerzas motrices de la revolución, en su fase actual de transición, representadas por amplios sectores de la clase obrera, de los trabajadores y trabajadoras en general, del campesinado como fundamental aliado de estos, la pequeña burguesía, capas medias e intelectualidad progresista. Y la naturaleza de esta alianza que debemos construir y mantener como pueblo, movimiento popular y Estado revolucionarios, con el liderazgo indiscutible del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, para avanzar victoriosamente rumbo al socialismo.
3.Hemos señalado reiteradamente que la resolución definitiva de la contradicción principal de la Revolución Bolivariana y el imperialismo Estadounidense, demanda la más amplia unidad nacional, continental y mundial, de fuerzas populares y gobiernos progresistas, así como alianzas estratégicas y tácticas de alcance continental y mundial, que favorezcan la consolidación de una nueva correlación de fuerzas a favor de la lucha de los pueblos y del progreso social, consolidando la tendencia multipolar en desarrollo.
II.- La composición, carácter y contenido de la alianza antiimperialista
4.Esta fase del proceso revolucionario, demanda la más amplia unidad nacional antiimperialista, que objetivamente viene dada por la construcción de una multifacética alianza de clases y capas sociales, que va desde la burguesía no monopólica (la que no mantiene vínculos de subordinación al gran capital transnacional imperialista), la pequeña burguesía, las capas medias, la clase obrera y demás sectores de trabajadores/ trabajadoras, el campesinado y otras capas sociales explotadas.
5.Se trata de una alianza de clases y capas sociales, en torno a un programa mínimo de transformaciones democráticas y populares, comprometidas con el desarrollo socioeconómico (desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción) y la liquidación del dominio oligárquico e imperialista. Este bloque de fuerzas nacional-patriótico-revolucionario, coincide en el objetivo antiimperialista, pero a la vez, defiende intereses diferenciados y entre los factores de la alianza se desarrolla la lucha de clases por la dirección del proceso, con el fin de establecer contenidos, límites, ritmos y profundidad del mismo, según los particulares intereses de cada factor social allí representado. Es esta una alianza de clases que presenta a lo interno, contradicciones no antagónicas, que permiten su unidad táctica, y antagónicas que se definirán en el futuro.
6.En nuestras definiciones políticas, hemos afirmado que este bloque o alianza, por su propia naturaleza policlasista, demanda para el cumplimiento de las tareas de liberación nacional, una instancia de integración con independencia orgánica, en donde las contradicciones no impidan el cumplimiento de políticas coincidentes en lo estratégico. Esta estructura la definimos como un FRENTE AMPLIO NACIONAL PATRIOTICO, en torno a un programa, con normas estatutarias y de funcionamiento de obligatorio cumplimiento para el conjunto de sus componentes, una estructura orgánica y la dirección colectiva, liderada por el Presidente Hugo Chávez Frías.
7.El liderazgo del proceso es ejercido no solo por el Presidente Chávez que es consecuente antiimperialista, antioligárquico, impulsor de la democracia popular y revolucionaria, con visión y perspectiva socialista, sino por sectores de la pequeña burguesía y capas medias, militares y civiles, que mantienen una solapada y en veces y en ocasiones abierta conducta anticomunista y oportunista, que impide y retraza el avance de las transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que han madurado en el transcurso del proceso, a la vez que cuenta entre sus conquistas un importante salto cualitativo en la conciencia social, en el plano político y organizativo de considerables sectores populares.
III.-Acumular fuerzas populares revolucionarias por el Socialismo
8.En nuestro propósito de acumular fuerzas para avanzar hacia el socialismo, desarrollamos simultáneamente la más amplia unidad nacional antiimperialista señalada; una política de articulación y unidad estratégica, entre el conjunto de los factores que integran el movimiento popular revolucionario, no solo a nivel nacional sino internacional.
9.Las fuerzas de clara postura marxista y marxista-leninista, estamos convencidas-tal como lo enseña la experiencia histórica de lucha de otros pueblos y la propia nuestra -que el proceso de tránsito al socialismo exacerbará las contradicciones de clase, produciendo nuevas definiciones, deslindes, reagrupamientos y recomposición de alianzas, cuyo desenlace estará en correspondencia con la correlación de fuerzas que logremos construir.
10.De allí entonces, que ese curso y desenvolvimiento previsible de los acontecimientos de la lucha de clases, nos demande superar las inmensas debilidades presentes en uno de los sujetos fundamentales de la Revolución Socialista: la Clase Obrera y demás sectores de trabajadores/trabajadoras.
