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Entrevista con James Petras

«Thatcher, Reagan, Blair y Clinton prepararon el camino para las grandes crisis y quiebras financieras»

Fuentes: Correio da Cidadania

Efraín Chury Iribarne: Estamos recibiendo en directo desde los Estados Unidos a James Petras. Buenos días, ¿cómo está? James Petras: Estamos muy bien por fin parece que entra la primavera por aquí. Antes de comenzar, ¿puedes comentarme algo sobre los dichos del presidente uruguayo? EChI: Lo que uno piensa es que lo que ha hecho […]

Efraín Chury Iribarne: Estamos recibiendo en directo desde los Estados Unidos a James Petras. Buenos días, ¿cómo está?

James Petras: Estamos muy bien por fin parece que entra la primavera por aquí.

Antes de comenzar, ¿puedes comentarme algo sobre los dichos del presidente uruguayo?

EChI: Lo que uno piensa es que lo que ha hecho el presidente no son simples comentarios sino agravios. Pienso que cuando uno verbalmente arremete gratuitamente no está bien. Ahora bien, hubo un primer agravio contra la Presidente Cristina Fernández y ahora apareció otra declaración, en la que trata de ‘baboso’ al expresidente Néstor Kirchner, se siguen sumando elementos.

Son dos naciones limítrofes, que integran MERCOSUR y otros organismos y no sabemos cuál es el rumbo tomado por José Mujica ni en que pueden terminar.

Concretamente, pienso que estos dichos ni siquiera están a la altura, ni siquiera de los antecedentes de una relación respetuosa que mantuvo Uruguay con Argentina.

JP: Bueno, creo que un problema clave es que Uruguay todavía depende demasiado del turismo y de las inversiones de Argentina, pienso en Punta del Este, etc., y esta dependencia abre una vulnerabilidad en Uruguay. Como consecuencia de la devaluación argentina, perjudicando el flujo de turismo, es aparentemente un factor donde Argentina y Brasil tienen demasiada influencia en la política económica interna de Uruguay.

Creo que el problema es ese, el desarrollo desigual entre las dos regiones.

Ahora, en el caso de Argentina, creo que están tomando medidas cada vez más precarias porque las dependencias sobre las exportaciones agrícolas, los impuestos a las exportaciones de soja, han creado una oposición interna, y creo que los argentinos tienen otra dependencia que no les permite tener un margen para cumplir con una integración mas de fondo con Uruguay. Entonces, Argentina toma medidas arbitrarias sin tener en cuenta el impacto que puedan tener en el Uruguay.

Los dos países tienen sus propias dependencias que les crean vulnerabilidades que terminan con este intercambio entre los presidentes que son sólo la superficie de los que hay más abajo, es más profundo, más estructural, que creo que es que la integración en el MERCOSUR era un paso positivo pero siempre se complica por las contradicciones internas que cada país tiene y la necesidad de acomodar estos grupos. El complejo financiero, inmobiliario y turístico es el eje de la política en Uruguay como la soja y las agroexportaciones son los ejes de la política en Argentina. Y los vínculos entre ambos dichos son potencialmente provocativos para una crisis.

EChI: Es cierto que existen esas dos dependencias, pero voy a explicarlas. Uruguay depende directamente del imperio, es un agente del imperio. Argentina tiene una dependencia de las grandes potencias agrícolas, pero no olvidemos que tiene detracciones impositivas sobre esas empresas que alcanzan el 30%, mientras que Uruguay, por el millón y medio de hectáreas de tierra cultivables hoy plantadas de soja, y no les cobra un peso.

Hay también otros elementos, como que en Uruguay no cae bien el hecho de que en Argentina se haya hecho y se sigue haciendo justicia con los asesinos de la dictadura, y que entre ellos uno de los tanto uruguayos implicados en las denuncias de terrorismo de Estado, que fue extraditado desde Brasil donde se había refugiado, y preocupa que se caiga en este tipo de cosas.

Con esto voy a pedirte una puesta a punto sobre lo que sucede en Corea.

JP: Bueno, en vez de bajar la temperatura como pidió ayer el Presidente de China, que pidió que los gobiernos occidentales y el gobierno de Corea del Norte dejen de lado las declaraciones bélicas, Washington sigue avanzando en sus ejercicios militares y hemos descubierto que el lema de los ejércitos estadounidense y surcoreano es ‘tumbar el gobierno’ y no hay ninguna necesidad de imaginar quién es ese enemigo.

