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Al menos después de leer El País

Todos los «ex chavistas» son delincuentes

Fuentes: Tercera Información

Ya son varias las noticias publicadas en el diario que informan sobre que alguien que ha pasado de las filas de la revolución a las de la oposición es encarcelado. Claro que El País espera que quien lo lea piense que los que han cambiado de bando están en la cárcel por ese mismo motivo. […]

Ya son varias las noticias publicadas en el diario que informan sobre que alguien que ha pasado de las filas de la revolución a las de la oposición es encarcelado. Claro que El País espera que quien lo lea piense que los que han cambiado de bando están en la cárcel por ese mismo motivo. Presos políticos. Qué están en la cárcel porque no han actuado siguiendo el compás del gobierno. Eso espera el país que pensemos al leer sus noticias.

Precisamente por ello el periódico español afirma sobre Raúl Isaías Baduel, el encarcelado protagonista de la noticia de hoy que «el mismo día de su pase a retiro el general manifestó su disconformidad con el proyecto socialista que ha instaurado el presidente venezolano en la vida civil y en los cuarteles, y luego se integró en la campaña contra la reforma constitucional propuesta por Chávez para establecer su reelección indefinida en el poder. A eso atribuye Baduel el proceso».

Bueno, ya sabemos a qué lo atribuye una parte de las dos implicadas en la noticia. Por desgracia leyendo El País nunca nos enteraremos de la otra versión ya que en el rotativo neoliberal no existe la libertad de expresión para los que no siguen la línea editorial.

Esta actuación del medio de comunicación de masas pone en entredicho su credibilidad periodística ya que en lo referente a esta noticia, El País defiende a un funcionario corrupto, a un delincuente. En anteriores ocasiones el diario ha actuado igual que en esta noticia, omitiendo los delitos cometidos por el protagonista de la información (que normalmente está preso o en medio del proceso judicial) y señalando su ideal político. Parece ser que en tiempos del gobierno de la izquierda todo derechista que esté en la cárcel sea un preso político.

Observemos más detenidamente la defensa de Baduel que hace El País, «Hace cinco meses Baduel renunció a su defensa privada porque consideró que eso era hacerle el juego a una justicia que actuaba bajo coacción del presidente Chávez. Desde entonces, también se negó a asistir a las audiencias. «A algunas lo llevaban a empujones y le notificaban que habría juicio la noche anterior», cuenta su hijo».

Que mediante testigos y facturas de bancos se haya demostrado que Baduel desviase 3,9 millones de dólares del erario público a sus familiares e hiciera abuso de su cargo no tiene nada que ver en este proceso judicial para El País. Desde luego ni se nombran estos datos en la noticia.

Tampoco se comenta que el vicealmirante Aponte González también investigado por el mismo delito, se declaró culpable. Ni que el teniente coronel Medina Marval fue condenado a 8 años de prisión. Probablemente esos militares corruptos no se habrían pasado a la oposición y El País no puede arriesgarse a poner de tan claro manifiesto que el Gobierno de Venezuela lucha contra la corrupción y la castiga por igual venga de sus filas o de las de enfrente.

Para acabar el diario comenta que Baduel cumple condena «en el Centro Nacional de Procesados Militares, una prisión militar, a 30 kilómetros de Caracas, que hace 18 años fue acondicionada como tal para albergar al teniente coronel Hugo Chávez y a los golpistas de 1992. Allí también han ido a parar ahora los militares acusados de conspiradores y los ex compañeros de armas del presidente» como «el ex presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, sentenciado en 2005 a 15 años de prisión por promover la huelga petrolera de diciembre de 2002, y ahora en fuga; y el capitán Otto Gebauer, condenado en 2007 a más de 12 años de prisión por «privación ilegítima de la libertad del presidente Hugo Chávez» en abril de 2002.»

Carlos Ortega, es el ex presidente de la patronal que movilizó una marcha de la oposición hacia el Palacio Presidencial en abril de 2002 sabiendo que por el camino un grupo de francotiradores les dispararían como excusa para comenzar un golpe de estado. Y Otto Gebauer es un militar que secuestró a Chávez durante el golpe de estado.

Ahora ya sabemos a quién defiende El País en Venezuela. A los corruptos, a los asesinos y a los golpistas.

Fuente: http://www.laboratoriodenoticias.es/spip.php?article83