11.Ganar la conciencia de los diversos sectores de la clase obrera para el socialismo, elevar su nivel de organización, superar la división orgánica del movimiento obrero y sindical, y contribuir a su transformación en vanguardia de la revolución proletaria, es la tarea más importante y urgente del Partido Comunista de Venezuela.
12.Solo por ese camino se podrá superar a favor de las fuerzas consecuentemente revolucionarias y en interés del pueblo trabajador, la contradicción fundamental existente en la sociedad capitalista, la que se expresa en la producción colectiva de los bienes materiales versus apropiación individual de la plusvalía, resultante de dicho proceso productivo e intelectual, creando así las condiciones materiales y espirituales, objetivas y subjetivas, para la construcción del socialismo.
13.Estamos, en consecuencia proponiendo la creación de los Consejos de Trabajadores, como expresión política unitaria de éstos, por encima de su condición gremial o sindical, concebida por la burguesía para impedir su liberación, a fin de que sus intereses se encuentren legítimamente representados y puedan actuar de manera revolucionaria en el control de los centros de trabajo, el diseño de sus políticas de producción y distribución social de sus ganancias y como expresión del poder popular que incluso trascienda el ámbito de los lugares de trabajo para que influya en los de vivienda y en los territorios de los consejos comunales para imprimirles a éstos el sello de la conducción proletaria y los cambios necesarios hacia la construcción del socialismo.
IV.- Las amenazas de restauración
14.En esta fase de revolución bolivariana, la lucha por el poder político se ha inclinado a favor de las fuerzas patrióticas y revolucionarias. Esto quedó claramente demostrado en el referendo presidencial de agosto de 2004, con la victoria del ¡NO! y en las elecciones del 3 de diciembre pasado, que tuvieron como precedentes la lucha violenta por el control estatal, entre finales del 2001 (leyes habilitantes) y mediados del 2003, pasando por el golpe fascista de abril del 2002 y el sabotaje petrolero.
15.Las Misiones, la creciente inversión en educación, salud y vivienda, las grandes obras de infraestructura, la preocupación por el ser humano que la gente siente muy de cerca, la denuncia de las deformaciones que amenazan el proceso (corrupción, burocratismo, ineficiencia e ineficacia en las instituciones del Estado, individualismo, nuevo riquismo y conformación de grupos económicos emergentes seudo revolucionarios, la mentira reiterada en cuanto al desarrollo de proyectos, el formalismo, el reformismo, la disputa interna por controlar los cargos públicos, etcétera, la apelación al pueblo para enfrentarlos, el impulso de la democracia participativa y protagónica en lo político y económico (Consejos Comunales, Empresas de Producción Socialista -EPS-, Cooperativas, mesas técnicas, núcleos de desarrollo endógenos, sistema micro financieros), por señalar algunas de las más relevantes realizaciones que forman parte de los diez objetivos estratégicos y, más recientemente, los cinco ejes esbozados para la campaña electoral: Ética Socialista, Modelo Productivo Socialista, Democracia Protagónica y Revolucionaria, Geopolítica Nacional y Potencia Energética Mundial, y los cinco motores constituyentes son objetivos de una inmensa trascendencia histórica y transformadora que demandan un nuevo nivel ideopolítico y organizativo en los movimientos sociales, en el Estado y en los Partidos políticos.
16.El liderazgo de Chávez tiene en la actualidad una proyección continental y mundial, que le impone también inmensas responsabilidades internacionales. El ser referente de pueblos y gobernantes, sirve a los intereses de la revolución bolivariana y a la consolidación de las tendencias progresistas a nivel mundial.
17.Superada la situación de dualidad de poderes, que subsistió hasta agosto del 2004; relanzada la economía, con tasas de crecimiento sostenido en los últimos tres años; una relativa mejoría en la calidad de vida de millones de compatriotas; con un prestigio continental y mundial y la legitimidad conferida por el pueblo al liderazgo de Chávez, aun se muestra, como es lógico, la no superada descomposición al interior de la propia institucionalidad del viejo Estado, y en el seno de una parte importante de las fuerzas políticas y sociales identificadas con el proceso revolucionario.
18.Es preciso destacar que en los actuales momentos se produce otro tipo de dualidad de poderes, en la estructura estatal, que responde a intereses y comandos grupales que se encuentran a espaldas de los intereses populares y se constituye en obstáculo para el despliegue de las potencialidades transformadoras de la revolución.