Los ejercicios siempre son normales, rutinarios, pero detrás de eso está la idea de que los Estados Unidos a partir de amenazas o de un ataque militar pueden tumbar el gobierno.

Mientras tanto, Japón anunció hoy que está movilizando sus fuerzas porque el gobierno norcoreano anunció que hará una prueba con misiles de medio alcance.

Entonces tenemos un escenario actual en el que en vez de bajar la temperatura hay un aumento de tensiones. El último pronunciamiento del gobierno norcoreano es que retirará a todos sus obreros de las fábricas binacionales con Corea del Sur, era el último lazo que había, que venía de las reformas de la década pasada y ya está quebrado.

Corea del Norte se prepara para un enfrentamiento, Estados Unidos avanza con sus ejercicios, y detrás de eso sigue presente la idea de que un cerco militar puede provocar un ataque y demoler el gobierno. Lo trágico es que la mentalidad de los chinos sigue siendo muy mercantil, no tienen un concepto de seguridad nacional, pensando simplemente que porque tienen mayor comercio con Corea del Sur no deben tomar partido por Corea del Norte, abandonando la alianza con Corea del Norte están abriendo el camino a la agresión estadounidense, que a su vez tendrá efectos adversos en China por el hecho de tener misiles de EE.UU. a dos kilómetros de la frontera de Corea del Norte.

No es una situación típica como las hemos visto en el pasado, esta vez las tensiones se profundizan, las amenazas estadounidenses siguen siendo fuertes y cada vez que hay una declaración de nuevas movilizaciones Corea del Norte anuncia más preparativos de guerra. El fin de semana pasado movilizó más de un millón de soldados, hombres y mujeres, una preparación militar pero a la vez una demostración de fuerza.

No se qué va a desencadenar esto, pero es muy peligroso.

Es lo último que quiero decir sobre esto.

EChI: Se informó, muy a la pasada, del asesinato de once niños en Afganistán como consecuencia de la ocupación estadounidense en ese país. ¿Esto ha repercutido por ahí?

JP: No, no mucho. Siempre hay un ítem en las noticias sobre muertos, bombardeos, etc. y siempre aparece a continuación la típica promesa de Washington de que ‘vamos a investigar’. Y esas cosas se repiten mil veces porque los drones que utilizan no tienen la capacidad de separar civiles de combatientes, si hay combatientes en un pueblo pueden destruir decenas de casas y matar a decenas de civiles como sucede en Afganistán.

Es inevitable en la guerra de drones, porque la capacidad de precisión es muy limitada y no tienen el menor interés en tomar precauciones porque para ellos matar a un guerrillero es suficiente razón para bombardear una aldea entera.

En este caso, como dice el gobierno títere, por cada misil de dron que cae los talibanes reclutan cientos de militantes. Es una guerra perdida y va a retirarse en muchas ocasiones hasta que las tropas extranjeras se retiren o por lo menos los drones paren.

Por otra parte tenemos que tocar la muerte de Margaret Thachter que es importante como señal de los tiempos.

EChI: Si, claro. Te dejo con ese tema.

JP: Bueno, la importancia de Thatcher es central en la historia de los últimos 40 años, principalmente desde su gestión de primera ministra cuando lanzó una ofensiva y derrotó la mayor huelga sindical y la movilización de los mineros. Fue una lucha de gran trascendencia y el hecho es que Thatcher pudo derrotarla con la colaboración del Partido Laborista que no prestó apoyo y por la falta de solidaridad de otros sindicatos. En esa enorme lucha el sindicalismo sufrió una derrota y a partir de ahí Tatcher lanzó una ofensiva contra todo lo que representaba el Estado de bienestar.

La derrota del sindicalismo militante en los primeros años de la década de 1980, luego la implementación de la política neoliberal, la desregulación de la Economía, el aumento del militarismo y, más que nada, el robo de todos los beneficios sociales.

Ahora, más allá de los efectos negativos, el debilitamiento del movimiento obrero, el descrédito del sindicalismo amarillo y de las políticas laboristas, Thatcher creó un marco político-económico que sigue vigente hoy. Es decir, a partir de Thatcher ninguna otra iniciativa aparece para avanzar en la causa de los trabajadores.

