El día Internacional de la Mujer, celebrado este 8 de marzo, llama la atención sobre el problema del tráfico de seres humanos, en el cual las mujeres son las principales víctimas. Sobre el asunto, Adital conversó con Priscila Siqueira, coordinadora del Servicio a la Mujer Marginada. Para ella, existen algunos avances en el sentido de […]
El día Internacional de la Mujer, celebrado este 8 de marzo, llama la atención sobre el problema del tráfico de seres humanos, en el cual las mujeres son las principales víctimas. Sobre el asunto, Adital conversó con Priscila Siqueira, coordinadora del Servicio a la Mujer Marginada.
Para ella, existen algunos avances en el sentido de protección a las mujeres, pero todavía hay mucho por hacer.
Adital – El SMM ha hecho un seguimiento de las detenciones referentes con personas involucradas con el tráfico internacional de mujeres. ¿Qué evaluación hace del accionar de la Policía en este sentido?
Priscila Siqueira – Creemos que el trabajo de la Policía Federal mejoró considerablemente en los últimos años, a pesar de algunas derrapadas, como por ejemplo, cuando un superintendente afirma que «las mujeres eran traficadas pues eran prostitutas» e incluso reconociéndolas como traficadas, afirma que son personas «no gratas» en nuestro país.
Primero, no toda prostituta que va a intentar vivir en otro país es traficada. Muchas eligen ese camino libremente y pagando sus gastos personales. Segundo, de acuerdo con el Protocolo de Palermo del cual Brasil es signatario y la Política y el Plan Nacional de Enfrentamiento del Tráfico de Personas que representan la implementación de ese Protocolo en el país, la persona traficada es siempre víctima -independientemente de su consentimiento- y tiene derecho a una atención especial.
Adital – Hay algunos mecanismos, convenios internacionales, que buscan combatir este delito. ¿Cómo han funcionado?
Priscila Siqueira – A nivel internacional, el Protocolo de Palermo de 2000, es el mejor mecanismo en el intento de inhibir ese delito que es el resultado del tipo de globalización que vive nuestro planeta, extremadamente centralizador de riquezas en las manos de pocos privilegiados en algunas naciones, excluyendo a millones de personas del proceso productivo relegándolas al hambre y la miseria.
En Brasil, la implementación del Protocolo de Palermo está en un proceso de construcción a través de la Política Nacional de Enfrentamiento del Tráfico de Personas y del Plan Nacional, que tendrá una duración de dos años.
A pesar de estos avances, hay todavía mucho por hacer. Por ejemplo, preparar a las diversas Policías en la comprensión del delito, mejorar la legislación para que el traficante sea penalizado y no la persona traficada, discutir la cuestión de la migración, además de un trabajo para aumentar la sensibilización hacia este delito en la sociedad.
Tanto la Política como el Plan Nacional tienen como soporte el triplete -Prevención, Responsabilización del delincuente y Atención a la víctima, pero que para efectivamente llegar hasta allá, tenemos mucho que caminar…
Adital – ¿Cómo están preparados los países para lidiar con el problema y ofrecer una atención social a las mujeres afectadas por el tráfico humano?
Priscila Siqueira – No se puede hablar en forma general. En el Forum Internacional de Viena, promovido por la Oficina de las Naciones Unidas para el Combate de la Droga y del Crimen, el mes pasado, para discutir la cuestión, permitía percibir los diferentes niveles de sensibilización en relación con el delito en los diferentes países ahí presentes.
Hay diferentes niveles de discusión y de trabajos en los diferentes países. Lo que considero positivo es que independientemente del nivel de discusión sobre el delito, la conciencia e indignación mundial en relación con el mismo aumentó tanto desde el punto de vista de la sociedad civil como de los gobiernos.
Adital – ¿Hay estimaciones de cuánto dinero moviliza este tipo de comercio y de cuántas mujeres pueden estar en esa situación?
Priscila Siqueira – Como se trata de un delito, es imposible levantar datos estadísticos fruto de relevamientos como los realizados por el IBGE. Lo que tenemos son proyecciones realizadas sobre el trabajo realizado por las diversas policías, por los medios de comunicación, o en las incontables pesquisas elaboradas a través de las ONGs o las llevadas a cabo por los gobiernos.
Se decía que el tráfico de personas era la tercera mayor fuente delictiva de dinero perdiendo sólo ante el tráfico de armamentos y el de drogas. Hoy ya se habla que el tráfico de personas suplantó al de drogas, pues éste es más fácil de ser penalizado.
¿Cuánto rinde el tráfico de personas? 12.000 millones de dólares anuales de acuerdo con la ONU o 32.000 millones, conforme con la OIT.
Adital – ¿El SMM cree que las campañas están surtiendo el efecto esperado?
Priscila Siqueira – Las campañas serán siempre bienvenidas, pero son puntuales. En el Forum de Viena hubo la presencia de artistas como Emma Thompson y Ricky Martin que pusieron sus voces al servicio de la lucha anti-tráfico de personas en el mundo. La adhesión del show business es importante en esta lucha, así como las campañas de sensibilización.
Pero no son suficientes. Es necesario el trabajo continuo en la sociedad, dentro de las escuelas, llegando a los niños, jóvenes y adolescentes, en las iglesias, en los medios de comunicación, en fin, en todo lugar. El trabajo preventivo es el comienzo del proceso.
Sin embargo, continúo afirmando: la lucha contra el tráfico de personas no está aislada del contexto mayor; necesitamos, al mismo tiempo, luchar para que nuestro sueño se realice. ¿Cuál sueño? El de que «un nuevo mundo es posible», donde el ser humano deje de ser mercadería de consumo.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]