19.Esta estructura se expresa en forma de masivas y sistemáticas prácticas de burocratización y corruptelas, que en buena medida están asociadas a la existencia de un aparato estatal heredado de un sistema que se necesita sepultar y la presencia de Partidos políticos y cuadros tecnócratas que ejercen el poder sin ningún tipo de compromiso revolucionario. De hecho, las debilidades institucionales que exhiben las transformaciones representan uno de los mayores problemas que debemos afrontar en la nueva fase del proceso político venezolano.
20.La contundencia de la victoria patriótica en las recientes elecciones (un poco más del 63% de los votos sufragados se emitieron a favor del Comandante Chávez) y las inmensas movilizaciones populares previamente organizadas, sirvieron de acciones disuasivas para impedir la activación del plan desestabilizador de la oposición oligárquico imperialista, a lo cual se suma su decisión táctico-estratégica de acumular fuerza social y política para futuros desenlaces en la confrontación de clases.
21.La oposición surge con un importante nivel de recomposición de sus fuerzas, que en la actualidad pasa por la definición de sus liderazgos internos, pero que no nos quepa duda vendrá a utilizar todos los resquicios constitucionales y legales para promover la presión social, incluso aprovechando los reclamos de lo que ellos denominan «chavismo popular», aun cuando no logra superar un conjunto de debilidades políticas y orgánicas que le impiden, en la actualidad, poner en serio riesgo el proceso de cambios, entre las que se cuentan: la división, dispersión y confrontación interna, la falta de cohesión programática, el desgastado liderazgo que no logra alcanzar niveles de legitimidad social.
22.Forma parte de esta estrategia oposicionista la línea de acercamiento que propicia el imperialismo Estadounidense, no solo en forma directa sino a través de otros presidentes latinoamericanos (hasta ahora visualizamos principalmente a Uribe y Alan García) y europeos, con el objeto de lograr flexibilizaciones en la línea política central que orienta el proceso y facilitar la cooptación de cuadros de su propio seno.
V.- El Partido de la Revolución
23.Básicamente, se trata de que desde un Estado burgués como el que aun pervive en Venezuela, no se puede dirigir la revolución. Históricamente este Estado no es capaz de negarse a sí mismo, y además de su carácter y esencia, se encuentra en una situación de creciente descomposición. Éste, por tanto, es un Estado que aun no es revolucionario, por cuanto mantiene su naturaleza y valores burgueses.
24.Lo anterior demanda la existencia y acción de una vanguardia revolucionaria, que dirija organizada, colectiva y cohesionadamente el esfuerzo creador de las masas. Que propugne valores, principios y conductas dirigidas a superar la hegemonía cultural burguesa dominante. Que coadyuve en conjunción con el colectivo popular organizado en el ejercicio del control social y político del proceso entendido como totalidad.
25.Es en este contexto, en que además se ejercita predominantemente, en forma casi exclusiva, una dirección individual del proceso revolucionario desde instancias gubernamentales, en que el presidente Chávez presenta la propuesta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
26.Ciertamente, la revolución, en tanto hecho esencialmente político, demanda un órgano de dirección revolucionaria capaz no sólo de arrebatarle ese liderazgo al Estado burgués, sino de destruirlo y construir un Estado popular revolucionario.
27.Ese órgano político es necesariamente un Partido, integrado por cuadros revolucionarios y revolucionarias, que visualice, conceptualice y establezca determinaciones integrales, totalizadoras y de conjunto con respecto a la sociedad y no sectoriales como acontece con las visiones que, en general, aprecian desde una posición de grupo (un ministerio o instituto) las tareas que deben acometerse, a la vez que, lógicamente, justifican acríticamente su propia actuación.
28.El Partido que pueda asumir este rol debe ser capaz, como vanguardia política de la revolución, de generar un enfoque global del proceso sociopolítico, que le permita articular a las masas y facilitarles no solo el control del Estado sino el ejercicio del poder directo sobre y desde las esferas estatales.
VI.- La decisión del Comandante Chávez
29.Con fecha 15 de diciembre de 2006, en el acto de homenaje a las escuadras, pelotones y batallones del Comando Miranda, que se efectuó en el Teatro Teresa Carreño, el presidente Chávez lanzó el decreto constitutivo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En general, de dicha exposición se desprenden los siguientes planteamientos políticos:
·Decreta, en su condición de Presidente del MVR, la disolución del Movimiento Quinta República, previa explicación de que cada momento histórico requiere un nuevo instrumento político.