Thtacher, como su contraparte Ronald Reagan, abre un nuevo capítulo en nuestra historia: primero derrotando las fuerzas obreras y sindicales; segundo lanzando otro proyecto político que abrió paso a la concentración de ingresos, concentración de poder en el ejecutivo y la expansión de las grandes desigualdades con la idea de que ya el Estado no tiene responsabilidad en el bienestar de sus ciudadanos, que la idea es enriquecerse cualquiera que pueda de la manera que pueda.

Ese es el legado que vive con nosotros hasta ahora, después de Thatcher hay un ínterin donde sale otro conservador y luego Tony Blair que es una adaptación laborista del thatcherismo, con la profundización de la desregulación, el aumento y el desequilibrio de economía en finanzas, la concentración de ingresos.

Y lo mismo pasa en los Estados Unidos, después de Reagan vino Bush y luego Clinton, que hizo lo mismo que Blair, son como hermanos, implementaron la política de reducir el peso social de los trabajadores, reducir los gastos sociales y abrieron el paso a la especulación.

Entonces Thatcher, Reagan, Blair y Clinton, los cuatro prepararon el camino a las grandes crisis y quiebras financieras, primero el crack del año 2000 con los dot.com, las especulaciones sobre la tecnología informática, y después con la quiebra financiera. Las crisis que vivimos ahora es otro legado de lo que fueron las iniciativas de Thatcher.

Por lo tanto no solo debilitaron a las clases populares y concentraron el ingreso, sino que además crearon un modelo económico permanentemente en crisis y al final de cuentas el thatcherismo muerto generó una economía para los muertos.

EChI: Muy bueno tu análisis Petras, nos quedan tres minutos, no se si hay otro tema de tu interés.

JP: Si, debemos mencionar, al menos, las elecciones en Venezuela, porque tenemos que comentar varias cosas.

Primero, que la derecha sigue teniendo una fuerza minoritaria capaz de movilizarse.

Segundo, que el gobierno actual del Partido Socialista Unido de Venezuela y su candidato Nicolás Maduro, van a ganar las elecciones por ser el delegado del presidente Hugo Chávez y también de todas las instituciones sociales que protegen a los trabajadores.

Ahora, más allá de eso, hay que anticipar que las elecciones siempre son un importante momento en una lucha continua, en la que está todo en juego. Es decir, Maduro tiene enfrente los desafíos de profundizar los cambios sociales, mientras la oposición se está jugando todo para desmantelarlos. No hay ninguna política intermedia. Lo que la oposición quiere es destruir todo lo que se ha construido en los últimos quince años y es una política muy agresiva, mas allá de la retórica moderada. Detrás de Capriles hay un proyecto que quiere volver el reloj a hace veinte años, a la miseria y la dominación estadounidense. No hay una posición intermedia.

Eso se puede ver cuando uno analizar las fuerzas estadounidenses que están trabajando con Capriles, que no siempre son el Pentágono y la CIA, sino también la ultraderecha con Otto Reich, Noriega y toda la mafia de los años 90, la misma gente que trabajaba con la ultraderecha en esa época.

Por eso es una elección histórica, creo que va a resultar positiva con una gran victoria, pero eso no va a acabar con la guerra, la derecha no va a aceptar la derrota ni permitir que el gobierno siga adelante con su programa. Es una guerra constante, profunda, con mucho en juego.

Es una lucha de clases más allá de una lucha electoral, una lucha entre las fuerzas populares que buscan imponer un régimen socialista a partir del voto y la derecha que va a utilizar todos los métodos de lucha, los electorales cuando tiene la oportunidad o la coyuntura, pero sin dejar la lucha clandestina para sabotear el proyecto socialista. No hay compromisos aquí, mas allá de aceptar el resultado electoral, e incluso hay grupos de derecha preparándose para denunciar fraude y descalificar el resultado y su derrota.

EChI: Petras, estamos en el final, te agradecemos mucho todo este análisis y te convoco para el próximo lunes.

JP: Bien, pero antes de terminar quiero decir como ‘profeta’ que Maduro va a conseguir un 56% , un margen algo mayor del que obtuvo Chávez, y Capriles un 43 o 44% en las elecciones del domingo. Veremos si tengo razón.

EChI: Muy bien, lo anotamos y esperaremos al lunes. Muchas gracias.

JP: Gracias y un saludo a los oyentes.

(*) Escuche en vivo los lunes a las 11:30 horas (hora local) la audición de James Petras por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay) para todo el mundo a través de www.radio36.com.uy

rCR