·El PSUV se constituye a partir de las escuadras, pelotones y batallones, por tanto no debe permitirse la disolución de ninguna de estas instancias. Se orienta a los y las comandantes de éstas a levantar el censo de militantes, simpatizantes y amigos y amigas, para conocer y organizar la base organizativa del Partido.
·El PSUV será una organización política democrática. Sus dirigentes serán electos en forma directa por la militancia.
·Su programa es el socialismo etno-indígena, cristiano y autóctono.
·Invitó a los demás Partidos a discutir su decisión y a participarle lo que decidan, afirmando que en base a su experiencia pasada una discusión sobre el tema es una pérdida de tiempo y él no tiene tiempo para perder en esas discusiones.
·Afirmó que el Partido que no decida disolverse e incorporarse al PSUV queda en libertad de seguir su camino, pero que saldrá del gobierno. Quiero gobernar con un solo Partido, enfatizó.
·Prometió que la nueva dirección del PSUV no estará conformada a dedo ni por los mismos viejos dirigentes de los Partidos y no aspira verse en una mesa sentado con las mismas caras, porque sería una burla.
·Invitó a todos los sectores a incorporarse al PSUV: pueblos indígenas, trabajadores y trabajadoras, profesionales y técnicos, jóvenes, mujeres, empresarios nacionalistas, campesinos y campesinas.
·Informó que hay un equipo que viene trabajando con él en esta tarea y se encargará de coordinar el proceso en forma directa con las escuadras, pelotones y batallones.
30.En intervenciones posteriores efectuadas durante la primera quincena del mes de enero de 2007, el presidente Chávez, a la vez que ha ratificado su decisión de conformar dicho Partido Socialista Unido de Venezuela o de la Revolución, ha entregado nuevas opiniones en cuanto a la necesidad de discutir democráticamente su planteamiento en el seno de todas las organizaciones del proceso, precisando que dicho objetivo requiere ser conversado, discutido y acordado.
31.En una primera aproximación al carácter y contenido de clase del PSUV, con la lectura que realizamos de las intervenciones del presidente Chávez, podríamos indicar que el mismo cuenta entre sus características con las siguientes:
·Un gran Partido de masas, que intenta integrar orgánicamente a todos los movimientos sociales y agrupaciones políticas, a todos los ciudadanos y ciudadanas sin distingo de ideología que se identifican con Chávez, iniciando por aquellos que estuvieron articulados en la estructura del Comando Miranda a nivel de escuadras, pelotones y batallones.
·Un Partido policlasista, que incorpora en su seno a ciudadanos y ciudadanas provenientes de las distintas clases y capas sociales que deseen integrarse, que con ellos y ellas se integran también las ideologías, postulados y cultura política en las que fundamentan su práctica concreta, reproduciendo en su seno losantagonismos de las diversas clases.
·Un Partido cuyo carácter ideológico se expresará mayoritariamente en la identidad con el líder, en las ideas que conforman el árbol de las tres raíces, pero que también contará con una franja de militantes con conciencia antiimperialista y hasta marxista.
VII.- Lo que hemos venido planteando desde el PCV
32.Como es del conocimiento general, numerosos Partidos y movimientos que apoyan al Comandante Chávez han informado su inmediata adhesión a dicha decisión y, consecuencialmente, la disolución de los mismos, posición que saludamos toda vez que contribuye a facilitar los procesos de integración de fuerzas sociales y políticas ideológicamente afines.
33.El Partido Comunista de Venezuela (PCV), en cumplimiento de sus principios y normas de vida interna, heredero de una cultura comunista que privilegia el debate y las decisiones colectivas, decidió en sus organismos de dirección nacional, desde un primer momento, adelantar la más profunda discusión interna en el marco de un proceso congresual que defina la postura oficial de la organización.
34.En lo que respecta a la construcción del instrumento ideológico, político y orgánico de la revolución, nos hemos pronunciado en diversas oportunidades en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), afirmando que es oportuno, pertinente y necesario avanzar en la construcción de la vanguardia colectiva y unificada de la revolución.
35.Demanda en tal sentido presentamos ya para el año 1998-99, cuando planteamos que el «Polo Patriótico» se transformase en un frente político y social, con normas precisas de funcionamiento y una instancia colectiva de dirección, que permitiese transitar desde la unidad de acción el camino de la unidad orgánica. Igual planteamiento levantamos con los llamados Comando Ayacucho y Comando de la Revolución. En todas las oportunidades no recibimos respuesta del liderazgo del proceso, ni mucho menos acciones concretas en la dirección planteada.
36.Partimos de la convicción de que un proceso revolucionario sin la existencia de un Estado Mayor, de una dirección colectiva y unificada, pese a las inmensas cualidades del líder, no está en condiciones de cohesionar las fuerzas, alinearlas en la dirección principal de la acción, dirigir y controlar el plan concreto de acción política y, en consecuencia, adelantar las tareas que demanda dicho proceso.
37.Por tanto, respaldamos en su momento el planteamiento formulado por el Comandante Chávez, en el entendido que a partir de éste se abría un fructífero debate ideopolítico y orgánico que debía llevarnos a un Congreso Ideológico en el cual se perfilasen las bases ideológicas, programáticas y orgánicas de la nueva organización, que debía ser el producto de la más amplia discusión democrática en el seno de las organizaciones y del conjunto del pueblo.
38.Ese debate, a su vez, nos permitiría abordar en profundidad el tema del Socialismo, que es uno de los objetivos fundamentales, estratégico, de nuestra existencia en tanto Partido Comunista.
39.Manifestamos que la construcción de este Partido implica un proceso, expresado en una gran movilización ideológica que requiere fuerza, madurez y voluntad política, que al definir el perfil conceptual de la organización prefigure la condición de militante, entendiendo que un Partido revolucionario debe estar formado por revolucionarias y revolucionarios.
40.Este proceso implica maduración y culminación de fases que deben desarrollarse: 1) Definición del carácter ideológico del Partido; 2) Determinación de su programa; 3) Definición de su línea política (táctica); 4) Forma y principios organizativos; 5) Carácter de cuadros y de masas del Partido; 6) Su disciplina, deberes y derechos; 7) Carácter revolucionario y de clase de la organización. Estos son aspectos fundamentales que debían darse en el debate que en su momento planteó el Presidente Chávez.
41.De la misma manera se considera que la propia composición del Partido exige un nivel de depuración, pues no es posible aceptar en calidad de militantes personas de conductas corruptas, burocráticas o ajenas al proyecto estratégico de país, que es el socialismo.
42.Afirmamos que para el Partido Comunista de Venezuela, la iniciativa presidencial, dada nuestra concepción marxista-leninista, fundamentada en el centralismo democrático, exige el mayor debate interno dentro de la organización, de los colectivos de la Juventud Comunista y fuerzas amigas del movimiento popular y revolucionario para tomar una decisión final en un Congreso nacional partidista.
43.Creíamos que el proceso avanzaría en base a una metodología sustentada en la conformación de una instancia unitaria que, liderada por el Comandante Chávez, impulsaría la creación de los espacios para el debate y la construcción colectiva, cuya primera fase culminaría con la realización este año del Congreso ideológico propuesto por el Presidente, para definir el rumbo de la nueva organización, su carácter y forma organizativa y para su estrategia y su táctica.
44.Ello implicaba la conformación de espacios de articulación en todos los niveles y esferas de la sociedad, tanto en lo territorial como sectorial, en cuyo seno y de cara a las masas populares se desarrollaría un proceso de intenso y fructífero debate de las tesis de los diversos movimientos. Constituir una organización con cuadros y activistas de diversas agrupaciones exige un nivel de encuentro en lo concreto, reconocimiento e incluso construcción de afectos mutuos.
VIII.- El Partido que necesitamos para avanzar hacia el Socialismo
45.El PCV es consciente que en una sociedad dividida en clases (y Venezuela lo es), los Partidos políticos representan los intereses de esas clases y que tales Partidos son las herramientas más importantes para la lucha por acceder al poder o por mantenerse en él. La importancia de esto ha quedado demostrada en más de ocho elecciones que han sido ganadas a la oposición, elecciones en las cuales el papel fundamental de organización, movilización y legitimación ha Estado a cargo de dichos Partidos.
46.La existencia de Partidos políticos está vinculada a la división de la sociedad en clases y a la heterogeneidad de éstas, a las diferencias de intereses de las clases y los grupos que las forman. El Partido político es uno de los instrumentos más importantes de los que una clase (o uno de sus sectores) utiliza para combatir por sus intereses.